Lo que ocurre en espacios en los que se abre el debate colectivo. Urgente! Nueva Epistemología para la Liberación

Los y las revolucionarias, tenemos UN (1) reto importantísimo en éste tiempo que vive la revolución. Transformar las relaciones sociales, derrumbando los viejos paradigmas instituidos. Así, aunque decimos que es UN (1) reto, éste reto lleva consigo, aparejado, una serie de cuestiones y elementos que nos demuestran el grado de complejidad en el que se desenvuelven los procesos sociales. Lo que tenemos ente nuestros ojos, es la necesidad de crear y re-crear el mundo en el que vivimos, pues hemos naturalizado y normalizado lo que es en definitiva es una construcción social, que reproduce el sistema de producción dominante. Válgame Dios! diría el religioso. Que semerendo Peo! dirá el ateo. Esa vaina no se puede hacer! Afirmará con contundencia el contrarevolucionario. Lo cierto del caso es que volvemos a la complejidad, fíjense cómo analizando UN (1) reto, encontramos diferentes perspectivas, arrojando, seguramente conclusiones radicalmente distintas.

Estás reflexiones no surgen de la nada. No son producto de un curso de filosofía, ni de una lectura de biblioteca (cosas que hay que hacer), son producto del debate colectivo en el proceso de socialización de las experiencias de las distintas escuelas populares de comunicación que se desarrollan en la ciudad de Mérida. En esa discusión, en la casa del costurero, todos decíamos cosas interesantes, debates en torno a lo que venían siendo las discusiones en cada una de las sesiones, sin embargo, y muy apropósito, un “provocador” comenzó a hacer su trabajo, y nosotros el nuestro, pues es labor de los revolucionarios estar preparados para el debate, siempre respondiendo con contundencia, incluso cuando no se sepa qué es lo que se debe hacer en determinada situación. En ese sentido no debemos confundir contundencia con soberbia, son cosas antagónicas, incluso la soberbia, es contrarrevolucionaria, mientras que la contundencia está llena de argumentos, deseos, pasiones. Es subjetiva!

Aquella discusión de esa tarde de socialización, nos dejó tres preocupaciones (pudieran ser 4 o 5) dando vueltas en la cabeza. Primero: no es igual determinismo que determinación, lo primero es dogma, lo segundo se parece más a lo que estamos tratando de impulsar, militancia. Segundo: no porque hayamos vivido compitiendo los últimos 4 siglos, quiere decir que sea la única manera de entender la vida en sociedad (Maturana). Y tercero: el mundo no es absolutamente dicotómico y simple; es complejo. Discutir estos temas es central, para que podamos seguir avanzando en la concreción de los nuevos espacios en los que se de-construye el pensamiento occidental moderno, reproductor de la dominación en todos los ámbitos de la sociedad.

Esa necesidad que tenemos de construir una nueva epistemología, es un acto de “creación heroica”, para ello necesitamos un gran debate y advertir sobre los argumentos bajo los cuales discute el academicismo unilateral y arbitrario. Esa cosa a la cual refería el maestro Rodríguez en el siglo XIX, cuando enunciaba la palabra des-aprender, nos convocaba a descolonizar la memoria colectiva. Sigamos convocando-nos. La palabra del Maestro sigue vigente, seamos atrevidos. Veamos lo siguiente.

Primero: no es igual determinismo que determinación. Esa concepción eurocéntrica, machista, y que ha servido a la dominación, de que existen unos sujetos que son dueños del conocimiento, re-produce la lógica del capital, para ello se instituyen una serie de métodos “científicos” rigurosos y arbitrarios, los cuales sin importar su descontextualización deben ser aplicados para llegar a la “verdad”. Recodando al Maestro Paulo Freire, cuando decía “Nadie educa a nadie, pero nadie se educa solo, nos educamos en comunión, a través de los medios con los que contamos” nos brinda la oportunidad de comprender que somos sujetos de conocimiento, y que a partir del diálogo, que es una mediación, podemos seguir avanzando en la construcción de un conocimiento socializado y socializante. Por otro lado, no podemos dejar de lado la unilateralidad con la que es construido el mundo moderno occidental, la cual niega al otro en su resistencia, niega al otro desde su condición material, y lo niega por no aplicar los convencionalismos metodológicos dominantes, creados desde los países del capitalismo central. La construcción de indicadores, en ese mismo sentido, es fetichizada, de tal forma que si no cumplimos con lo planteado en dichos indicadores, fracasamos en nuestros objetivos. Hay que tener cuidado con esto, pues lo otro no es la negación absoluta de instrumentos de medición, sin embargo estos deben dar cuenta de la complejidad que está adosada a la construcción del conocimiento de forma colectiva, para ello acercarnos a las mediciones cualitativas puede servirnos para avanzar en la organización popular. Así, El dogma de la ciencia moderna occidentalizada, es un determinismo que debemos combatir para, con determinación, seguir avanzando en cuanto a la descolonización de saber.

Segundo: no porque hayamos vivido compitiendo los últimos 4 siglos, quiere decir que sea la única manera de entender la vida en sociedad (Maturana), por eso es necesario revisar la historia de lo que fue la organización social ancestral, sin fanatismo dogmáticos, para poder consolidar unas relaciones sociales solidarias que permitan cambiar las formas de nuestro andar cotidiano desde nuestras comunidades. Todo individualismo es caótico, miren el ejemplo del cáncer.

Tercero: el mundo no es absolutamente dicotómico y simple, es complejo. Para el capital, dentro de su fase corporativa de mercado, existen exitosos y fracasados; desde el academicismo existen inteligentes y brutos; desde el racismo, blancos y negros; desde el poder, la mirada recae entre los que mandan y los que obedecen; desde lo político (shmitt) existen los buenos y los malos (relación amigo-enemigo); desde el cientificismo, los sabios y los bárbaros; desde lo estético, lo bonito y lo feo; desde las relaciones de producción existen también los emprendedores y los flojos, quejones, envidiosos y des-adaptados. Bueno, podemos llenar páginas y páginas dando ejemplos al respecto, sin embargo, lo que queremos señalar es que esto es una construcción ideológica hecha sentido común (apropósito de Gramsci), por la clase dominante, para que nosotros sigamos los patrones de construcción identitarios que reproducen al sistema capitalista. Con ello muere el debate y construimos verdades absolutas, estableciendo juicios de valor sobre el otro.

Vaya que sí, es semerendo peo! Pero lo estamos discutiendo, y eso ya es mucho. Con todo esto se abre el debate sobre la comunicación y la nueva filosofía de la praxis política nuestra americana, que estamos construyendo desde las organizaciones sociales de base. Así cerramos el año en la escuela popular de comunicación, más no damos cierre a las las ideas y al hacer cotidiano. Esperamos de esta forma que este texto sirva aunque sea de mal ejemplo, y que al igual que a aquel querido provocador, me caigan a leña, demostrando con argumento nuestras razones históricas, las cuales está llenas de deseo y esperanza. Feliz descanso reflexivo, necios revolucionarios.

*Vocero del Colectivo de Acción Revolucionaria CAR-Mérida



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2270 veces.



Carlos Rivas

Escuela Popular de Comunicación ?Eulogio Paredes?. Vocero de la Casa del Costurero.

 carlos_rivas_45@hotmail.com

Visite el perfil de Carlos Rivas para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: