El gobierno nacional aprovechando la legitimidad obtenida en los comicios del 8-D, propició un espacio de conversación y entendimiento con alcaldes y gobernadores de la derecha (MUD) en donde se pondrían en la mesa la discusión del presupuesto 2014 partiendo del reconocimiento a la constitución, al presidente y al Plan de la Patria, para lograr la paz.

En tal reunión el presidente Maduro se manejó con mano zurda ante los factores de la derecha, y esto ha sido necesario para lograr una tregua frente a un inestable equilibrio transitorio, la tregua impone un mutuo reconocimiento, mientras se dan las recomposiciones de ambas fuerzas enfrentadas, que por la paridad y el desgaste (electoral, político, social y militar) no pueden constituirse en hegemónicas.

Opositores aceptan reunirse pero no aceptan condiciones y desconocen el Plan de la Patria

La respuesta de la derecha, concertada previamente en reunión interna de la MUD, ha sido bypasear una de las condiciones iníciales para el dialogo expuestas por Maduro (reconocer el plan de la patria) y propusieron que el entendimiento de ambas bloques puede darse “a partir del respeto a la constitución nacional”. También protestaron que se les intentara imponer el Plan de la Patria, argumentan que no puede imponérseles un plan socialista apelando al derecho de la pluralidad expresado en la constitución nacional.

¿Que ganó la MUD en este encuentro?

En esta reunión no solamente Maduro ganó reconocimiento, La derecha aprovechó tal ocasión para hacer circular su discurso de denuncias al gobierno nacional en vivo y directo por el SIBCI (sistema de comunicación de las fuerzas chavistas), a través de esta vía, lograron propagandizar su concepto de la descentralización asfixiada por el centralismo, se mostraron apegados a la legalidad en detrimento a la imagen de "golpistas" como son vistos en el chavismo, propusieron una ley de amnistía para sus políticos presos, polemizaron sobre organismos paralelos creados al margen de alcaldías y gobernadores, presionando el reconocimiento de la legitimidad de tales organismos, lograron compromiso público para la entrega de proyectos para el Consejo Federal de Gobierno y sobre todo impulsaron la creencia en parte de la población en que la conciliación y el entendimiento entre los factores armoniza las contradicciones de clase y dota al país de una apariencia de democracia.

La farsa del planteo de la pluralidad capitalista frente al socialismo.

En medio de la discusión de carácter política, el alcalde derechista Gerardo Blyde, planteó como oposición y respuesta a la propuesta del Plan de la Patria y su planteo socialista, el derecho a la pluralidad establecida en la constitución, este argumento tomó por sorpresa al presidente maduro, quién optó por refugiarse llamando a un recurso de interpretación de la sala constitucional para este caso, sin embargo vale destacar que: 1) El plan de la patria fue el proyecto que presentó el presidente Chávez el 7-O y posteriormente el presidente Maduro el 14-A, por ende cuenta con la doble aprobación de la mayoría de los venezolanos(as). 2) que el Plan de la Patria cuenta con la asunción como ley de la república por parte de la Asamblea Nacional, por tanto, este es el proyecto de toda la nación, que por supuesto reconoce y más bien protege y crea las condiciones para el ejercicio de la pluralidad.

Lo que los revolucionarios debemos decir y debatir abiertamente, es que el Plan de la Patria es en esencia pluralista, allí se desarrollan los derechos de los homosexuales, de los pueblos indígenas, de los afrodescendientes, de las feministas, de los ambientalistas, le da protagonismo a los trabajadores explotados, a las comunas para hacer ejercicios de autogestión democrática, se promueve una sociedad donde el hombre y la mujer puedan tener acceso a una solida base cultural para ejercer de manera consciente sus derechos, y esto sólo es posible bajo la construcción y consolidación de un modo de producción socialista, he allí el dilema engañoso de Blyde, quién propugna un falso pluralismo pero bajo la incuestionable dictadura del régimen de explotación social por el capital. Cantaba el gran Ali Primera que cuando la burguesía habla de libertad y pluralismo en realidad apenas se refieren a una tolerancia rastrera frente a los pueblos.

La tregua necesaria frente a un inestable equilibrio transitorio y las recomposiciones de los bloques en pugna

Desde los resultados y lecciones del 8-D, la misión principal de ambos bloques de fuerzas es recomponerse, dar tratamiento correcto a las contradicciones internas, ajustar los programas de lucha y librar una batalla cultural para animar a las grandes masas a salidas estratégicas viables y a las que el adversario no pueda frenar.

En esta dirección van las recientes opiniones de Henry Ramos Allup dirigente de AD-MUD quién afirmó: “debemos revisar cómo nos ha ido en los últimos cuatro procesos (…) ¿Con estos resultados se puede promover una enmienda, un revocatorio? ¿Se puede promover una constituyente? Yo creo que no. Estamos promoviendo soluciones como si le hubiéramos dado un nocaut electoral al Gobierno”, mas adelante Allup, exhorta a que desde la oposición se debe rectificar la línea política que se viene teniendo hasta hoy, aseverando que la MUD “tiene que ir más abajo, porque allí estamos fallando. En cada elección le facilitamos al Gobierno el argumento de pobres contra ricos, de Este contra Oeste, de aristocracia contra pueblo. Aristocratizar el ejercicio de nuestra actividad política nos va a traer cada día peores resultados. Nosotros no contábamos con esas medidas que tomó el Gobierno contra el desabastecimiento y contra la especulación, que tuvieron una enorme incidencia en los resultados electorales (…) en medio de esas medidas hubo algunos necios en la oposición que en vez de culpar al Gobierno por haber distribuido mal los dólares preferenciales para que se produjera toda esa especulación, salieron a defender a los comerciantes que especulaban”.

Por su parte, hemos planteado en documentos anteriores que las fuerzas revolucionarias no podemos caer en triunfalismos, los resultados del 8-D sólo nos generan un espacio- tiempo para recomponer nuestra línea política, a la que estamos en deuda desde el llamado del comandante Chávez a través del documento “líneas estratégicas de acción política” y su llamado a las 3R2 (Revisión, Rectificación, Reimpulso, Reunificación, Repolitización y Repolarización), advertía al país: “lo que está en juego es la posibilidad de avanzar en la profundización democrática de la sociedad venezolana para seguir abriendo los caminos hacia el horizonte socialista o retrogradar al pasado del oscurantismo capitalista que impusieron el Imperio y la burguesía al pueblo de Simón Bolívar”.

Chávez planteaba superar fenómenos como el burocratismo, el oportunismo, el sectarismo, el nepotismo y el gradual alejamiento de la base social bolivariana, resultantes de la persistencia de la “cultura capitalista” en el seno de la sociedad. También planteaba superar la cultura de las maquinarias donde lo electoral se concibe como un fin en sí mismo y por el contrario construir un partido- movimiento que funcione como plataforma de desarrollo y fortalecimiento del poder popular.

Planteaba de igual forma que la mejor forma de expandir y acrecentar la base social de la revolución bolivariana es organizando los Consejos Patrióticos Bicentenarios (no nos referimos a los ensayos hechos por el Polo Patriótico) en todos los municipios, reuniendo a la base del PSUV (hoy las UBCH), a los militantes de los partidos aliados, a todas las formas de organización popular revolucionaria (consejos comunales, comunas, frentes, comités, sindicatos etc.), con el propósito de trabajar sobre la concreción del Plan de la Patria en los diferentes espacios. Vale destacar que esto último es de gran importancia para una recomposición democrática de las fuerzas revolucionarias.

Es tiempo de re- politizar y re- polarizar ganando a las grandes multitudes oprimidas por el capital para el proyecto socialista sin temor y sin complejos, ganando incluso a los sectores proletarios que acompañan a la oposición.