Aquí les dejo varias reflexiones que podrían contribuir a despejar ciertas dudas y a aportar algunas soluciones en este complejo momento que vive nuestro país:

1

Las guarimbas criminales que han montado los grupos irracionales y fascistas de la oposición impiden la libre circulación de personas y generan tensión y violencia. Estas acciones atentan contra las leyes, contra la democracia, contra la sociedad, contra la naturaleza y contra la vida. También hay que decir que las guarimbas invisibles que los grupos irracionales del gobierno han montado en los últimos años alrededor de los medios de comunicación impiden la libre circulación de informaciones variadas y opiniones diversas. Estas acciones atentan contra la libertad de expresión, contra la participación popular y contra la contraloría social… Este último punto lo he explicado otras veces de la siguiente manera: uno de los peores errores que ha cometido este gobierno es haber eliminado de los medios públicos los programas donde las venezolanas y los venezolanos exponían sus reclamos en vivo y directo desde el seno de sus comunidades. Otro error fue sacar del aire los espacios de opinión que eran conducidos por personas que practicaban la autocrítica. La política comunicacional del chavismo oficial ha terminado convertida en una insoportable retahíla de frases prefabricadas y consignas autocomplacientes y la participación popular y la contraloría social han quedado reducidas a escombros. Este violentísimo proceso de censura ha sido denominado por el PSUV como "Mensaje de amor y paz". Para que Venezuela pueda seguir avanzando es imprescindible que cesen TODAS las guarimbas.

2

Los sectores violentos y minoritarios de la MUD le han venido imponiendo su agenda a los sectores democráticos que apoyan a la oposición. Esto ocurre mientras el chavismo oficial intenta hacerle creer al chavismo popular que los intereses de la desgastada y corrompida burocracia gubernamental coinciden con los intereses del pueblo venezolano.

3

Los que ayer apoyaron el silencio informativo que le aplicaron al chavismo los días 12 y 13 de abril de 2002 hoy reprueban el silencio informativo que se le aplica al antichavismo, y los que ayer reprobaron ese silencio informativo hoy lo utilizan contra sus adversarios e incluso contra sus aliados cuando aparecen las autocríticas… Esto demuestra que el totalitarismo comunicacional es una de las enfermedades que padece la sociedad venezolana. Para colmo de males hay gente que cree que el equilibrio se logrará cuando el PSUV y la MUD se repartan equitativamente el total de la cobertura mediática. La verdad es que con eso sólo construiríamos un monstruo de dos cabezas. La ecuación que nos toca resolver es cómo logramos que los medios de comunicación se conviertan en instancias autónomas frente a los intereses corporativos y los intereses partidistas o burocráticos que se mueven en nuestro país.

4

La sobrerrepresentación que el chavismo oficial tiene en los poderes públicos y en los medios de comunicación nacionales genera muchas tensiones. Esa sobrerrepresentación es una consecuencia de nuestro sistema político-electoral y también de los mecanismos de defensa surgidos de los temores o las apetencias que muestran algunos sectores que apoyan al gobierno. Lo cierto es que la mencionada sobrerrepresentación le genera calma y alegría (aunque por distintas razones) a la boliburguesía y a la burocracia del PSUV. La boliburguesía se aprovecha de ella para conseguir las cuotas de protección y apoyo que le permiten apropiarse del grueso de los recursos públicos, y la burocracia del PSUV se aprovecha de ella para librar en óptimas condiciones su lucha contra la vieja clase política o para intentar desplazar a los líderes revolucionarios que de forma natural han surgido en diversas comunidades y en diversos sectores.

5

La estrategia política que ha utilizado el gobierno en los últimos días es una copia de lo que ha ocurrido en el área institucional-cultural. Fíjense: de vez en cuando el chavismo oficial invita a los artistas populares a participar en concentraciones masivas, actos patrióticos, verbenas electorales, etc… En el marco de esos eventos los “líderes” del PSUV suelen recibir a los artistas populares con las siguientes frases:

“Bienvenidos a su casa”

“Este es el gobierno de ustedes”

“Nunca antes se le brindó tanto apoyo a la cultura”

Una vez que se ha cumplido con ese requisito retórico, se pasa al segmento de los abrazos, las sonrisas, las fotos, las anécdotas, las promesas, los chistes, las reflexiones y los cantos colectivos. Todo esto en medio de un cierto desorden que agrada y reconforta por su parecido con una fiesta familiar… Y es que hasta el ropaje sencillo e informal que muestran los asistentes hace que cada quien se sienta en su casa o en su vecindad.

Hasta ahí las cosas van bien. Lo criticable siempre ocurre uno o dos días después cuando aparecen nuevamente los “líderes” del PSUV pero esta vez reunidos con Abreu y Dudamel en algún espacio pequeño y lujoso del Palacio de Miraflores o en alguna “prestigiosa” sala de conciertos abarrotada de “humildes y respetables” músicos… A partir de ese momento entran en escena la “seriedad”, las chequeras, los acuerdos, el eurocentrismo, los trajes formales, la concreción de pagos, los aumentos presupuestarios y la planificación de giras internacionales… En dos platos: la monopolización de los recursos… ¿Y los artistas populares? Bueno, ellos (y ellas) quedan a la espera de que se requiera enfrentar alguna arremetida callejera de la ultraderecha o de que se necesite barnizar con toques “pintorescos” una campaña proselitista.

En la profunda crisis sociopolítica que estamos viviendo ahorita, el chavismo oficial quiere asignarle a los colectivos revolucionarios el mismo papel que hasta ahora le han asignado a los artistas populares… Bueno, realmente los colectivos revolucionarios ya han pasado varias veces por esa situación.

6

No me cabe la menor duda de que un hipotético gobierno de la MUD agravaría la mayoría de los problemas que hoy padecemos… Y no me cabe la menor duda de que dejando todo como está también se agravarían la mayoría de los problemas que hoy padecemos.



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