Debatir sobre el modelo económico venezolano sin abandonar el Socialismo

Los últimos días han estado agitados debido a las manifestaciones polémicas, por quienes desde dentro del aparato del Estado han emitido opiniones particulares sobre los asuntos de la economía venezolana, con posiciones diversas de lo que hoy representa el principal problema del País, partiendo del reconocimiento de variables medulares que se han agravado hoy en día tales como: incremento vertiginoso de la inflación, estancamiento del crecimiento económico e incremento de la pobreza el último año, pero también por variables puntuales relacionadas con la incapacidad de transformar el modelo productivo nacional hacia uno socialista, sobre el cuál no se ha terminado de trazar una hoja de ruta que permita consolidarlo como parte de la propuesta programática de la Revolución Bolivariana.

Lo que está bien

Partimos entonces de un recorrido histórico del cual no nos podemos desprender por el significado justiciero y reivindicativo de los más humildes por parte de la Revolución, por la consideración de la reducción importante de la desigualdad, la pobreza, la miseria y el desempleo, garantizando quebrar la larga noche neoliberal siempre servil a los intereses del Capital.  Para mantener estos logros fue necesario  desarrollar una política petrolera soberana y solidaria, que permitiera en el marco de un mundo multicéntrico y pluripolar promover una nueva geopolítica económica, que permitiera al menos en el corto plazo diversificar los mecanismos de intercambio comercial, y propiciara la generación de nuevas formas de cooperación más en términos de integración que de una lógica economicista.  También fue necesario el establecimiento de subsidios al pueblo que permitieran sostener las demandas sociales, satisfacer las necesidades básicas, incrementando de forma contundente la inversión social, pero que estructuralmente aún nos deja fuertes vulnerabilidades cuando se establecen comparaciones entre pobreza real general o extrema (medida por línea de ingreso y necesidades básicas insatisfechas) y estratificación social en los sectores D y E (pobreza relativa), en este caso sobre la primera variable se presenta una reducción significativa mientras que la segunda se ha mantenido casi intacta (Ortega, 2014).

Lo que hay que corregir

Ciertos elementos han marcado el modelo económico venezolano los últimos años, en un principio desde la política cambiaria porque el control resultó indispensable para solventar la situación social, pero que terminó corrompiéndose por la lógica parasitaria de la Burguesía Venezolana y por la complicidad de funcionarios que permitieron el desfalco denunciado oficialmente de 20.000 Millones de Dólares en Empresas de Maletín, que se amplían de acuerdo a Sutherland (2014) en unos 150.000 Millones de Dólares como un monto global extraído del país por parte del Sector Privado, sin que hasta el momento sean identificados con profunda seriedad los responsables por esas acciones que sin duda afectan la situación económica actual venezolana. Sanear éticamente requiere asumir las responsabilidades del caso y en ello el Estado Venezolano es el responsable de promover con celeridad tales investigaciones para que el pueblo conozca la realidad y gravedad de lo ocurrido.

Adicionalmente en Venezuela se desarrolló una lógica subsidiaria que de acuerdo a las cifras oficiales del BCV elevó escandalosamente las importaciones nacionales, sin un criterio de prioridad, y con un dólar barato se subsidió desde implantes mamarios hasta compras masivas de vehículos de consumo individual en detrimento de estimular un nuevo modelo productivo, con mayores capacidades científico-tecnológicas o de subsanar con mayor vehemencia el sistema de transporte público, rezagos los cuales de forma generalizada no permitieron con más eficiencia responder de forma estructural a los desajustes y desigualdades económicas existentes.

Se Nacionalizaron Industrias de carácter estratégico, lo cual resulta indispensable para desarrollar una política económico-productiva soberana, pero que la lógica del burocratismo ineficiente fueron mermando su capacidad por diversos problemas, que aunque no se puede generalizar representa un elemento a considerar dentro del panorama nacional.

También se dio apertura a nuevos mecanismos de endeudamiento bajo lógicas de intercambio muy diferentes a las planteadas por el BM el FMI o los miembros del Club Bildelberg, pero que hoy en día suenan con altos riesgos ser retomados al pronunciarse explícitamente sobre acuerdos muy singulares con Empresas Norteamericanas, o por emitir anuncios de ampliación de las exportaciones petroleras a los Estados Unidos en un país miembro del G8, lo cual representa un quiebre fundamental de la política económica emplazada por Chávez a lo largo de la Revolución Bolivariana muy cuidadoso de diversificar sus relaciones económicas internacionales, reduciendo considerablemente su dependencia de quienes representan los intereses del Capital Mundial.

Igualmente en el marco de un trabajo articulado probablemente necesario para garantizar los niveles de producción nacional se ha venido apoyando un conjunto de Industrias, fundamentalmente pertenecientes al sector privado, sin embargo esto presenta dos niveles claramente notables; el primero desde la producción de rubros de sectores estratégicos y el segundo muy aberrante el trabajo con Trasnacionales que históricamente tanto daño le han hecho al pueblo latinoamericano, no es lo mismo por ejemplo promover la producción de autobuses para el transporte público en el País en vez de importarlos, que otorgar concesiones a las Trasnacionales fundamentalmente en el acceso a divisas casi en su totalidad provenientes de la industria petrolera.

Lo que hay que transformar

Esas condiciones existentes bajo la crisis actual, requiere de una mirada innovadora que permita reducir considerablemente las concesiones al Capital, fortaleciendo nuevos mecanismos de producción atendiendo fundamentalmente las necesidades básicas de los venezolanos, desde el desarrollo de capacidades auto-gestionarios, que estimule una fuerza de trabajo liberada capaz de generar sus propias satisfacciones, rompiendo con la lógica Estado Corporativo Burguesía Industrial para producir, con incidencia en la política pública no solo cuantitativamente sino desde las cualidades puntuales de la orientación estratégica, que permita superar la coyuntura actual a partir de propuestas consonas con el Socialismo Bolivariano, no solo desde su enunciación sino en su praxis transformadora, generando un gran plan productivo, que permita por ejemplo tener en cada municipio o comuna del país una industria en manos del movimiento social capaz de ir progresivamente a modo de injerto socialista como lo planteaba Chávez a partir de Mézaros rompiendo con los monopolios y oligopolios existentes, reconociendo claro está que las necesidades básicas del pueblo no pueden ser postergadas mientras se alcanzan los objetivos propuestos.

Microeconomía y Macroeconomía ¿Quiénes y cómo inciden?

No es fácil atender el tema económico nacional, en principio porque no está suscrito exclusivamente a nuestro territorio, sino porque corresponde a condiciones geopolíticas y económicas globales, en medio de una crisis del sistema capitalista, aunado a los problemas de las desigualdades y el impacto ambiental generado por la promoción de un exacerbado consumo que pone en riesgo la vida de la especie humana.

Es por ello que en el caso venezolano la incidencia de la política de Estado es fundamental, porque es la instancia que desde un peso importante por la industria petrolera fundamentalmente posee incidencia en la política económica, mientras que el resto de las presiones son generadas por la conexión Burguesía Oligarquía Imperialismo, a la par que la economía social solo termina reduciéndose a elementos micro económicos, que pierden poder en la toma de decisiones.  Por ello en el apartado anterior se mencionaba la necesidad de ir desarrollando procesos de valor agregado a partir de los espacios comunitarios y otras expresiones sociales para poder equilibrar el peso en el campo de la toma de decisiones con mucha mayor incidencia.

El Dólar Paralelo y la Inflación

Un elemento que llama particularmente la atención tiene que ver luego de la aparición del SICAD II como mecanismo para la adquisición de divisas, la reducción de 25% del precio del mercado paralelo, a la par la inflación en esos tres meses de la toma de la medida  se incrementa en 15%.  Ya lo expresábamos en un trabajo anterior, que con ese caudal de Bolívares provenientes de esa nueva tasa de intercambio podríamos terminar aumentando la liquidez con mucho riesgo (Ortega, 2014).

Adicionalmente ese casi 60% de divisas referidas en el Plan Nacional de Importaciones a 6,3 Bs. por Dólar, parece casi imperceptible en el marco de la economía venezolana, pasa desapercibido en los anaqueles, y el ciudadano se pregunta dónde se encuentra esta amalgama de divisas que deberían compensar los desequilibrios por las medidas convergentes aplicadas.

La especulación y la Ley de Precios Justos

Una tarea fundamental tiene que ver con el marco aplicado para el establecimiento de precios, por dos elementos básicos que son urgentes de corregir: (1) el asunto de estructuras de costos que en algunos casos son superiores a los de venta, para lo cual es necesario aplicar subsidios que solventen estas brechas existentes, y (2) desde la lógica de los márgenes de ganancia que solo se reducen al último eslabón de la cadena y no a la red completa de comercialización en un país donde producto del desarrollo de una economía de puerto lo que sobran son los intermediarios, por que el 30% se convierte en apenas un valor recursivo de la cadena especulativa de la Burguesía Parasitaria.

Los efectos en la sociedad

Ante los elementos puestos en el tapete, el 2013 nos trajo consecuencias que revirtieron la tendencia de reducción de la pobreza, y eso debe prender todas las alarmas del proyecto político nacional, implica por tanto asumir el problema económico no solo desde la perspectiva de producción sino también integralmente desde la disposición final y el acceso a los bienes y servicios indispensables del pueblo, por eso es necesario ser muy cuidadoso y sincero con los ajustes estructurales, los cuales solo pueden ser tomados con el visto bueno de la población.

La Guerra Económica ¿Quién es el enemigo?

Hemos venido planteando la existencia de una guerra económica, pero en ella más que lanzar elementos que se terminan diluyendo es necesario precisar dos aspectos: las variables que la determinan y como se hacen tangibles y los actores que conspiran en este hecho, porque muchas veces se confunde a la militancia Bolivariana por las articulaciones con trasnacionales, mecanismos financieros del Gran Capital o agentes locales que históricamente han apostado por la restauración del neoliberalismo.

El Objetivo no es solo elevar la productividad sino dar mayor poder y responsabilidad a los trabajadores

Se ha planteado elevar la productividad, sin embargo este elemento no se puede percibir des-ideologizado, porque resulta necesario identificar cuál modelo productivo, porque el único camino es el socialismo, y definir igualmente con los trabajadores las urgentes transformaciones del modelo económico dándoles mayor participación y responsabilidades, que lejos de retroceder puedan avanzar progresivamente en sus conquistas y en su papel histórico.

¿Qué hacer? Tomar decisiones junto al pueblo, El Golpe de Timón, Escuchar a Chávez

Se han planteado un conjunto de alternativas, sobre la base de un diagnóstico muy subjetivo pero también científico en hechos concretos que se han materializado, necesarios y urgentes para el debate, Chávez descifró algunos elementos en aquel Consejo de Ministros del 20 de Octubre en el Golpe de Timón así como a lo largo de su pasar por este hermoso sueño que nos ha dejado para las generaciones siguientes. Así que siempre será el mismo Comandante quien nos de luces para definir la ruta a transitar. Que sea el quien hable en estos momentos, y que sea la voz del pueblo la que aliente su llamado.

I

¿Ve? si yo hiciera eso rápidamente o desmontáramos el control de cambio que es lo que quiere la burguesía y el imperialismo, bueno se irían las reservas internacionales en menos de lo que canta un gallo y no habría espacio en los puertos para los vehículos que los tienen allá listos ¡fríos! Nada más esperando para traerlos para acá desde Estados Unidos, desde Colombia, desde otros países, etc. ¡Ah! Bueno entonces veríamos en diciembre ¡pum! Subió el PIB en Venezuela ¡que bueno! ¿se dan cuenta? Esas preguntas hay que hacérselas y luego buscar conclusiones, recomendaciones y decisiones ¿vamos nosotros a seguir midiendo la economía con ese criterio o con esos criterios? No debemos seguirlo haciendo, una Revolución tiene que desprenderse de las armas melladas del capitalismo (...) Porque sino el capitalismo termina engulléndose la Revolución (...) esos temas deben ser temas para el debate, la discusión del congreso, con el gobierno, con el gabinete económico, con los vicepresidentes del gobierno, con el presidente del gobierno, con las comunidades, con los trabajadores. La clase obrera no puede quedar por fuera de toda este debate, esta discusión los distintos sectores del país, los productores y productoras. (Chávez, 2009)

II

Cuidado con las corrientes esas, que no se definen muy bien, si es socialismo, es capitalismo, cuidado con el reformismo. No es reforma que estamos haciendo aquí, es revolución, es una revolución (...) No es economía de mercado, ni capitalismo humano, ni ponerle caretas al capitalismo, no, es liquidar el capitalismo y construir el socialismo. De eso se trata (...) Yo decía que hay corrientes, corrientes anarquistas, oportunistas, clientelares, capitalistas, infiltradas entre nosotros, hay también, hay la no ideología pues, hay la no ideología; los que no le hacen caso a la ideología, que ni les va ni les viene, cuidado (...) Así como hay ideología capitalista infiltrada, hay no ideología, espacios como neutros, que bien aprovecha el enemigo ideológico para meterse por allí, así como el anarquismo y el oportunismo y la ideología que necesitamos consolidar, precisar bien como mapa de navegación, y brújula y rumbo es la ideología socialista revolucionaria; la creación de nuestro socialismo, y eso requiere mucho estudio, compañeros, eso no es así de soplar y hacer botella. (Chávez, 2009)

III

Tenemos que asociarnos con los pequeños productores, pero tenemos que injertar la propiedad social, el espíritu socialista, a lo largo de toda la cadena, desde el trabajo de la tierra, donde se produce el mango, la guayaba, la fresa, hasta el sistema de distribución y consumo de los productores que de ahí salen (...) Todo eso hemos hecho en aras de la transición, pero no debemos perder de vista, compañeros y compañeras, la parte medular de este proyecto: no debemos seguir inaugurando fábricas que sean como una isla, rodeadas del mar del capitalismo, porque se lo traga el mar. (Chávez, 2012)

Ortega, N. (2014). Elementos para ir comprendiendo el impacto del SICAD II en la Economía Venezolana. [Disponible en línea: http://www.aporrea.org/actualidad/a185464.html] Abril, 01, 2014

Ortega, N. (2014). ¿Donde queda el olpe de Timón?. [Disponible en línea: http://www.aporrea.org/actualidad/a187593.html] Mayo, 05, 2014

Sutherland, M. (2014). Entrevista a Manuel Sutherland: Propuestas revolucionaria para su superación de la crisis. [Disponible en línea: http://prensapcv.wordpress.com/2014/04/16/entrevista-a-manuel-sutherland-propuestas-revolucionaria-para-su-superacion-de-la-crisis/] Abril, 16, 2014

Chávez, H. (2009). Primer Congreso extraordinario del PSUV. Caracas

Chávez, H. (2012). Golpe de Timón. Octubre, 20, 2012

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Nelson Ortega

Aprendíz de Socialista, Bolivariano, Investigador, Planificador Ingeniero en Informática, Diplomado en Innovación Tecnológica, Msc. Planificación Global. www.masrevolucion,blogspot.com

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