El pasado sábado 19 de julio se celebró la Conferencia Nacional Abierta de Marea Socialista, corriente de militantes del Psuv. Asistieron más de 250 delegados y voceros electos democráticamente en 18 estados del país, totalizando junto con invitados y observadores unos 320 participantes de una plenaria en la que cerca de 50 pudieron expresar abiertamente sus sentimientos, opiniones y propuestas de cara al III Congreso del Psuv, al gobierno nacional y al pueblo revolucionario y bolivariano de Venezuela.
El clima emotivo, comprometido y militante de los participantes en la Conferencia fue pletórico de un gran consenso necesario y urgido por las bases del chavismo que podríamos resumir en una gran llamado a una constituyente de las bases chavismo, un llamado a que el Psuv se declare en proceso constituyente, más aún vista la ausencia de información sobre el porcentaje de participación y de abstención de los militantes del partido en las elecciones de ayer domingo 20 de julio pero donde a nadie le fue difícil estimar que no pasó del 15%, a juzgar por la cantidad de votantes inscritos en cada centro electoral en contraste con los que efectivamente asistieron a estos comicios.
Se trata entonces de un claro mensaje de las bases bolivarianas del Psuv a que el partido emprenda una gran sacudón constituyente que rectifique el rumbo de la revolución, más aún si como declaró ayer domingo el mismo presidente Maduro, este III Congreso del Psuv será el responsable de trazar el rumbo de los próximos 20 ó 30 años de la revolución bolivariana. Tamaña responsabilidad para un III Congreso conformado en un 40% por los llamados delegados natos o nativos del poder, más un 60% de delegados electos con no más del 15% de las bases del partido, que vivieron el abuso arbitrario de quiénes sí podían hacer el marketing político a través de “kinos” y “chuletas electorales”, tan denostado por el propio Vicepresidente del partido, Diosdado Cabello, versus aquellos que ni si quiera podían promover sus candidaturas ni en sus barrios o en sus juntas de condominio.
En esos delegados electos, a pesar de su precaria legitimidad de base, recae o reposa la responsabilidad de enfrentar a la casta del chavecismo constituido desde las bases de un chavismo constituyente, que presione y exija, y en voz muy alta y sonora, por la refundación de un partido del que se han apropiado las cúpulas estalinistas y bucrocratistas que están llevando al precipicio la esperanza con la que este pueblo voto al Comandante Chávez en 1998 y que luego respaldó con abrumadora mayoría su llamado y convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, para precisamente refundar la república hundida en la conciliación corrupta de élites podridas.
Deterioro aquél de cúpulas podridas de la IV República y que hoy recordamos con el defalco perpetrado a la nación durante los 10 años del sistema de control de cambios y que sólo en 2012 arrojó unos 22 mil millones de dólares de robo descarado, de los 47 mil millones de dólares que se asignaron en divisas para las importaciones tan sólo ese año, tal y como lo denunciaron hace más de un año la para entonces presidenta del Banco Central de Venezuela (BCV), Edmmé Betancourt, y el recién removido con su Testimonio para la Historia, Jorge Giordani, Ministro de Planificación. Sin contar con las declaraciones del hoy Ministro del Poder Popular para Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, cuando declaró al final del año pasado que 40% de las empresas que en 2013 habían recibido dólares de Cadivi eran “empresas de maletín”. Esto sin contar las varias declaraciones realizadas recientemente en 2014 por el Diputado del Psuv Ricardo Sanguino del la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional y la misma Contralora General de la República, Adelina González, reconociendo y admitiendo el latrocinio contra el Tesoro Nacional a través del sistema de control de cambios y la asignación de divisas para importaciones fraudulentas, en esa asociación para delinquir en la que concursaron y aún lo hace una Burguesía Parasitaria con una Burguesía Burocrática.
Es momento de reconocer que esas cúpulas gubernamentales en nombre del chavismo bolivariano, como todo poder constituido, ha derivado en un régimen conservador y autoritario, desesperado por mantenerse en el poder como una casta corrupta que urgimos por sacudir desde las bases. Una Marea Socialista y roja está comenzando por alborotar la rebelión de las bases contra la castas, es la revuelta del chavismo constituyente contra el chavecismo constituido.