En ocasión del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela
Por este medio quiero manifestar, en principio, mi deseo de haber estado en este espacio tan importante que ustedes protagonizan hoy. Vamos hacia el futuro con la firmeza de nuestra formación y acción diaria, hoy más que nunca tenemos la responsabilidad de asumir nuestra bandera y nuestros símbolos para llenarlos de glorias y eso solo se hace con mucho esfuerzo en el estudio y en el trabajo por un país cada día más soberano, más digno, más moral, más bolivariano y chavista.
Quiero invitar a que reflexionemos seriamente sobre el Movimiento Bolivariano. No hablo de un partido ni de un grupo, ni siquiera me refiero a un colectivo o a unos seguidores. Me refiero al glorioso Movimiento Bolivariano, que es la dignidad de pueblo venezolano y de Nuestra América. Toda la moral de Bolívar, que arropa las generaciones pasadas y futuras de Venezuela, a eso me refiero. Me refiero al espíritu de la República, a la base fundamental del corazón de la juventud del pueblo. No es un asunto de izquierdas ni derechas esta reflexión, es un asunto más bien integral, quiero que nos veamos hacia dentro, hacia lo profundo de nuestra historia, hacia la intimidad de nuestro corazón, hacia la tierra que guarda los huesos de nuestros libertadores. Para esto habría que escribir largas tesis, como las del General en Jefe Jacinto Pérez Arcay, establecer diálogos educativos como los del Comandante Supremo Hugo Chávez o publicar los textos bolivarianos integralmente, para llegar a la raiz, sin embargo vamos a dar un paso rápido que nos ubique en este momento, en esta escuela, en este segundo.
Simón Rodríguez establece que "La fuerza material está en la masa y la Fuerza Moral en el Movimiento de la masa...” y agrega Hugo Chávez que “La Fuerza transformadora está en la masa consciente en Movimiento Acelerado”
En este sentido, la masa es el grupo que se reúne aquí en este espacio y en este momento con un objeto claro de formación para la producción, el trabajo, la conciencia patria. Esta masa es por sí misma una fuerza material, medible, concreta, con un número finito de personas y de los recursos que estas portan consigo. La masa por sí sola no es capaz de hacer nada sin movimiento. El estado de reposo la destruye y el estado de movilidad sin rumbo acaba con ella. Las grandes masas que se trasladan por cerebro ajeno terminan encontrando su muerte absoluta, la pérdida de su espíritu, por haberlo puesto en manos ajenas, le impiden convertirse en Movimiento. Entonces no es suficiente haber acumulado una fuerza material importante, sino que es necesario que esta produzca una fuerza moral indestructible, gloriosa. Tal como el Movimiento Bolivariano.
Entonces, la masa adquiere virtud con las cosas que hace y se convierte en fuerza moral, esa fuerza moral es el producto de su movimiento; ¿Hacia dónde van estos humanos? ¿Qué pretenden estos humanos? ¿Cuál es el objeto de estos humanos? El movimiento no es simplemente la movilización, no es un traslado sin rumbo. Como aprendimos en el liceo el movimiento tiene magnitud, dirección y sentido. ¿Hacia dónde van estos humanos? Cuando adquirimos esta definición, concreta, escrita o acordada en el alto valor de la palabra, la antigua masa (fuerza material) es ahora una virtud, es un Movimiento. Así es pues, el pueblo de Bolívar y Chávez, así es el Movimiento Bolivariano, una fuerza social con dirección y sentido concreto para la construcción de la independencia y el logro del despeje de la incógnita del juramento en Monte Sacro del Libertador.
¿Cómo despejar la incógnita de la vida del hombre en libertad?
Si es auténticamente bolivariano, es auténticamente chavista. Lo autentico es una razón de origen, es un sello en el corazón, en la conciencia, los genes, en todo lo humano que rodea ahora la fuerza moral. Para que seamos auténticos bolivarianos, debemos ser gente de la Revolución de Independencia, de la Revolución de las Ideas, formadores del hombre y la mujer nueva, gente capaz de vivir en libertad y construir la vida en libertad, bajo los ejemplos y preceptos que han dictado de manera luminosa el Libertador Simón Bolívar y Hugo Chávez.
Son estas palabras para los que se reúnen en la hermosa agrupación de una escuela de formación, porque este espacio debe ser como lo veía Hugo Chávez: “para que la juventud, sea luz del mundo y sal de la tierra” La luz emana de las ideas y alumbra el camino, antiguamente oscuro, para que los patriotas logren defender su pasado y su futuro. Las tinieblas del capitalismo y la ignorancia, del consumismo y la individualidad solo pueden ser superadas con la luz que emana del conocimiento, del saber, de la virtud del estudio y el trabajo.
El equilibrio del estudio y el trabajo es determinante en el Movimiento Bolivariano. Porque es la esencia del avance de las ideas. Los compañeros que adquieran conocimientos deben confrontarlos con la realidad y producir un nuevo conocimiento para que el movimiento crezca al mismo ritmo de su existencia. Es decir, no hay una forma de detenerse en el camino si las ideas se estudian y repasan y al mismo tiempo se construyen cosas concretas con esas ideas. Veamos, eso es el Plan de la Patria: un proyecto nacional construido por el dirigente máximo del Movimiento Bolivariano, tras el hecho de analizar el avance y retrocesos de las ideas patrióticas y su historia, es un producto del conocimiento científico, de la experimentación en el ejercicio del liderazgo mundial.
Ese plan constituye el programa fundamental de los bolivarianos modernos, porque es la guía concreta para dilucidar el problema del hombre en libertad. Es una aproximación a la vida en democracia, la defensa de la nacionalidad y la latinoamericanidad caribeña de Nuestra América. El Programa de la Patria es el documento libertario más cercano a los que pertenecemos al Movimiento Bolivariano y que nos declaramos gente de la Patria Grande.
Esto último, quizá es el mensaje de Hugo Chávez cuando dice que “La Fuerza transformadora está en la masa consciente en Movimiento Acelerado”
Es un indicador de cómo el movimiento acelera los tiempo por su capacidad acelerada de hacer, su capacidad concreta de realizar las ideas que lo sustentan. Masa consciente es en esencia el Movimiento Bolivariano como cuerpo social, y el movimiento acelerado es la capacidad de los bolivarianos para concretar en menos tiempo la realización de los supremos sueños del Libertador. Ese llamado de acortar el tiempo de realización del sueño esta estrechamente vinculado a salvar la vida de las ingentes masas de hombres y mujeres sin dirección ni sentido en el mundo, que el capitalismo moviliza hacia su propia destrucción, es una dirección del máximo dirigente bolivariano para impedir la eliminación de la especie humana antes de encontrar como vivir en libertad, preocupación ultima del juramento del monte sacro.
¿Quién pertenece al Movimiento Bolivariano? Podríamos comenzar por los que no pertenecen: las masas ignorantes de la historia nacional y expoliadas del amor a la patria y sus símbolos definitivamente han quedado excluidas, por atrasados, de este movimiento que debiera llevar consigo a todos los nacidos en el Nuevo Mundo. Es lamentable la penetración cultural que impide el asentamiento del “ser libertario” en los nacidos bajo el manto glorioso del Libertador, aun cuando ese pasado no puede ser rehuido por nadie, la alienación imperialista se ha posado en el corazón de algunos que deberían tributar a la revolución de independencia de manera “natural”. La influencia ajena de los imperios, ha dominado a nuestros pueblos más “por la ignorancia, que por la fuerza” como bien lo reflejo Bolívar en su tiempo. Entonces esos seres sin luz, que aún se conservan como animalitos inconscientes, humanidades no evolucionadas y controladas por las pulsaciones de la preservación de un “yo” auténticamente ajeno, esclavizados por las influencias externas deben ser considerados excluidas del Movimiento Bolivariano por su devenir cultural, son gente cuyo atención debe ser prioridad de los Bolivarianos. Son especies en extinción en un país que avanza indefectiblemente a siempre encontrarse con su pasado glorioso de Libertadores y su futuro promisorio de libertad e independencia absoluta, ocupando un puesto elevado en las naciones del mundo, tal como fue soñado por el Libertador.
Reflexiono de esta manera, inspirado por la pluma de Jacinto Pérez Arcay y sus palabras luminosas, así como por la lucha perenne de Hugo Chávez por hacer evolucionar rápidamente a la especie humana que el conducía en la tierra. Es un asunto científico el Movimiento Bolivariano y su papel en la salvación de la humanidad, no debe considerarse como una labor contemplativa de la militancia en este Movimiento, aun extremadamente disperso, sino como una labor de praxis permanente, de experimentación social, política, económica, de realización de las utopías concretas a medida que se generan los saltos cualitativos de la sociedad en construcción, la sociedad del “hombre en libertad”, la sociedad donde reina la verdad entendiendo que “cuando se dice la verdad se libera al hombre en el mundo” como ha afirmado Nicolás Maduro.
Este reto, del juramento en el Monte Sacro, despierta un interés especial en el debate científico del Movimiento Bolivariano. “El hombre en libertad” es quizá la incógnita más buscada por la filosofía contemplativa y transformadora en occidente y constituye una duda permanente de los liderazgos sociales e intelectuales, asunto en el que se desarrolla el pensamiento y la acción del Movimiento Bolivariano. Occidente no ha dado para resolver esta incógnita, denuncia Bolívar en el Monte Sacro, y aun debemos insistir con él que solo “en el nuevo mundo” es que podemos dilucidar este asunto que viene de lejos, cuya solución no está en las escuelas religiosas, ni en los templos del saber, ni en las escuelas de filosofía política, ni en las cátedras de economía, ni en los asuntos mecánicos; Absolutamente nada de eso responde la incógnita por sí solo, ni aun el Plan de la Patria lo hace por sí solo. Sin embargo este último constituye la guía de ejercicios intelectuales y prácticos para que los bolivarianos, su movimiento, hoy en el poder de la República Bolivariana, bajo la confrontación de todas las disciplinas y corrientes del pensamiento y el conocimiento, podamos establecer bases definitivas que permitan ahora al Nuevo Mundo dictar las pautas solidarias, creativas, nuevas, que permitan al hombre vivir en libertad.
El Movimiento Bolivariano no tiene retroceso posible. Nos conducimos indeteniblemente hacia la coronación de los propósitos libertarios de la humanidad y es imparable este proceso. Si bien las condiciones generales de la sociedad evolucionan de manera contradictoria, debe establecerse que ni siquiera una derrota momentánea de nuestro Movimiento puede detener el cauce abierto por el Libertador y por Hugo Chávez.
El triunfo de las luces sobre las tinieblas es inevitable, el triunfo de la luminosidad bolivariana es indetenible y allí está la juventud del Movimiento Bolivariano, primera en la declaración de la Independencia venezolana, primera La Victoria, primera en Boyacá, primera en Carabobo y en Pichincha, en Junín y en Ayacucho, la misma Juventud: primera en la Revolución Federal y primera en la Revolución Bolivariana, ahora con la determinación del triunfo marcado en el corazón por el bolivariano Hugo Chávez. Es ahora y siempre el triunfo de los bolivarianos, es ahora y para siempre la restauración moral necesaria en la República y legada desde Angostura por el Libertador.
¡Viva el tercer congreso ideológico del PSUV!
¡Viva Simón Bolívar, Hugo Chávez, Nicolas Maduro y el Movimiento Bolivariano!