Nuestra ofensiva habla por sí sola

Nos encontramos en un momento donde la ofensiva política pudiera definir los resultados de las parlamentarias del año que viene. Valga hablar de ofensiva en términos generales en vista de que existen varias agendas políticas que apuntan hacia lo mismo y no es otra cosa –en este momento– que medirse en la calle para ver con quiénes se cuenta para el venidero escenario electoral.

A propósito del asesinato de Robert Serra, nuestra militancia y simpatizantes se han tirado a la calle a defender su nombre y su práctica, a defender su moral y a demostrar que los revolucionarios no tenemos miedo y, encima, que no estamos ni estaremos más nunca en la disidencia nacional y que las calles son del pueblo y no de los violentos. Otros, dirigidos por Jesús Torrealba y los integrantes de la MUD, parecen conducirse al fracaso en términos de movilización y acumulación de fuerza opositora para echar a andar su plan violento, que sigue estando en la superficie de su mesa. Convocan a movilización en tono de protesta y termina siendo una asamblea por la dimensiones de su convocatoria. Nosotros, en cambio, demostramos una vez más de qué lado está puesta la esperanza del pueblo y quedó claro que el pueblo le apuesta a la paz. Por otro lado, con ambos eventos queda en evidencia que la opción pacífica tiene más seguidores que la opción que pretende desencadenar una violencia similar a la del pasado 12 de febrero de este año y 15 de abril del pasado.

Del lado de la revolución hay unidad en la teoría y en la práctica, virtud de la que no goza la MUD, porque tiene átomos sueltos que también llevan su propia agenda y su forma de ver el abordaje de la coyuntura que atravesamos como hecho favorable, no a la organización que los agrupa sino a la de sus propios partidos. Es el caso de Henrique Capriles, quien no parece estar muy cónsono con la liderización de marcha o protesta alguna al frente de éstas, sino que de manera muy egoísta sigue apostándose a sí mismo como próximo y repetido candidato presidencial. Desfasado en tiempo, el último ha dejado ver sus intenciones no sólo de seguir recorriendo el país y permanentemente hablar mal del Gobierno de Nicolás Maduro sino que, como lo ha denunciado Elías Jaua, ahora quiere repetir giras internacionales que le faciliten la puesta en escena para sus propios e individuales objetivos. Capriles, no en consonancia con el discurso y pretensiones oficiales o públicas de la MUD, se va de viaje para Estados Unidos y a Europa durante este mes de octubre sin razón evidente sobre el ejercicio de sus funciones como gobernador del estado Miranda, lo que devela que el señor tienes otros planes que, conociendo ya sus acciones codiciosas, pueden ser para fomentar un clima de desestabilización aupado por sus acuerdos y para nada puede ser relacionado a las funciones inherentes a sus responsabilidades frente a los mirandinos, no va a traducirse su salida del país en obras tangibles para el estado en el que es gobernador. Por otro lado está la señora maría Machado, queriendo -ella sí- aprovecharse de la ofensiva de Torrealba a ver si cala su figura como posible candidata; también es curioso que María quiera en este momento político acercarse a los sectores populares con los recientes llamados que ha hecho a la participación en las asambleas de ciudadanos, término y concepto que no puede ser sino chavista y profundamente arraigado en las bases de nuestro pueblo organizado en Poder Popular. Las asambleas de ciudadanos se dan en el seno de nuestros consejos comunales, salas de batalla y comunas, y pongo en duda que, sobre todo Machado, pueda hacer mella en estos sectores que tienen un camino de organización y conciencia ya bastante sólido.

Además del desfase del gobernador y la exdiputada, quienes creen que las elecciones de 2015 son presidenciales, ha habido recientes prácticas de algunos partidos que sí saben de qué se tratan los comicios del año entrante para adelantarse a la discusión sobre la escogencia de los candidatos, de sus candidatos para presentarlos tempranamente ante la “Mesa”. Aunque la última no haya decidido cómo será su proceso de selección de candidatos, ya hay partidos como Un Nuevo Tiempo que se han adelantado en su ofensiva interna y han hecho su propio proceso de elección que definiría a sus directivos y por qué no sirva este proceso para perfilar a sus propios candidatos a los que luego les vendrá el odioso juicio de “Chúo” y su combo para determinar quiénes son la mejor opción para las candidaturas a las diputaciones del Parlamento. Es un enredo el que atraviesan, porque casi todos van en direcciones distintas pero con fijaciones sobre la hegemonía en la Asamblea Nacional, y digo casi porque son excepcionales los otros casos individuales.

Siguen medios en medio del libertinaje

“La SIP advierte sobre creciente retroceso de la libertad de expresión en Venezuela”, así decía el encabezado de una nota de una página web muy conocida por el perfil de su dueño y, aunque el medio no es el mensaje, en este caso nuestra legislación pudiera sancionar a personas naturales o jurídicas que incurran en algún delito con la publicación de cosas como las que por esa misma página se publican, por ejemplo, a través de la opinión de sus foristas sobre una nota, para ello el dueño es responsable de la administración de los contenidos que por su página se publiquen, sin la excusa que lo dijo otro u otra. El siguiente encabezado de la misma página deja ver lo contrario sobre la aseveración que hace la Sociedad Interamericana de Prensa en la nota anterior, porque da muestra de cómo ABC de España opina a través de una página venezolana sobre cómo creen ellos que está la situación del presidente Maduro, atacándolo ante la opinión pública frontalmente. Pero como la segunda es sólo una muestra sobre la contradicción de la primera, deberíamos entonces evaluar en detalle la opinión de los foristas en la primera nota sobre libertad de expresión. Por ejemplo, un señor escribió el siguiente comentario: “La libertad de expresión en Venezuela se perdió al poco tiempo de llegar Chávez al poder”, esto lo escribe desde la misma página que puede ser leída por el mundo entero, sólo con la fácil situación de tener su cuenta personal de Facebook abierta en la misma computadora.

Así están operando los que nos odian. Así siguen impunes quienes no les da la gana de controlar las opiniones de sus lectores y se burlan de los que exigimos se haga justicia certera sobre las depravaciones que ponen de manifiesto para tener control pleno sobre los manejos de opinión pública. ¡Basta de libertinaje!


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Jhonathan Sánchez


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