Nunca se han visto tales niveles democráticos en partido político alguno distinto a los que se viven hoy en el Partido Socialista Unido de Venezuela. ¡Impresionante! Luego de las elecciones internas para escoger a los Jefes y Jefas de los Círculos de Lucha Popular (CLP), de esa fiesta democrática en la calle, nos encontramos esta semana con la disciplina de la militancia al convocar, participar y dirigir las asambleas para elegir en esta etapa a los nuevos Jefes o Jefas de UBCH y Patrullas respectivas. Con gran fervor y con altos niveles de discusión democrática se están llevando las asambleas. Los que se postulan ─en algunos casos donde no hay consenso automático─ presentan su visión sobre la tarea que les toca y ahí es cuando los integrantes de la asamblea votan con “la señal de costumbre” por el de su preferencia, paso siguiente y con la misma metodología lo aplican con los Jefes y Jefas de patrulla, entendiendo que cada patrulla requiere de un perfil específico a desarrollar. Para la formación e ideología se postulan los que se creen con dotes para tales fines, y así sucesivamente con cada responsabilidad a elegir. Si hay algo más democrático y armónico, pues no lo conozco.
Es muy acertado entonces el decreto político del presidente Maduro sobre que el año 2015 es el año de los CLP, no hay imprecisión al dejar el rumbo político de la nación durante el año entrante en manos de las bases del Partido que hoy se organiza y elige, pero es sin duda la complejidad y transparencia de su proceso organizativo lo que demuestra el nivel de compromiso por la defensa de la Revolución y su permanencia en el tiempo. Entonces podemos estar tranquilos si la suerte del proceso revolucionario hacia la construcción del Socialismo Bolivariano está echada en los Círculos de Lucha Popular.
Garantizar la mayoría de diputados chavistas en la Asamblea Nacional es una meta autoasumida por las patrullas, las UBCH y los CLP, lo que demuestra el alto nivel de conciencia que posee nuestro pueblo, al que el comandante Chávez enseñó a estar siempre preparados para la batalla, estando de primeros en la fila cuando ésta se librase. Quiero decir con esto que desde abril de este año hasta las fechas previstas por la Dirección Nacional del Partido para que finalice todo el proceso de reorganización, se ha encendido irrefrenablemente una llamarada en el combate popular para ganar lo que sea, para defender la Patria y para no dejarla ser amenazada más nunca por la situación económica que hoy atravesamos y que sin duda, debido a ese espíritu colectivo, superaremos de forma tan radical que se pudiera convertir lo que está por venir en la profundización radical de los cambios y en más beneficios para el pueblo, con un ritmo nunca antes visto.
Nuestra historia en revolución registra hechos inéditos que aún algunos intelectuales estudian. A la salida de un golpe de Estado contra el comandante Chávez, el pueblo se hizo sentir no sólo devolviendo a Chávez a su legítimo cargo, sino como pueblo enardecido en la calle, pueblo “rodilla en tierra” con la Revolución. Luego siguió el conflicto y deciden hacer un paro general, incluyendo a la industria petrolera, sometiendo a ricos, medios y pobres a largas colas para el combustible, para comprar alimentos, escasez, se suspendió el béisbol y sabotearon las navidades. Con todo esto, lo que eferveció de nuestro lado fueron las Misiones Sociales. Se crearon nuevas universidades, nuevos medios, nuevas relaciones sociales y formas organizativas en torno a la superación radical de la catástrofe a la que nos sumió a todos la derecha venezolana.
En este momento nos vuelve a someter a las penurias endosadas de la crisis del mismo capitalismo y sus representantes empresariales internos, poco les importa (como aquellos días del 2003) los desmanes que pasen los habitantes de nuestros país para acceder a bienes materiales, poco les importa enfrentar y desafiar al Gobierno y a la propia ciudadanía con sus actitudes malandras de esconder los productos, de recibir las divisas para medicamentos y no importarlas, de jugar a brazos caídos. Todo esto lo aplaude la derecha pero ¿si durante el año 2013 nace en medio de tempestades todo el aparato social que hoy atiende las necesidades del pueblo y todo producto del sabotaje apátrida, qué puede esperar el país al superar esta situación actual? Que se agarren los pantalones los dirigentes de la derecha rancia, porque el pueblo chavista está convencido pero los sectores medios pueden sin duda pasarle facturas y someterlos a la desdicha irreversible de no obtener victoria alguna en ningún cargo de elección popular, y lo que es peor: pudieran perder la credibilidad para siempre.
Cuando el comandante Chávez se refería a que necesitaba una oposición seria, se refería a sus dirigentes, quienes parecieran estar signados por la historia a desaparecer definitivamente del escenario político nacional entre el 2016 y 2107 , precisamente por la torpeza de quedarse de brazos cruzados y estar conspirando contra quienes en algún momento los han apoyado. Sin duda es imposible gobernar sin oposición, pero nos tocará transitar ese rumbo, conformándonos con el perfil corrupto de algunos de sus dirigentes que logren llegar a la Asamblea Nacional en 2015 y otros gobernadores y alcaldes que quedan por allí vagando y sin mover un dedo para mejorarle la vida a los habitantes de sus estados y municipios.
Y mientras tanto...
Leopoldo es más odiado que querido. Aunque parece odioso afirmar que ni la misma oposición lo quiere libre, es no más que la cruel verdad. A cada grupo que tiene la esperanza de poder poner al candidato presidencial para el 2019, otros tienen sus propias aspiraciones, pero para muy pocos (para Lilian Tintori y familia sí) el próximo candidato puede ser el señor López, ya que es un “pateador de Mesa” de oficio y no ha dado muestras de unidad para nada desde hace ya algunos años. Negociar cargos no es su preferencia, por el contrario pelea con los “justicieros” por ellos.
Twitter: @jhonathansanche