Estamos en guerra; Venezuela vive una etapa cruenta en su historia, donde se busca acabar de manera absoluta, con el modelo socialista que ideo e impulso el Comandante Supremo Hugo Chávez, utilizando la guerra económica para acaparar los productos de primera y segunda necesidad, atacar la moneda nacional estableciendo un precio exorbitante del dólar no oficial y utilizando ese descontento para generar un ambiente hostil en el país, que permita crear una implosión popular y una posible intervención extranjera.
Ante esta situación peligrosa, he notado con suma preocupación que el gobierno nacional le ha dado poca importancia a esta guerra, manteniendo un discurso político gradual que genera muchísima incertidumbre social, (diciendo que van a decir, y no se dice nada), trayendo como consecuencia que las acciones de la guerra económica tomen espacio en la vida nacional, creando una inconformidad generalizada en el pueblo.
Que un país tenga muchas reservas naturales, como petróleo, agua dulce, o minerales, no garantiza que ese país tenga bonanza económica, y cito como ejemplo a Venezuela que posee las mayores reservas de petróleo del mundo y aun así esta susceptible a cualquier cantidad de ataques económicos. De igual forma un país que maneja muchas riquezas monetarias y que su producto interno bruto sea grande, tampoco es signo de que la economía interna se desarrolle armoniosamente, citando de ejemplo a Estados Unidos que a pesar de tener un musculo financiero grande y estar posicionado como una de las economías supuestamente más grandes y productivas del mundo; en el año 2008 estuvo al borde de un colapso que arrastro a la quiebra a muchos países de Europa y que reimpulso la guerra para abastecerse de petróleo y por ende de dinero, para mantener su economía que se devora al mundo con su estilo consumista depredador.
Para que un país se desarrolle eficazmente, y logre vencer todas las dificultades financieras y guerras económicas que se le presenten, debe tener un aparato productivo sumamente eficiente y debe importar cada día menos productos y manufacturar más rubros internamente. Esta es la verdadera solución, donde la empresa privada debe jugar un rol primordial con un fuerte compromiso social y abastecer al país de todo lo requiera. En este mismo orden de ideas, el gobierno en su carácter socialista debe ir generando la fuerza productiva con las empresas de producción social en los consejos comunales y las comunas para establecer una competencia sana que permita complementar un ciclo económico que garantice la superproducción y por ende la exportación de bienes de consumo hacia otros países y generar una entrada de divisas que pudiesen ser invertidas en el sector salud, infraestructura, educación, seguridad ciudadana entre otros.
De allí deriva la incapacidad de enfrentar esta guerra económica que con el descontento social gana más adeptos, y cada día se ve mermada la revolución cuyas raíces están siendo socavadas desde todos los ángulos posibles.
Yo tengo un plan estratégico que me gustaría proponérselo a usted Presidente Maduro y al país, para empezar a derrotar a la guerra económica que tanto daño le está haciendo a la ciudadanía y a la revolución, y dirigir el país, hacia la independencia económica y soberana.
Venezuela es un país, que tiene todas las posibilidades para ser una potencia mundial, y cuenta con un capital humano profesional excelente, que lamentablemente está buscando irse del país, por la situación en que se vive. Es por esto presidente Maduro, que le propongo generar acciones eficaces que tumben la clara intervención extranjera a la que se está sometiendo a la patria por las ansias de tumbar a la revolución que mas ha dignificado a nosotros los pobres.
¡A producir!