Sería una necedad poner en duda las fundadas indicaciones que José Vicente Rangel le hace al líder de la REevolución Bolivariana y Presidente la República, Nicolás Maduro Moros, sobre la situación de la seguridad, el abastecimiento y la inefi8ciencia del aparato burocrático, porque tales observaciones la hace desde la co0mprobada lealtad a la Revolución y su actual curso bajo la dirección del camarada Maduro y su honestidad política incuestionable de socialista y bolivariano comprometido con las causas del pueblo.
Y tampoco hay que echar en saco roto las opiniones de algunos críticos o disidentes del chavismo que, desde la honestidad pero la creciente distancia política coinciden con la formuladas por José Vicente o basadas en sus opiniones emitidas a través de su muy sintonizado programa semanal “José Vicente” hoy, transmitido por Televen los días domingos, porque tales opiniones deben presumirse están motivadas por visiones de la realidad dirigidas a plantear problemas y soluciones a los actuales problemas del país y en particular, de las políticas públicas que puedan conducir a superar esta situación y enrumbar el proyecto revolucionario por el camino revolucionario.
Pero lo que no se vale es que desde esas posiciones y algunas trincheras se pretenda exponer la realidad, de una manera tal que mostrara una supuesta paralización del gobierno en su respuesta a los acuciantes problemas que padece la población y, mucho menos, de negar los evidente logros alcanzados en la lucha sostenida contra la Guerra Económica y sus expresiones más perversas del acaparamiento, el contrabando y el micro y macro “bachaqueo”, al pretender reproducir una “fotografía” de inmovilidad que no aprecia contextos y cambios en la correlación entre las fuerzas del gobierno, la Fuerza Armada Bolivariana y el Poder Popular movilizado y las fuerzas contrarevolucionarias, sus agentes en el aparato económico y mediático y sus aliados “invisibles” externos.
Lo ha dicho el Presidente Obrero Nicolás Maduro y lo comparto: la mayor y más decisiva victoria de la presente batalla es haber derrotado a la estrategia de violencia de la oposición golpista, en una larga confrontación de casi dos años (agosto 2013 – Julio 2015) en medio de lo cual se intentaron dos Golpes de Estados y una sublevación cívico-político violenta con las Guarimbas y que, aunque fueron derrotados en lo policial, judicial y político, al punto de encarcelar a importantes Jefes y operadores políticos, lograron desestabilizar TODO el funcionamiento de la economía y, de manera particular, trastornar la conducta de 30 millones de consumidores, cuyo “normalización” requiere consolidar esos importantes logros políticos y desplegar una contraofensiva económica, comercial y financiera en un ambiente política y sicológicamente favorable.
Pareciera que algunos sectores del mundo político con antiguos altos niveles de responsabilidades de gobierno como Ministros, Viceministros, Embajadores y parlamentarios, que manifiestan sus elevadas preocupaciones por la supuesta “parálisis” del gobierno del camarada Nicolás Maduro, agotan su discurso de soluciones en el tema económico en donde, de “anteojito”, la inmensa mayoría de los chavistas y el resto de la población, coinciden en que deben tomarse medidas, como el aumento del precio de los combustibles, la política cambiaria, la sinceración de precios de bienes y servicios y otros, pero no reconocen que se han tomado medidas para cambiar el esquema cambiario en las circunstancias actuales de persistencia de la Guerra Económica pero que derrotar al Dólar Today, ubicado en el ciberespacio y a la red de oficinas de cambio de moneda en la frontera colombiana y las mulas del contrabando de nuestra moneda y su cambio por dólares de los Estados Unidos no está dentro de nuestro alcance legal ni territorial.
Tampoco no parecen haberse enterado estos antiguos amigos de la ruta revolucionaria o, no les parece importante reconocer en sus insistentes escritos cuestionadores de las políticas del gobierno al cual sirvieron que en la adversa coyuntura de los precios internacionales del petróleo se han “sincerado” precios de la canasta básica para favorecer a los productores y de algunos de los servicios producidos por el Estado y se han producido aumentos salariales importantes que, en combinación con los subsidios generales de la canasta básica y el funcionamiento de la red de distribución y venta de productos del gobierno, siguen dando “la pelea” para atender al mercado e ir bajando la carga de ansiedad en las compras y de adquisición “por si acaso” deliberadamente inducida por el binomio empresarial-mediático de la guerra económica y de la cual pocos pueden decir (y demostrar) que se han salvado.
Será que tales compañeros comparten los cuestionados calificativos “incapaz” e “incompetente”, vertidos contra el Presidente Maduro por el ExZar de la Economía Bolivariana, el profesor Jorge Giordani, difiriendo en los epitetos pero coincidiendo en la descalificación de sus destinatarios, con las expresiones usualmente utilizados por la oposición de “Maburro”, “chofer de autobus”, “analfabeta” y otras linduras del glosario emanados de la estupidez política de los reaccionarios venezolanos.
La verdad de las cosas es que el Presidente de la República y su equipo de trabajo – buena parte del cual estuvieron en el gabinete del ExZar de la Economía Bolivariana – tienen percepciones, visiones y lecturas que naturalmente pueden partir del estudio profundo de las mismas realidades que le sirven a sus críticos pero llegan – y tienen derecho a ello – a conclusiones distintas pero no necesariamente antagónicas, tanto el diagnóstico de la realidad como las políticas y medidas concretas para superarlas, especialmente en lo referente al contexto político – (Sí, Político, como gustaba recordarnos el Comandante Chávez) nacional, regional e internacional, los tiempos de la coyuntura y la debilidades y fortalezas de la propuesta estratégica de cambio profundo en la situación económica y financiera nacional.
Tales consideraciones tienen que ver con situaciones internacionales no controladas por el gobierno de Maduro, como por ejemplo: la evolución de las negociaciones de Paz de Colombia, las evolución de conflicto armado en el medio Oriente y el norte de Africa y su impacto en el comportamiento del precio del petróleo, la negociaciones diplomáticas con el gobierno del Presidente Barak Obama, el manejo de los presos, exiliados y fugados de la oposición, y nada más y nada menos que el escenario electoral del 6D, que pareciera ser determinante para muchas decisiones en materia económica, por el efecto sicológica y político favorable a la causa bolivariana de la posible derrota de la derecha, especialmente del sector abiertamente golpista.
Por eso, la recomendación a este sector de los críticos es que, con el gobierno y Maduro, “Ciérrate más para que avancemos juntos!”.