Epa, Nicmer Evans, Toby Valderrama, Marea Socialista, H. Navarro, Ana Elisa y otr@s cuantos más, disculpen, es con ustedes

Kmaras tod@s, sin dejar de recordar las serias y distintas adversidades y obstáculos presentados, así como las trajinadas y merecidas victorias que han acompañado a ilustres venezolan@s en las luchas por la reivindicación de la Patria, permítanme esta reflexión que no tiene otra intención que contribuir oportunamente, con evitar que sus respetables señalamientos y posturas críticas, en ocasión de la coyuntura política por la que atravesamos, sean convertidos en braza para nuestra propia extinción.

Todos son intelectuales en cuando al conocimiento que procesan, la capacidad y utilización de recursos teóricos y técnicos para un aventajado análisis político, por lo tanto, hemos de entender que ustedes han tenido y siguen teniendo un grado mayor de probabilidad para acertar en sus reflexiones; asumo extraídas luego de concienzudos debates tanto en sus yo personal como en los colectivos a los que pertenecen. Asimismo, es inevitable planteárselos, igual tienen ustedes una mayor responsabilidad en la actuación u omisión para la planificación y ejecución de las tareas definidas por ustedes, pues, ante las probabilidad de riesgos para la Patria que se corren, es imperdonable no hacer uso de los elementos subjetivos y objetivos que requiere todo análisis sociopolítico desapasionado, lo que lógicamente ha de permitir medir el alcance del impacto generado en el fértil campo del sentimiento chavista, que desde mismo 4/F. ha estado movido al compás del discurso sincero y orientador del Comandante Chávez. Hay que preguntarse por ejemplo, con toda la franca responsabilidad de los casos, cuántos errores pasados y presentes cometidos en la perspectiva interior de cada un@, han contribuido para la no aplicación efectiva de las benditas R y demás orientaciones críticas de Chávez.

No caben dudas, el más “neófito” en política, los o las más ingenu@s, tal vez creyendo que, en el mejor de lo nobles e inocentes sentimientos, asumiendo la defensa del proceso y del legado del Comandante Eterno, saben que la situación actual de la República Bolivariana es sumamente difícil y asimismo, que muchas de las causas de los males no resueltos y/o creados, se deben a propios errores venidos desde el mismo proceso. Ahora, en la coyuntura actual, la más delicada y compleja en virtud de las diversas y al mismo tiempo conjuntas actuaciones en lo económico, social y político, impulsadas por los mismos enemigos nacionales e internacionales de siempre, de allí que los análisis individuales o colectivos de quienes de verdad no quisiéramos que se derrotara la esperanza del pueblo, tienen que estar bien alejada de las simples y bajas pasiones cualesquiera que sean sus causas y manifestaciones.

Si se toma la sensatez como elemento del discurso, tendremos que admitir que los privilegios de los burócratas, corruptos, de derecha, infiltrados o traidores, ni su capacidad histriónica, no se deben solo al poder en sus diversas expresiones y fórmulas, usurpados para hacerse de las suyas. Cada uno de los críticos con buenas intenciones y convencidos de la justeza de estas, debemos pensarnos para saber dónde y por qué realmente hemos fallado en nuestras apreciaciones y acciones. Los errores y sus razones están basadas en el hecho de que, pese a que los debates y opiniones críticos se han alzados, unos más otros menos, con suficiente difusión y por diferentes medios y vías oficiales o no, como jamás antes se presenció en espacio alguno para las críticas políticas de izquierda, pudiendo ser vistas y oídas por un no despreciable número de militantes o simpatizante de la revolución, no han producido los resultados esperados. Han habido funcionarios gubernamentales bajos,  medios y altos o personalidades subvencionadas y no, de toda índole o nivel del Estado, algunos con altísima responsabilidad en filas de los partidos políticos del proceso o independientes, sus razones habrían tenido, pero sin desconocer el derecho a la suspicacia popular generada, que al momento de estar no hicieron las necesarias y sacrificadas críticas, o es que tal vez consideraron que para esos momentos no había razones para o qué criticar, yo pienso que sí había y bastante, porque el propio Comandante fue el primer crítico; me remito a los distintos discursos y  mensajes difundidos a todo viento.

Algo ha fallado en la crítica o en quien la lanza. Tal vez es la falta de medición de las condiciones objetivamente necesarias para obtener los frutos positivos que se buscan tras la crítica, cuando estas se pronuncian sin estar precisa y necesariamente debajo del cielo, convirtiéndola así es un gravísimo error con consecuencias imperdonables para quien las lanza a ciegas y sus receptores de buena fe, sin lograr que el pueblo, a quien se supone van dirigidas, definitivamente las acompañe. En lo contrario, si se insiste de esta manera, las críticas desprovistas de condiciones objetivas pudieran servir para aumentar la dispersión de fuerzas y unidad Popular fundamental, como única garantía para la defensa victoriosa de la Patria que amamos, al clarín de Alí Primera, somos hombres… y mujeres!; lo que jamás harán aquell@s que no ven otra cosa distinta al, “si no estoy yo eso no sirve”.

Se sabe que la reflexión crítica en los actuales momentos es una tarea sumamente difícil para los revolucionarios que realmente hablan con la franqueza intrínseca y con la sinceridad desprejuiciada de apetencias personales disfrazadas, asimismo, estoy convencido que la misma se aliviará cuando se piense y actúe con toda la amplitud y responsabilidad necesaria antes de actuar, mostrando capacidad de prevenir o evitar resultados adversos, por lo tanto, sin importar la trinchera donde se esté, es preciso evitar los errores potenciales y las probables consecuencias que se verterían inevitablemente en el Pueblo.

El compromiso histórico en defensa de la Patria es ahorita, de allí que, la actuación de cada hombre y de cada mujer que se asume en genuino legatario de Chávez, cada quien en la proporción y responsabilidad que le toque frente al juzgamiento que nos deviene, está obligado con el Presidente Nicolás Maduro y las decisiones políticas que tome, todo lo demás, indistintamente de lo que creamos y en la oportunidad que las condiciones objetivas lo exijan, es secundario.

Camaradas, Nicmer Evans, Toby Valderrama, Marea Socialista, H. Navarro, Ana Elisa y otr@s cuantos más, piénselo bien, aún hay tiempo para ponerse al frente con hidalguía. Den el paso para la rectificación política que ninguno de los enemigos de adentro y de afuera del proceso bolivariano esperan y quieren, pero el pueblo chavista con buena expectativa sí, quiere vernos a sus hijos Unidos, en Lucha, Batallando para la Victoria el 06/D y más allá, donde de verdad se necesitará estar cerquita.
 



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Gustavo C Vásquez


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