Pese a que todas las corrientes y principales voceros del chavismo se declaran defensores del Legado del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías y, que el primer Presidente chavista, Nicolás Maduro Moros, en diversas oportunidades ha reivindicado dentro de ese Legado las importancia de la construcción y consolidación del Poder Popular como instrumento de ,la transformación del Estado Democrático y Social de Derecho y Justicia, contenido en la Constitución vigente y las leyes que la desarrollan; la verdad de las cosas es que el Poder Constituido, en los tres niveles de gobierno, no termina de convertir al Poder Popular en un instrumento político y social con presencia, acción y determinación en el aparato del Estado, a pesar del amplio control que el PSUV y sus aliados del Gran Polo Patriótico, tienen en alcaldías, gobernaciones y, por supuesto, en el Poder Ejecutivo Nacional y los otros Poderes Públicos Nacionales.
A comienzos de éste año 2016, cuando todavía el chavismo no terminaba de asimilar la dura derrota electoral del 6D, que no solo le arrebató el control del Poder Legislativo (Asamblea Nacional) sino que alcanzó la inesperada mayoría calificada de sus integrantes – hoy cuestionada por un proceso contencioso electoral sobre los resultados electorales en el Estado Amazona – el Presidente Nicolás Maduro Moros llamó a la “Rebelión Popular” contra la insurgencia golpista de la derecha, convocó aceleradamente a un Congreso de la Patria como instancia de reunificación patriótica-popular en defensa de las conquistas de la Revolución y exigió, especialmente a los altos cargos de su gobierno, que tomaran medidas inmediatas y efectivas para hacer presente en el escenario gubernamental las organizaciones del Poder Popular; directiva de gobierno que, hasta la fecha, poco se conoce que algún Ministerio, que llevan la denominación “del Poder Popular”, haya desarrollado pero si es evidente que en la presente confrontación con la subsistente Guerra Económica, reiteradamente se convoca y moviliza al Poder Popular para cumplir un papel de vanguardia en ese proceso, lo cual se evidencia en la creación y desarrollo de los “Comités Locales de Abastecimiento y Producción”, al cual se le han incorporado la histórica consigna leninista de los primeros tiempos de la Revolución Rusa: “Todo el Poder a los CLAP”, como valoración de su importancia, por encima de otros instrumentos partidarios y de los movimientos sociales, para derrotar la actual ofensiva insurgente de la derecha.
Todo parece indicar que para quienes han sido distinguido con la responsabilidad de dirigir los ministerio del gobierno nacional no terminan de entender la razón histórica de la construcción de este Poder Constituyente (activado), como superación de la subordinación clásica de la sociedad burguesa al Poder Constituido de las Elites de los Propietarios y pareciera que perciben en la construcción de tal Poder, la introducción en la dinámica gubernativa, de actores, factores y procesos que pudieran ser incompatibles con el aún funcionamiento burocrático, jerarquizada y subordinante del aparato de gobierno, mucho más en tiempos en que la presencia de importantes y calificados cuadros militares en actividades de gobierno y las circunstancias apremiantes de la lucha contra la Guerra Económica y el desmonte de la vieja economía monoproductora y petro-rentista, pareciera requerir una unidad en el mando, disciplina y el alcance de objetivos, por encima del debate democrático de las políticas, la unidad política y programática con base a las líneas estratégicas de la Revolución dispuesta por el Congreso del PSUV y su Dirección Nacional y el alcances de metas claramente identificadas con los objetivos estratégico de la Revolución .
Esta “Piedra de Tranca”, que no pudo romper el Comandante Chávez pese a su prestigio e insistencia y que, contra la cual, también choca el actual Presidente Nicolás Maduro Moros, no es exclusivo de los organismos de gobierno nacional y los otros Poderes Públicos del Estado Nacional, sino que están muy presente en el funcionamiento de las gobernaciones y los alcaldía en donde muy poco se oye sobre el Poder Popular que no sea el registro de los Consejos Comunales, el reparto de recursos para realizar algunas obras y prestar algunos servicios básicos pero que, en lo fundamental, siguen férreamente dirigidos por camaradas gobernadores y gobernadoras, alcaldesas y alcaldes que, parecieran considerar que ,los llamados del Presidente de la República y Presidente del PSUV, Nicolás Maduro Moros, están limitados al ámbito nacional y que “las circunstancias” presentes de la lucha política no permiten espacio para incorporar expresiones orgánicas, vinculantes y determinantes del Poder Popular Constituyente en el seno del Poder Gubernamental Constituido, dejando tales pretensiones para un futuro que hace 17 años que nació y que parece infinitamente postergado en el calendario de la Construcción del nuevo Estado Comunal de la Transición a la Sociedad de la Justicia y la Libertad: El Socialismo del Siglo XXI.
Lo importante para las bolivarianas y los bolivarianas debe ser, entender de una vez por todas, la relación dialéctica entre mantener y seguir acrecentando la conquista y control de la mayoría de los espacios de gobierno del viejo Estado Cuartorepublicano sobreviviente y su Sociedad heredados con el fin de destruirlo desde sus cimientos para construir nuestro Estado Democrático y Social de Derecho y Justicia en vía al Socialismo -, con la generación y desarrollo de procesos de educación, organización, movilización y construcción del Poder del Pueblo Constituyente que garanticen la irreversibilidad de la conciencia y la conducta política del pueblo en la defensa de las conquistas revolucionarias, el cumplimiento del Plan de la Patria legado por el Comandante Chávez y el avance en el cumplimiento de nuestros compromisos con el progreso pacífico de la Humanidad y la preservación del Plantea Tierra, por lo que, son insuficientes las múltiples leyes, normas sub-legales y circulares relacionadas con la existencia y vigencia del Poder Popular, sino somos capaces de hacerlas cumplir, conextando organicamente al pueblo organizado con los órganos del Poder Constituido de la República, los Estados y los Municipios, para que puedan, efectivamente, ejerzer su Poder en la elaboración de los presupuestos, el control de la ejecución presupuestaria, la evaluación periódica del desarrollo de las políticas públicas relacionadas con tales presupuestos y, de manera muy importante, en el balance final del desarrollo de TODAS LAS POLITICAS desarrolladas desde la Presidencia, las Gobernaciones y las Alcaldías.
Si no hay participación democrática y protagónica del pueblo en la dirección y control de su gobierno, ni transparencia en .los procesos de toma de decisiones, el llamado Poder Popular no pasará de una versión “actualizada” de las “Juntas Pro Mejoras de la Comunidad”, “Juntas Comunales” o, “Asociaciones de Vecinos”, creadas y utilizadas por las Elites gobernantes en la Cuarta República, para distraer al pueblo en asuntos cotidianos de su pequeño hábitat, mientras ellos se dedicaban a ejecutar sin participación ni control de los ciudadanos, los presupuestos basados en los intereses de los grupos burgueses nacionales y extranjeros, diseñadas y supervisadas desde los escritorios profesionales de los grupos económico-financieros del país y las empresas transnacionales presente en nuestro territorio. “O Inventamos o Erramos”.