Ante este panorama de incertidumbre respecto a los servicios públicos esenciales y las constantes fallas, boicot y/o saboteos, presentados cada vez con más fuerza y frecuencia en épocas electorales, incluidas las de Chávez, en estas presidenciales con Maduro, se hace extremadamente necesario que los/a revolucionario/as fundamentalmente de acción, cada lector/a sabe a lo/as que me refiero, con suma responsabilidad me atrevo a alertar que, no queda otra opción, se debe revisar, analizar y actuar sin derecho a nuevas equivocaciones, pues, el riesgo es alto y las consecuencias impredecibles, eso sí, podrían ser bien malas para las mayorías de los pueblos de latinos, caribeños y del mundo. Haití es un buen y perfecto espejo al que no debemos dejar de ver.
En el sentir popular no existe forma de entender y menos justificación para aceptar que un ministro o vise, Director y por ahí pa´bajo, civil o militar, sabiendo que el mejor y más beneficiado ante las dificultades eléctricas, de agua, gas, salud, alimentación, billetes, seguridad y paro de contar sufridas por todo/as, es el imperio y sus marionetados, de la misma manera que los más perjudicados son precisamente todo el pueblo chavista y demás restia´os venezolano/as, sin que los responsables directos hayan dado pie con bola para neutralizarlas o renunciado a los respectivos cargos tras los fracasados intentos. Todavía recuerdo que el presidente Maduro ordenó militarizar las estaciones y tendidos del servicio eléctrico para evitar las fallas o sabotajes
Por otro lado, lo/as sesudos analistas de las coyunturas partidario/as de Nicolás y lo/as adversario/as de este en el mismo campo de la revolución, bueno la que conciban realmente socialista, sin duda, capaces de entusiasmar gratamente a quienes lo/as escuchan o leen, lamentablemente algunos se quedan solo en los discursos agradeciendo los merecidos aplausos, pero sin hacer lo que responsablemente ha de asumir todo/a todo/a revolucionario/a: “…hacer la revolución; cómo, cuándo y con quién? Movilizado y en lucha de calle!, recordemos las catacumbas; ya porque el presente es de lucha y el futuro nos pertenece; y con el pueblo porque solo éste nos salva!.
Las consignas las maneja el pueblo y están legitimadas desde Chávez y reforzadas por Nicolás Maduro, “…lucha a fondo contra la ineficiencia, el burocratismo y la corrupción…” que se manifiestan en conductas que reflejan las contradicciones internas del chavismo y la revolución bolivariana; por una parte los reformistas pro-capitalistas, que se manifiestan como el cáncer que de poco en grande se carcome las entrañas de esta revolución, insuflado por quienes se esconden en el silencio cómplice de “puestos intocables” en gobiernos y partidos, mientras, se devoran las directrices y orientaciones políticas e ideológicas y se tragan los recursos materiales y sociales dispuestos para la felicidad popular; por ahora, amparados en la unidad, lucha, batalla y victoria ordenada por el Comandante, que, lamentablemente, siguen, siendo la excusa perfecta que, no queda otra, ha de durarles hasta el 02 de febrero 2019, momento en el que, lo/as de la otra parte, lo/as revolucionario/as socialistas, más allá del triunfo electoral del 22/A-2018, recogiendo las cosechas que se siembran y mezclan con el sudor del esperanzado y resistente pueblo venezolano, toque actuar, con Nicolás Maduro como líder indiscutible o inventando sin errar.