Después de leer un resumen que hace el camarada Luigino Bracci Roa sobre la lucha como trabajador revolucionario en la emisora Alba Ciudad 96.3 FM, no me queda más que pedirle a sus compañeros de la resistencia que cuando Luigino decida irse a otra trinchera lo saquen en hombros de las instalaciones.
Pueden leer los partes de guerra en su blog bajo el título "Caso Alba Ciudad: ¿Quiénes deben evitar que el Estado se desmorone?".
Veo que Luigino no solo se cae a coñazos en Alba Ciudad 96.3 FM, sino que también lo hace por las redes sociales. Leo por twitter que lo amenazan hasta de meterlo en una cámara de gas. Coño, no es fácil encontrar en las redes a alguien a quién le tengan tanta arrechera. Algo debe estar haciendo a favor de la humanidad.
En diciembre escribió un artículo titulado "La candidatura de Eduardo Samán y la necesidad urgente de que Maduro se rodeé de nuevos cuadros". Y me preguntaba si Luigino Bracci podría ser uno de esos cuadros. Desconozco si Bracci estaría dispuesto, pero sí creo que Nicolás debería considerar esa posibilidad seriamente por el bien de la Revolución, incluso a sabiendas de que el camarada ejerce la libertad de expresión. Libertad que incomoda a las cúpulas. Y muchas veces al propio Nicolás.
Luigino ha pedido apoyo desesperado a otras personas, pero según puedo leer en su artículo, entre otros consejos, le decían que si no aguantaba, simplemente se fuera. En otras palabras, o te la calas o renuncias. Vieja conseja muy frecuente tanto en las empresas capitalistas como en el Estado burocrático burgués. Simplemente prevalece la lógica jerárquica muy conveniente a los intereses de la neoburguesía.
En noviembre pasado, durante la campaña del candidato Eduardo Samán a la Alcaldía de Caracas, Bracci Roa escribió por Twitter: "…Yo conozco a Samán y siempre ha sido una persona muy trabajadora, leal, dedicada y estudiosa. Es injusto que, por razones que nadie conoce, él haya sido apartado, excluido, echado a un lado (y junto a él un gentío, incluyéndome)".
Entiendo al camarada. Para que un trabajador sea bien visto no puede opinar libremente. Solo puede hacerlo si se lo piden. Y él seguramente da su opinión de manera espontánea en las reuniones de trabajo. Y además, acostumbra a explicar en público las debilidades y fortalezas de la revolución. Y mucho de esos mensajes le salpican a la neoburguesía roja y a una clase política con privilegios que tienen mucho más poder que los pocos revolucionarios que quedan dentro del Estado. Es parte de la lucha de clases.
No me extrañaría que más de una vez le hayan pedido que borre un mensaje incómodo en su cuenta en twitter. Y es que Luigino no solo es un destacado defensor del software libre, en contra de los intereses de quienes se benefician instalando Windows, sino que también ha sido un crítico del PSUV, del GPP, de Tves y VTV. Y ahora en este último artículo habla sobre el silencio del Presidente con relación al software libre, y de paso le hizo una observación a Radio Miraflores. Casi nada.
Y lo más grave, en su blog y en su cuenta en Twitter se declara enemigo de la explotación del hombre por el hombre, al tiempo que sostiene que "Sin tecnologías libres no hay socialismo".
Saludos solidarios.