Abraham Lincoln, durante las horas más oscuras de la Guerra Civil y respondiendo a la pregunta de que si tenía la certeza de que Dios estaba de su lado, dijo: "no lo sé. No he pensado en eso. Pero estoy ansioso de saber si estamos del lado de Dios.
Todas las mañanas al llevar a mi esposa e hijos a sus labores, escucho una emisora que trasmite unos foros de opinión, bien interesantes sobre la actual situación del país. En estos foros se entrevista a personas vinculadas con el área política y económica, siempre al finalizar el programa, se aparece una sensación de incertidumbre porque muchas de las cosas allí expuestas terminan por ser grandes verdades. Sin embargo, prevalece el optimismo y emprendimiento inspiradores hacia mi Gran y Querida Venezuela. En ocasiones estos foros asoman propuestas concretas, con gran contenido de sensatez que solo necesitan de un impulso político que se niega aceptarlos. De allí, que hay sectores sociales, económicos, políticos, entre otros; que a través de sus ideas miran vías de reconducción de la economía venezolana. Es asombroso como en medio de tantos problemas, no se escucha una voz que encarne una suerte de liderazgo con apego al presente y futuro de tantos compatriotas. Vivimos bajo una constante incertidumbre en las cosas que a diario necesitamos para subsistir, insistimos en nadar hacia grandes profundidades con poco conocimiento de natación, negamos en este ejercicio la ayuda de naves con salvavidas, dejando en el camino causas y efectos que la historia lo registrara como nefastos.
El día a día, se nos va con análisis sobre la marca de un par de zapatos, que si un partido se va de colisión opositora, dólar paralelo, bonos, diáspora, el congreso de un partido y otros tantos temas que distraen la atención de lo realmente importante y urgente.
La ficción política debe dejar de ser un elemento distractor, llego el momento de reconocer esta crisis. Por tal razón, es importante concertar y entrelazar esfuerzo, el impacto no está tocando a todos los sectores, aquí está en juego es el desarrollo nacional. Existe a lo largo del territorio nacional empresarios capaces, de fácil comprobación moral dispuesto a emprender en condiciones de igualdad, sin la imposición de la oportunidad y el ventajismo. Venezuela hoy reclama esa voluntad política, todavía queda en el país ciudadanos preparados en el área productiva que están dispuesto acuñar hacia el futuro.
A manera de recomendación, invito al sector político que estudien en profundidad la vida de Jesucristo, seguro allí encontraran las respuestas a tantos inconvenientes que se pudieran estar presentando en sus decisiones. Revisen lo que se refiere al "Temor de Dios", internalicen ese Don. Ustedes responsables de la conducción del país (gobierno y oposición), vuelvan sus caras a las penurias al que se está sometiendo a un pueblo que confía en mucho de ustedes.