El hartazgo de Bolívar y la guerra civil

(¿ESTE ENREDO COTIDIANO DE TODOS CONTRA TODOS QUE GUERRA ES?

"UNÁMONOS, PUES, PARA SALVAR A NUESTROS INFELICES HERMANOS. BASTA DE SANGRE Y DE RUINAS EN LA POBRE VENEZUELA, ¡MIL MALDICIONES LE ACOMPAÑEN AL INFIERNO AL QUE PRETENDA LEVANTAR SU PODER SOBRE ESCOMBROS AMASADOS EN SANGRE! ENTENDÁMOSNOS, GENERAL". (1)

¡Apreciado joven, antes de interpretar documéntese!, nos cuenta Mariano Picón Salas, que tal recomendación hacia Andrés Bello a sus alumnos, entre ellos al impulsivo Lastarria, quién después, fue un prominente escritor e intelectual chileno. Esta exhortación del antiguo preceptor de Bolívar, recogida en un viejo Ensayo de don Mariano, nos viene al pelo, a ver si en nuestra angustia podemos lograr un mínimo de "Comprensión de Venezuela".

Una Nación es una construcción cotidiana, la nuestra, como todas, ha atravesado, atraviesa y atravesará momentos, ciclos, dinámicas y procesos complejos. Es un cuerpo vivo en un planeta en continuo movimiento, natural y social (disculpen la perogrullada). Lo deseable sería poner nuestro empeño, también cotidiano, en construir certidumbres: ¿Dónde?

Aquí, en la tierra de Gracia ¿Con quién?, Con los venezolanos, ¿Cómo? ¡¡Ese es el Tema y esa es la tarea!! ¿Titánica? ¡SI! ¿Dura? ¡También!. Pienso que hay que Comenzar por revisar y rescatar las antiguas prédicas de los forjadores de la Patria: Bolívar, Simón Rodríguez, y, un destacado conjunto de pensadores, educadores, y científicos, que, a través de toda la vida republicana, han insistido en la creación de los instrumentos educativos y culturales para hacer de los pobladores, en sus distintos niveles sociales: CIUDADANOS, que superando la visión aristotélica de la Ciudad-Estado, asuman con mayor amplitud las perspectivas político- geográficas: El Estado-Nación, constituido por seres identificados con sus realidades y con capacidad para afrontar los desafíos de los tiempos.

Sobre las profundas raíces económicas, geo-políticas, humanas y culturales de la conquista y colonización, daremos un salto, deteniéndonos en el proceso independentista (1810-1830), venezolano, considerado como una prolongada guerra civil; ruinosa en la economía y mortal demográficamente, leamos un extracto de una carta de Bolívar a Sucre:

"Es verdad que hemos ahogado en su nacimiento la guerra civil; mas la miseria nos espanta, pues no puede Vd., imaginarse la pobreza que aflige a este país. Caracas llena de gloria perece por su gloria misma, y representa muy a lo vivo lo que se piensa de la libertad, que se ve sentada sobre sus ruinas. Venezuela toda ofrece ese hermoso pero triste espectáculo" (2)

Esta contienda de rompimiento del nexo con España, fue la más larga de los países hispanoamericanos. Sus razones y consecuencias, hay que evaluarla con parámetros diferentes a otras experiencias bélicas. Sin embargo hay un tema ineludible y esencial es la LIBERTAD, esta idea mayor, soporta todos los abordajes teóricos, y se sale de la intención de este modesto texto. Hemos entendido que este proceso estaba enmarcado en una dinámica: Política-económica nacional e internacional de cambios, que requería de las Soberanías de las naciones hispanoamericanas, la liberación de las fuerzas productivas y la incorporación de esas economías nacionales al mercado mundial, en el modelo liberal-capitalista, que avanzaba, impulsado por la revolución industrial. Veinte años apenas, después de la muerte del Libertador, Carlos Marx y F. Engels escribían:

"Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes" (3)

Por supuesto, este proceso independentista fue ruinoso, no solamente desde la visión económica, sino también humana. La guerra se hizo en nuestros territorios (Guerra a muerte y tierra arrasada) donde la aplastante mayoría de los caídos en uno u otro bando, eran los hijos del mestizaje hispanoamericano.

Abreviamos lo acontecido entre la muerte del Libertador (1830) y finales del Siglo XIX. Se habla de más de un centenar y medio de revueltas armadas en esos setenta años, por ello la famosa frase ´atribuida a Guzmán Blanco:

"Venezuela es como un cuero seco, se pisa por un lado y se levanta por el otro".

Eran sociedades agrarias, desiguales fundamentadas en la propiedad de la tierra por la tradicional oligarquía terrateniente, tierras de dudoso origen, luego reforzada por nuevos propietarios del suelo provenientes de cierta cúpula del procerato independentista. Mientras tanto, al pueblo lo hacían soldado para cada revuelta y, al final vuelto al peonaje y a su empobrecida vida, cuando, no moría en alguna refriega….

El advenimiento del Siglo XX, y la nueva economía petrolera, les marcó un nuevo rumbo político-económico-cultural a los venezolanos. Abandono del campo, formación de pueblos petroleros y crecimiento de las ciudades. Los últimos cincuenta años de ese siglo, con las turbulencias de la "Guerra Fría", (Democracia Occidental versus Socialismo Soviético-Chino-Cubano) la derecha social demócrata en el poder en Venezuela, escribió un triste episodio.

En estos cuatro lustros del Siglo XXI, el vocablo "Guerra" se ha hecho habitual en nuestro lenguaje cotidiano, posiblemente la voladura de las torres gemelas de Nueva York, y las medidas bélicas de respuesta norteamericanas de alcance planetario, la hayan globalizado. Hoy día se habla de "Guerra de colores", "Primaveras árabes" "Guerras de Generación, I, II, III. IV y V. En nuestra Venezuela, seguramente como derivaciones de estas categorías tenemos varias: Guerra económica, Guerra de precios, Guerra eléctrica, y hasta violaciones flagrantes del "Armisticio" como ocurrió con los "precios acordados" y por lo visto no se vislumbra por ningún lado un intento de "La Regularización de la guerra".

Como se trata de interpretar atendiendo a don Andrés Bello, nos preguntamos: ¿Cual es nuestra realidad? ¿En qué momento estamos? ¿ESTE ENREDO COTIDIANO DE TODOS CONTRA TODOS, QUE GUERRA ES? La interrogante es pertinente, puesto que por ahora, no han lanzado misiles contra nuestras ciudades e infraestructuras estratégicas, como en Libia, Siria e Irak, ni tropas extranjeras formales nos han invadido.

Pero hay una realidad cruel, perversa, sitiadora, que acorrala y desgasta a la población, que produce con frecuencia bajas reales: decesos, por escasez, ausencia y carestía de medicamentos, y de servicios de salud adecuados; avance de la sub-alimentación en amplios sectores, particularmente el infantil-estudiantil, lo que amenaza con un futuro precario de rendimiento escolar ¿Que alumno con hambre aprende y que maestro o profesor que se alimente mal, puede enseñar? ¿Qué República culta, profesional, técnica, creativa, ciudadana, puede resultar de tal realidad?

Bueno, esto que ocurre actualmente, es una GUERRA SITIADORA, DE DESGASTE Y MUERTE, ¿HORCAS CAUDINAS? (4) A lo cual se agrega una alarmante inoperancia de los servicios públicos cuyo comportamiento de facto es privatizador,(agua, gas, electricidad, transporte, telefonía) con cúpulas políticas "dueñas de la verdad", sostenidas en el nepotismo, amiguismo, partidismo, que posiblemente piensen, que están "sobraos", que pueden ganar la confrontación interna O la externa, cuando está claro, muy claro, para la mayoría poblacional, que la siente y que la vive, que esta guerra hace rato, la está perdiendo la nación entera. No es cualquier cosa el bloqueo comercial internacional (comprar y vender) al que estamos siendo sometidos en un mundo interdependiente, donde la carencia de bienes básicos tiene atribulada a la población. Es condenable el gozo de los solicitantes de intervenciones foráneas y el aprovechamiento de comerciantes usureros.

Pero lo grave, verdaderamente grave, es que la derecha injerencista antinacional, hace malos cálculos al pensar que los héroes hollywoodenses en cambote, vendrán a enseñarnos las reglas de urbanidad. Por otra parte, los venezolanos no somos inocentes, tenemos a una cúpula gubernamental que no convencen y que hace rato perdieron el rumbo. Sus acciones y gestiones, son débiles, confusas y generan poca confianza e incertidumbre. Todas estas situaciones juntas, ha conducido a un empobrecimiento físico y espiritual, que disminuye y envilece a la patria y sus ciudadanos.

Se equivocan aquellos, que piensan que la cúpula político-financiera gringa, (Imperio) han reflexionado, se han vuelto buenos, comprensivos y hasta paternales y están locos por ayudarnos. Y por el otro lado, ni los rusos ni los chinos se van a jugar a Rosalinda en este juego de dados marcados. Como siempre, como siempre, en la historia de los pueblos, hay volatilidad en ciertos liderazgos, pero permanecen los ciudadanos, de donde más tarde O más temprano saldrán los líderes. Sin embargo hay que tener cuidado con los optimismos milagrosos, O emocionales de la Tarima y de la Pantalla Chica O los del teclado. ¡!!Hay que construir ciudadanía¡¡

En nuestra-América hay dramáticas experiencias, de cómo se puede llevar a un pueblo a extremos de pobreza y calamidades: HAITI. La verdad que mencionar a esta nación nos llena a los venezolanos de dolor, rabia e impotencia, ¿Verdad Bolívar? ¿Verdad Petión?

LA REVOLUCION ES CULTURAL

Rafael Castro

(1)Simón Bolívar/ En correspondencia al general en jefe J. A. Páez/fechada en Puerto Cabello, el 31 de diciembre de 1826.

(2) Simón Bolívar/ /En correspondencia al Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre/fechada en Caracas, el 20 de febrero de 1827.

(3) Carlos Marx y F. Engels/El Manifiesto Comunista/1848.

(4) Guerra y cerco del Ejército Samnita a las legiones romanas (321 a.c)



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1759 veces.



Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

Visite el perfil de Rafael Castro para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: