Todas las clases dominantes han adoptado el idealismo como filosofía oficial y todas las clases revolucionarias han empuñado el materialismo como arma de combate. El idealismo sea en su versión religiosa como ocurría en el feudalismo o bajo el manto de la razón, como sucede en el capitalismo, impide conocer la realidad y por lo tanto niega la posibilidad de transformarla, encubre las relaciones materiales de explotación que sostiene el poder de la clase dominante, mistifica las ideas dominantes, separándolas de la dominación de clases a la que sirven revistiéndolas de una falsa universalidad. El idealismo de Sócrates, platón y Aristóteles estaba en intima conexión con los intereses de la aristocracia esclavista. El idealismo religioso sostenía el poder de la nobleza y el idealismo que encarna el humanismo está al servicio de los intereses de la burguesía. La burguesía cuando fue una clase revolucionaria empuño y difundió el materialismo frente a las concepciones teocráticas, feudales, pero como clase dominante la burguesía esta presa de una concepción idealista.Solo el marxismo toma una posición radical por el materialismo. Solo desde los intereses de la clase del proletariado, que es acabar con cualquier tipo de explotación y opresión, se puede desarrollar hasta sus últimas consecuencias el materialismo, extendiéndolo a todos sus ámbitos. Es en torno a la concepción de la historia donde se libra la batalla más aguda entre el materialismo dialéctico y el idealismo propio de la burguesía.
Ideología y/o Alienación.
Feuerbach (1804-1872) plantea el problema de la ideología en la obra "La esencia del cristianismo", en el contexto de la explicación del origen y naturaleza de la religión, Afirmando:
"… El ser humano no es producto de los dioses, si más bien lo contrario, los dioses son el producto de los seres humanos , la religión es una invención de los seres humanos , el resultado de aplicar atributos trascendentes al mundo conocido, al mundo material y sensible, la duplicación trascendente de este mundo terrenal. Una vez creado ese mundo trascendente de la religión se produce una extraña inversión, por lo que se intercambian los papeles y el lugar del creador y de la criatura, que da a la alienación religiosa. En el caso del cristianismo, resulta que es dios quien crea al ser humano, y no el ser humano quien crea a dios…"
En el principio de la humanidad predominaba la ignorancia y el temor. El humano tenía miedo de todo lo que le rodeaba y su primer pensamiento fue en lo sobrenatural. ¿Quién hacia ruido con los truenos ? ¿Quién movía la tierra? ¿Quién hacia llover?
El humano para explicar los fenómenos de la naturaleza se puso a inventar dioses: El dios de la lluvia, el dios del fuego, el dios de la tierra, el del sol, de la fecundidad, el de la caza, surgieron después los magos, brujos y sacerdotes. Las clases dominantes fueron creando y perfeccionando la religión, creando más dioses, mitos, ritos, ceremonias, y levantando templos para adorar a los dioses, ídolos, por supuesto previo pago en especie o efectivo para gozar de los favores divinos. Los brujos se convirtieron en sacerdotes, que unidos a los reyes y faraones crearon grandes imperios donde los fieles eran esclavos por voluntad de los supremos dioses.
La religión creo su filosofía: La teología. Los primeros fueron los egipcios:
"… Los hombres se deben a Osiris y deben hacer en este mundo su voluntad, soportando la esclavitud con la esperanza de que si se portan bien resucitarán algún día a una vida más feliz en la que no serán más esclavos…"
La noción de alienación que Feuerbach restringía a lo religioso, Marx la extiende a todas las esferas de la actividad humana, empezando por la actividad esencial del ser humano como es la producción de bienes para la satisfacción de sus necesidades. Producir es la actividad esencial de los humanos lo que le distingue de otras especies animales, producir significa transformar la naturaleza y al transformar la naturaleza el ser humano explica su rasgo esencial, el humano no se limita a tomar la naturaleza sino que deliberadamente busca modificarla, de ahí que el trabajo sea el concepto fundamental para entender al ser humano. El trabajo como actividad libre, es la actividad en la que el ser humano expresa su humanidad, su verdadera naturaleza. Todo lo producido de esta forma (un vestido, una casa) es la esencia de la vida humana convertida en un objeto físico y por tanto exterior al productor. En la sociedad industrial, el trabajador(a) no controla el producto de su trabajo, el producto en el que se objetiviza su trabajo no le pertenece, convirtiéndose así en algo extraño, ajeno al trabajador: Su actividad transformadora no le pertenece, no es considerada como suya, deviene en propiedad de otro. El objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como algo extraño. Además en la medida que el producto se convierte en mercancía, el trabajo objetivado en él es tratado también como mercancía, por lo que el mismo sujeto productor, cuya actividad se haya objetivada en la cosa, en el objeto producido, se ve sometido a un proceso de cosificación, mediante el cual termina por ser considerado simplemente como cosa, como mercancía.
¿En qué consiste entonces la ideologización y/o Enajenación del trabajo según Marx?
En primer lugar que el trabajo es externo al trabajador, es decir no pertenece a su ser, en que en su trabajo el trabajador no se afirma, sino que se niega, no se siente feliz sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, si no que mortifica su cuerpo, arruina su espíritu, el trabajador se siente en si fuera del trabajo y en el trabajo y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es así, voluntario, sino forzado, por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo, su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no exista una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como a una peste. El trabajo externo , aquel en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo.
Es así como el trabajo se convierte en una actividad alienada y alienante, porque los seres humanos producen objetos sobre los cuales ya no ejercen ningún control , que no poseen de manifiesto sus humanidad, ya que no resulta de su libre actividad, sino de una actividad que es para otro, que ya no le pertenece porque le pertenece a quien haya pagado su salario, actividad de la cual es despojado.
La explotación del trabajo se produce por doble partida, el capitalista lo explota al apropiarse de la materia prima y de los medios de producción, así como la plusvalía del trabajador y en segundo lugar lo explota como mercancía, considerado un mero apéndice de la maquinaria, una pieza más del sistema de producción. En esa segunda forma de explotación, el trabajador pierde su autonomía personal y toda posibilidad de encontrar satisfacción en el trabajo. El capital no solo se apropia de la plusvalía sino que se convierte en una fuerza tangible que exprime la vida misma del trabajador y que mutila sus talentos: el trabajo, su propia actividad, se convierte en el medio de su esclavitud, de su alienación.
La alienación no solo se da en el terreno de la actividad productiva del trabajo, además de la alienación económica, estructural y radical en la sociedad capitalista derivan de ellas otras formas de alienación, como la social a través de la división de la sociedad en clases, la política con la división de la sociedad civil y el Estado, de la que a su vez derivan otras formas de alienación como la religiosa y la filosófica.
Con la alienación ideológica el trabajador cree que es legítima la apropiación de la plusvalía por parte del capitalista. El trabajador cree que como el capitalista posee legítimamente los medios de producción (talleres, maquinarias, fábricas) tiene derecho a apropiarse de una parte de su trabajo, de una parte de su actividad, de una parte de su vida. A su vez se considera legítima la propiedad de los medios de producción porque deriva de una apropiación legitima de plusvalía e etapas anteriores.
La ideología es una forma de ver el mundo que satisface los intereses de los explotadores. La ideología es una falsa conciencia, una representación inadecuada de la realidad a fin de que los explotados y la explotadas consideren naturales y por tanto justificables e inevitables sus condicioes de vida, Ejemplo: "Siempre a habido ricos", "…Es Natural que el amo se lleve una parte de la cosecha, es el dueño de la tierra…"
Referencias.
Marx. Manuscritos económicos y filosóficos (1844).
Marx. La ideología Alemana (1845).
III Ciclo de escuelas a distancia, el materialismo dialéctico (2008)
-----------------Feuerbach. La esencia del Cristianismo…
---------------Marx para principiantes Edit. Escuela proletaria.