La corrupción : Antípoda del ideario bolivariano y del socialismo

La Patria, alto y respetable concepto, le mereció al Libertador profunda reflexión, además de la íntima, telúrica; le confirió una posición doctrinaria; así lo interpretó el historiador Salcedo Bastardo, cuando afirma: " En la noción de Patria se integra la realidad geográfica con la humana, y con la circunstancia histórica: tradición, anhelos, vida. El elemento histórico espiritual es el que da existencia y fisonomía a la Patria, al lograr fundir en una todas las partes"(1)

Entendemos entonces, que La Patria, nos da un lugar, una referencia, nos cobija, es una relación sinérgica. En un texto anterior comentamos sobre "El cuero seco", en que había devenido la Patria después de la muerte del Libertador. Dominaba el escenario el "caudillismo militar" y una "mentalidad": la del acceso al "Poder", y "La Hacienda Pública" como objetivo. Tal comportamiento, no se detuvo al finalizar el Siglo XIX, al contrario avanzó y copó todo el siglo XX, con otros personajes, otros matices y discursos, esta vez caudillos civiles de la política. Sin embargo es necesario puntualizar lo delicado de las generalizaciones, y el voleo analítico, sobre todo, por tratarse de un largo periodo de 170 años con modelos políticos, sociales económicos y culturales en formación e implantación en la nación, y su estrecha relación con esquemas exógenos. Tal complejidad obliga a abordajes con instrumentales metodológicos adecuados al tiempo histórico.

En la continuidad de esta idea, debemos valorar muy bien la riqueza cultural de nuestro mundo humano venezolano, sus particularidades, y en justicia, no obviar y recordar además, la existencia de no pocas individualidades reflexivas que no fueron ni han sido atrapadas por las "mentalidades" mencionadas, y cuya presencia en nuestra historia han sido relevantes referentes en la preservación del ideario Bolivariano de la Patria.

Lo delicado de la tarea de gobernar, dirigir un Estado y administrar bienes públicos, fue una constante preocupación y ocupación de Bolívar; celoso en el empleo de los recursos de la nación, escrupuloso hasta en sus gastos personales; no permitía que se confundiesen estos, con el de los recursos públicos; muchas referencias documentales hay en ese sentido.
Tal manera de pensar llevó al Libertador, a crear por decreto, el 30 de octubre de 1817, una vez liberada Guayana, El Consejo de Estado, base jurídica para la futura Administración de los

Asuntos Públicos; el 10 de noviembre del mismo año, en Angostura se instala dicho Consejo.

En la misma ciudad el 15 de febrero de 1819, en un amplio documento (Discurso de Angostura) presenta el Libertador a los legisladores su propuesta Constitucional (Ideario Republicano).

Además en ese mismo acto, consecuente con la idea de la organización y funcionamiento del Estado y la Administración de la Hacienda Pública, propuso y entregó el Proyecto: El Poder Moral; (2) tal propuesta, por razones diversas, fue pospuesta para consideraciones ulteriores. El historiador Manuel Pérez Vila escribió: "Pero la historia lo llama Simón Bolívar, el Libertador. Su ejemplo, su acción, su pensamiento-su legado, en suma-están más vigentes que nunca. Pues él actuó, sintió, reflexionó y escribió para su época, y también para la posteridad".(3)
Pero los líderes de esa "posteridad", también por distintas razones continuaron posponiendo lo esencial del Ideario Bolivariano, incluyendo El Poder Moral, mientras tanto se ha venido acumulando una inmensa deuda ética que ha erosionado de manera brutal la vida republicana. En la Carta Magna de 1999, denominada: "Constitución de la República Bolivariana de Venezuela", los legisladores incorporan el Capítulo IV, referido al Poder Ciudadano, que se ejercerá mediante el Consejo Moral Republicano. Se abrió en aquella oportunidad, una esperanza y una posibilidad de avanzar en función de refundar la República.

El liderazgo encabezado por el comandante Hugo Chávez, que llegó al poder político, en 1999, impulsor entusiasta de la nueva Constitución, basaba su propuesta para la refundación republicana en una ciudadanía movilizada, organizada, participativa y protagónica, fundamentada en una plataforma político ideológica del IDEARIO BOLIVARIANO y lo más avanzado del HUMANISMO SOCIALISTA.

Ocurrió que en el andar, el proceso político se enrareció y oscureció el camino, las aguas turbias se volvieron, y el aire perdió calidad. Hemos llegado a pensar en el gran peso histórico que tiene en nuestra cultura las "mentalidades" citadas, y, si a ello agregamos un liderazgo sin visión colectiva, centrado en la individualidad y estructurado en grupúsculos; contraviniendo la filosofía constitucional de impulsar una acción ciudadana, participativa y protagónica, sería natural que se debilitara el Proyecto político, corriendo el riesgo de quedarse en un limitado horizonte geográfico, viendo solo imágenes como en la caverna de Platón.

Ahora bien, en esta crisis venezolana, que los analistas han adjetivado de cualquier manera ¿Qué hacer?, se me ocurre que hay darle sentido a la palabra Bolivariana empeñada, y consultar a Simón José de la Santísima Trinidad, referente fundamental de este proceso político¨¿Cómo hacerlo? sencillo, sencillo… acudiendo al ideario Bolivariano.

Empecemos por recordar que ser Bolivariano no es un eslogan. Bolívar, fue un acomodado mantuano, cuya orfandad lo llevó a manos de extraordinarios preceptores, haciéndose un buen lector y escritor, pensador de su tiempo, del pasado y gran capacidad intuitiva; se construyó una inmensa perspectiva geo-política, nutrida con el conocimiento de otras realidades, en largos viajes: Cuba, México, España, Italia, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Haití, Curazao, Jamaica y luego en lomo de mula en llanuras, selvas y escarpados terrenos y alturas en Suramérica. Simón Bolívar, llegó a ser Libertador, apoyado en los inmensos referentes culturales y de vida, que le permitió acceder a un conocimiento universal y formarse una conciencia de lo más relevante del pensamiento político y humanista de su época.

Por otra parte. El Ideario Socialista-Humanista, ha sido el otro basamento esencial de este proceso político. Conceptualizado como cuerpo de ideas avanzadas en consonancia con la nueva centuria, atrás debían quedar, los calcos y copias y las visiones particulares y limitadas de los socialismos reales del Siglo XX.

El liderazgo venezolano dirigido entonces por Chávez, se había comprometido en este Siglo XXI, a desarrollar un Proyecto político constituido por los dos cuerpos históricos, que hemos mencionado, y, cuyas vigencias se mantienen plenas en nuestra realidad contemporánea.

¡Entonces! Sí el ideario Bolivariano y el Socialista, han sido la plataforma ética que debió haber guiado esta experiencia política venezolana, ¿por qué, la corrupción se ha impuesto como el azote de este proceso?¿Fatalismo e ignorancia histórica?¿debilidades político-ideológicas del liderazgo? ¿De dónde salieron tantos "alacranes",(Muller, Dixit) que se incorporaron a la gobernanza?¿Cómo entraron?¿quién los invitó?¿inocencia política?¿nepotismo? ¿reminiscencias dinásticas?¿el drama de la múcura?

Un viejo historiador y agudo político de la socialdemocracia, en una entrevista decía lo siguiente: "Por otra parte la cuestión social se puede tragar a gabinetes enteros, sin encontrar salidas. Cabe preguntar hasta cuando Hugo Chávez, líder único y máximo de esta situación, puede mantener su política de encantamiento de las mayorías electorales con infinitas promesas de un mundo irreal. Lo digo porqué la crisis social es muy profunda y sin tener las características de la colombiana, sin embargo, en su entraña es amenazante(…) la situación ha cambiado y muestra su nueva cara con los signos del hambre, del desempleo, de la prostitución, del crecimiento indetenible de la población de los pobres, de la droga, del desencanto y la rabia del deseo de marcharse a otra parte, frente a unas autoridades que no estaban preparadas para enfrentar esta situación de manera eficaz (…) esa gente se metió a chavista , mañana se pueden meter a otra cosa"(4)

Se puede estar de acuerdo o desacuerdo con el historiador, es una opinión, lo grave sería que eso fuese una verdad, advertida hace más de veinte años. Pues hace más de dos décadas nuestro pueblo, fue convocado a incorporarse a un Proyecto histórico de gran envergadura: la Refundación de la República. Eso significaba una gran reto, responsabilidad y obligaciones del liderazgo, pues es de suponer que había otra visión de los ciudadanos, y no podían como en el pasado dejarlos a la deriva, en la orfandad política, considerados simples votos, seres cuantitativos, y dar motivo a expresiones, como las señaladas arriba: "esa gente se metió a chavista, mañana se pueden meter a otra cosa".

El culto y acucioso historiador y político de la socialdemocracia, en la misma entrevista apunta: " Tal vez por la falta de tradición democrática existe en Venezuela un extendido sector social que confunde la democracia con las elecciones y cree cumplir sus deberes con este sistema cuando cada cinco años, en la mañana de un domingo, rompe la rutina dominical para ir a depositar un voto en las urnas electorales. Olvidan que la democracia es un sistema de vida , un ejercicio diario de vigilancia y comportamiento y que en las sociedades organizadas el ciudadano se siente responsable de la marcha del país, no porque aspire ser miembro del gobierno"(5)

Las calamidades venezolanas de hoy día, no pueden llevar a conclusiones simples, acomodaticias, evasivas tales como: El pueblo no entendió el proceso, O el imperialismo no nos dio chance. Es tan difícil en nuestro tiempo la situación venezolana, tan multidimensional por las debilidades y los frentes a cubrir, que sería un suicidio colectivo evadir la urgencia del debate, a fin de intentar abrir una brecha positiva sobre el destino venezolano.

Cada tiempo tiene sus características, ciertamente, no predicamos ni el "calco ni copia", pero las experiencias son improntas históricas, por tal motivo, pienso que el debate sobre el destino venezolano hay que mantenerlo en todas las circunstancias. Entre 1810 y 1830, lo que uno alcanza a leer y entender de los documentos referidos a ese largo proceso político-bélico, suramericano, cuando aquellos hombres y mujeres, liderados por Simón Bolívar enfrentaron al poderoso imperio español, en ningún momento dejaron de plantearse y discutirse, en el marco de aquella cruenta guerra las complejas situaciones económicas, sociales políticas, administrativas y filosóficas referidas a la vida futura de las nuevas Naciones.

LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL

Salcedo-Bastardo.JL/Visión y revisión de Bolívar/Monte Ávila Editores/pág, 98/Caracas, 1981.
Bolívar, Simón. /Poder Moral/ Doctrina del Libertador/Biblioteca Ayacucho/Pág, 148/Caracas, 1985: El Congreso lo consideró "como de muy difícil establecimiento y en los tiempos presentes absolutamente impracticable" y acordó que se imprimiese como un apéndice a la Constitución, invitando a los sabios del mundo entero a emitir opinión sobre el tema.
Pérez Vila, Manuel/ El Legado de Bolívar/ Pág, 15/Academia Nacional de la Historia/ Caracas, 1989.
Velásquez, Ramón J./En Venezuela siglo XX/Visiones y testimonios/Pág, 355/Fundación Polar/Caracas, 2000.
Velásquez/Ibid/ Pág,351.



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

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