Los venezolanos en estos últimos años hemos descendido brutalmente a una grave e inhóspita situación que no admite EL SILENCIO: pobreza avanzando sin pausa hacia la miseria, anarquía comercial y monetaria, indefensión sanitaria que va más allá del virus pandémico; una supuesta "salida social" donde la "dadiva" se ha convertido en política de Estado y el "trabajo" y el "salario", se han vuelto inexistentes, el primero por el grave déficit de los proveedores de empleo que por razones diversas han cerrado sus empresas de todas las dimensiones en toda la nación; y lo segundo la precariedad de un "salario", tanto en el sector público como privado que no soporta un análisis comparativo en relación al sustento cotidiano de los remunerados y sus familias. Y, a todo ello se une, la baja credibilidad, de importantes sectores de la diversidad social venezolana en cuanto al grupo gobernante autodefinido como: "Unión cívico-militar-policial", como natural consecuencia por la cuestionable calidad de la gestión realizada y por percibirse que en ellos radica la mayor responsabilidad de haber lanzado por la borda una posibilidad de redención histórica.
Sobre el ejercicio de la crítica no somos inocentes, sabemos que incomoda al poder, pero los venezolanos fuimos mal acostumbrados, entre otros por Simón Bolívar, y sus irreverencias en la Sociedad Patriótica, y luego ese empeño en sacarnos de la condición de súbditos y hacernos ciudadanos. Hemos andado por los caminos Bolivarianos, y, a estas alturas del trecho no vamos a tomar vericuetos. ¡A callar llaman Sancho!, pareciera gritarnos la "prudencia"… Y el escudero no calló, por eso sería que Cervantes, en sus andanzas imaginarias de "desfacedor" de entuertos, en justa reflexión lo hizo exitoso gobernador de Barataria.
Los venezolanos no debemos callarnos, si queremos tener una Nación Soberana construida con ciudadanos republicanos, con anticuerpos que nos protejan de la injerencia extranjera, de la creciente incubación fascistoide en grupos nacionales y del abundante oportunismo político que medra en todas las instancias. "…Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra." (Martí, Dixit)
Venezuela, tanto en el pasado como ahora ha tenido el privilegio de contar con excelentes voces críticas, que han abordado todos los temas posibles, desde las "cosas más sencillas", los asuntos de la Ciencia y la Técnica, el Arte y la Cultura, la Economía , la Política y la Filosofía. Transcribo un pedacito de texto de uno de esas voces :
"…¡Qué fácil es criticar! ¡Párate aquí en el escenario, pendejo, y ponte a decir ser o no ser, para que veas cómo es la vaina!. Nadie duda de que el presidente lleva el capote. Pero la corrida necesita críticos si quiere pasar a la historia. Alguien tiene que decirle al matador lo mal que lo está haciendo, para ver si empareja la lidia en el próximo toro, para ver si se enmienda, si razona, si practica su arte con la dignidad del caso…"(1)
En las primeras décadas del Siglo XX, un grupo de historiadores franceses andaban en el afán de acercarse a la comprensión del hombre en la historia, fundaron lo que se llamó la Escuela de los Annales, movimiento historiográfico donde se integraban diversos puntos de vista, coincidiendo en una idea central : el reconocimiento a las Ciencias Sociales, como disciplinas, que convocadas en un todo con sus datos información y experiencia podían hacer del conocimiento un factor de mayor coherencia y cientificidad. Se pretendía que la historia no fuese solamente una narrativa de ACONTECIMIENTOS y CREENCIAS.
También en aquellos convulsos días de la primera mitad del Siglo XX, a Albert Einstein, un hombre de las Ciencias Duras, le mortificaba lo relativo al desarrollo humano, y al igual que los historiadores de los Annales, le interesaba la coherencia del conocimiento. Había sido testigo de dos guerras mundiales de rapiña, de pandemias y del nacimiento del fascismo; consciente además, del impacto creciente de la revolución industrial, el desarrollo científico-técnico y el indetenible avance demográfico. En ese sentido Einstein, era el de los que creía que la humanidad debía buscar salidas diferentes, una evidencia de ello lo conseguimos en el artículo: ¿Por qué el Socialismo? publicado en 1949, en Monthly Review de Nueva York, del cual transcribo un fragmento: "…dado que el objeto real del socialismo es el de superar la fase depredadora del desarrollo humano y de seguir más allá, la ciencia económica en su estado actual puede dar poca luz respecto a la sociedad socialista del futuro . En segundo lugar , el socialismo está orientado hacia un objetivo ético-social…"(2)
Lo que logramos entender hojeando algunos textos y viviendo lo que vivimos, es que la taumaturgia tiene que dar paso, a la realidad concreta , no son tiempos de andar en la búsqueda del Santo Grial y apoyarnos en Caballeros Templarios. La realidad actual de esta sociedad venezolana diversa, mestiza, brutalmente disminuida en su calidad de vida, confusa y sometida a la peor de las incertidumbres, y en ruta a la afectación psíquica: requiere un cambio de rumbo, un vigoroso "golpe de timón", antes que situaciones indeseables de cualquier signo empeoren la situación.
No albergo dudas que superar los graves errores del pasado reciente resulta ardua tarea, corriendo el riesgo de ser tildado de pesimista al decirlo. El personaje que retrata Cabrujas, en el texto inserto más arriba es Carlos Andrés Pérez, gobernante que tuvo una oportunidad económica de oro, para echar hacia adelante esta Nación; pero todos sabemos que tenía una clara ubicación: era de la socialdemocracia, y ejercía plenamente la concepción política que su ideología establecía. Su apoyo fundamental residía en el partido, sus amigos, sus aliados foráneos, y sus intereses personales. Aquella gobernanza dejó graves secuelas en la Sociedad y la Nación.
Ahora bien, atendiendo el refranero popular: ¿La salsa que sirve para el pavo, no sirve para la pava?. La memoria histórica, aunque sea muy reciente y esté cargada de emociones, contaminada, prejuiciada, es una realidad que hemos vivido y vivimos, de la cual somos testigos, y algún criterio tenemos. Siendo la Economía, una disciplina científica que no marcha sola, al decir de los historiadores de los Annales y Einstein, sería contrario al conocimiento histórico obviar que en la Venezuela Bolivariana, al igual que en el gobierno del "Gocho" también ingresó una inmensa cantidad de divisas, cuyo destino debe ser evaluado, para evitar explicaciones acomodaticias, ligeras y proteger falsas honorabilidades, aunque signifique sacar del viejo baúl "las reputaciones consagradas y nulidades engreídas".
La Hacienda Pública al asumir Chávez, el poder estaba muy maltrecha, mucha rapiña y mala administración en el pasado, esto podría explicarse por razones que ya hemos señalado. Pero ahora se planteaba otra visión política e ideológica: un Proyecto de Nación, blindado con el valor de las ideas del Poder Moral, planteado por Bolívar en Angostura y, en 1999, en la Constitución, y no exageraríamos si dijésemos también que estaría por allí, lo ético-social del Socialismo einsteniano. Esta vez los proyectistas disponían para posibilitar la acción el enorme ingreso de recursos que hemos citado. El gobierno Bolivariano en discursos públicos, con la Constitución y planes formalmente diseñados, se dispuso Refundar la República, y pagar lo que se llamó la pesada "Deuda Social".
Pero al parecer más pudo la cultura y los resabios de 17 décadas (1830-1999) de Haciendas Públicas, más manoseadas que administradas. En los puertos no había descanso descargando contenedores, muchos de los cuales traían cualquier desecho para justificar ficticias importaciones de bienes, florecieron las "empresas de maletín" y empresarios parásitos, (perdón, perdón: aventajados emprendedores) . todos con el visto bueno de los jerarcas de la burocracia. Por cierto se comenta que muchos de esos avispados emprendedores son hoy prósperos comerciantes ¿Nueva burguesía? ¿Leyenda urbana?. También se comenta que una buena parte de esas divisas que circulan por allí, provienen de esos "emprendimientos".
También fue una época de alegres viajeros "raspa cupos" y de compras por internet. Si uno fuese seguidor de las teorías de la conspiración, pensaría que había un poder empeñado en vaciar de divisas las bóvedas del Banco Central, para llevar el país a la ruina para que nos comprase el mejor postor. Pero la cosa no era así, pues cuando eso ocurría, el torcedor de brazos Obama no se había lanzado a fondo contra Venezuela, como si lo hizo después el asalta capitolio de Trump. Entonces el asunto es más local, más criollo, se trataba de unos funcionarios que por alguna razón, ocuparon cargos claves en el Estado, (algunos se irían otros no sé), que sencillamente , hicieron uso del refranero "El que reparte y reparte, le queda la mayor parte". Total que se hizo de la Hacienda Pública una piñata cuyo derroche, hoy son infames latigazos de pobreza, miseria y enfermedades en el cuerpo social.
Hay en esta "crisis" venezolana una alta responsabilidad del liderazgo en el poder que no se puede evadir, en tal caso las "medidas coercitivas" y la "Pandemia", son sin ninguna duda agregados graves que hacen el cuadro más complejo. Sin embargo en la diversidad que conforma la sociedad venezolana, como lo hemos dicho, hay mujeres y hombres, de talento, militantes de la venezolanidad, que más temprano que tarde deben convocarse, o auto-convocarse pues la ciudadanía en este momento histórico tiene mucho que decir y hacer.
LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL
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Cabrujas, José Ignacio/El Mundo Según Cabrujas/ La Guinda, pág 91/Editorial Alfa/2009/Caracas.
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Einstein, Albert/¿Por qué el Socialismo/Este texto también fue publicado en: Debate Abierto/Revista venezolana para la reflexión y discusión/Capitalismo, Imperialísmo, Mundialización , Socialísmo/Año IX/2005/25/Caracas