Al escuchar la expresión "divide y vencerás", o "divide y conquistaras", nos llegan a la mente de manera ipso facto, las tácticas que nos remontan en el tiempo hasta el emperador romano, Julio César, que utilizaba la esencia de esta expresión para consumar su dominio sobre el gran imperio romano. Así como, también, nos ilumina la genialidad atribuida a Nicolás Maquiavelo, en su libro: «El Príncipe», en el que su autor dibuja toda una gama de sugerencias para mantener el control absoluto del poder sobre el Estado. Así comienza el articulo de Fitzgerald Tejada: "DIVIDE Y VENCERAS LA CLAVE DEL ÉXITO EN POLITICA" 31/12/2014.
La táctica como vemos es tan vieja como antes durante y después de Cristo. Basta con darnos un paseo por la historia actual venezolana para ver al moderno Julio Cesar y al no menos viejo Nicolás Maquiavelo "en yuntas jugando a la división, para sacar a Maduro.
Jugar a la división no es difícil, pero tampoco fácil, cuando la intención es hacerse del poder burlándose con la figura de Chávez. el Sr Rafael Ramírez y su grupo están claros y consiente de lo que hacen .
Una vez, el Comandante de Comandantes Fidel Castro dijo que los venezolanos llámense revolucionarios o no, caminan juntos una cuadra y al llegar a la esquina cada uno coge por su lado. Les encanta dividirse.
Las divisiones no son del todo negativas cuando una de las partes sea obstáculo para alcanzar los objetivos trazados.
La división puede obedecer a múltiples razones: a veces por exceso de protagonismo, liderazgo, cuestiones personales o de conductas conocidas en el argot político como desviaciones o como quiera llamarse: de cualquier manera, quiérase o no obedecen a un problema ideológico con consecuencias en lo político y de ahí a los principios.
Cuando observamos la campaña divisionista del Sr Rafael Ramírez y su grupo, nos damos cuenta de asta donde puede llegar el orgullo y las ansias de poder del hombre.
Todo apunta a la división del PSUV sobre la base de una supuesta corriente chavista y madurista, que allane el camino a los fines electorales pero también de facto
No se trata de decirle amén a todas las políticas de Maduro, tampoco de negar el disgusto de buena parte de la población, de lo que se trata es de explicar el origen del problema como el bloqueo económico por ejemplo y la burocracia y la corrupción.
Lo curioso de los divisionistas es que no presentan un programa distinto que no sea el cumplimiento del legado de Chávez y por sobre todo el control de PDVSA disque para producir los otrora 3 millones por día de petróleo. O sea…
Visto así, no encontramos razones de fondo para una división entre quienes buscan los mismos objetivos por otras vías pero con diferentes intenciones.