En abril del 2022, se inició, de manera coordinada, una intensa campaña, con toda su fuerza destructora, contra la gestión del Camarada-Presidente Nicolás Maduro. Campaña emprendida por una cierta "izquierda" que se cree impoluta, poseedora de la verdad. La misma no era nueva, su origen podemos ubicarlo el 8 de diciembre de 2012, cuando el Comandante Supremo Hugo Chávez le pidió, al pueblo Chavista, que, en caso de presentarse una situación en donde fuera obligatorio convocar a elecciones presidenciales, eligiéramos al Camarada Nicolás Maduro como presidente.
Campaña que ha alcanzado una mayor dimensión a raíz de la aprobación, por la Asamblea Nacional, de la Ley Antibloqueo (octubre del 2020); y, la Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales (abril del 2021). A partir de entonces, se le comenzó a acusar de neoliberal y de haber traicionado el legado del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez. La misma no ha sido solo una campaña producto de celos, ni de una conducta psicótica de las que, por mucho tiempo, han acompañado a sectores de esa "izquierda", cuyos líderes históricos, con nostalgia y egoísmo, decían que, si la revolución no la hicieron ellos, mucho menos podría hacerla Hugo Chávez.
Entre sus máximos propulsores (los Ex) figuran personajes que ocuparon roles importantes, tanto en el gobierno de Chávez como en el de Maduro. La frase de Arturo Jauretche, nos hizo recordar que "… odian las minorías porque conquistar derechos provoca alegrías, mientras perder privilegios provoca rencor".
Los Ex, se olvidaron que nuestra visión del desarrollo, es pensada desde una perspectiva socialista, que coloca lo social, el desarrollo humano integral, como su tema central. Que el desarrollo no es otra cosa que la "suprema felicidad del pueblo", su libertad, su "buen vivir"; por lo que, la formulación de las políticas que permitan otorgarle al pueblo venezolano, dichas condiciones, estarán determinadas porque éstas sean precedidas de una visión que tenga presente la "larga duración".
Los Ex, no entienden que la realidad que hoy viven los pueblos del mundo es otra. Que la modernización capitalista, sustentada en el dominio "científico-tecnológico", como base del progreso in finitum, ha entrado en su ocaso.
Los Ex, se autodefinen como los únicos herederos del Chavismo. Y, allí está el meollo del asunto; porque, El Chavismo es un sentimiento convertido en teoría y praxis política, popularizado por el pueblo venezolano. Es una nueva forma de hacer política, con ella se expresa el conjunto de reflexiones que precedieron el fraguado del proceso de transformación revolucionaria, que debe conducirnos a la edificación del nuevo Proyecto Nacional Socialista. Es, asimismo, un ejercicio intelectual de alto contenido conceptual, el cual se propone desmontar toda una visión expresada en el capitalismo neoliberal, que colocó la ética del mercado, como una ética absoluta.
Los Ex, olvidaron que El Chavismo, es la formulación de un proyecto social para el presente, para lo cual es necesario crear una nueva fuerza social. Es la construcción de una sociedad guiada por el principio de la solidaridad humana. Que, El Chavismo, concibe al Socialismo como un proceso de rupturas, como un "proyecto de identidad ética". Por lo que, construir una nueva democracia, que tenga como marco de referencia la relación entre la ética y la política, requiere conocer que es lo que queremos hacer y cómo hacer para que la democracia sea un proyecto de vida. Olvidaron que, El Chavismo, es una reflexión sobre la necesidad de vivir libremente, sin represiones; de decidir sobre el modo de existencia de nuestro país, lo cual constituye "el hecho social y cultural más significativo de nuestro tiempo, la aspiración y el derecho más legítimos a los ojos de nuestros contemporáneos".
Los Ex, no han logrado entender que, El Chavismo, sigue siendo ese pueblo que, bajo un inclemente sol y torrenciales aguaceros, se ha mantenido firme oyendo los mensajes de Chávez y Maduro lleno de esperanzas. Es ese pueblo que ha resistido, con el mayor estoicismo, el bloqueo y las criminales medidas coercitivas unilaterales, a que hemos sido sometidos.
Los Ex, proponen una "revolución de élites"; los Chavistas una revolución en donde el pueblo tenga confianza en su liderazgo; y, confíe en él. Es por ello que, los Ex, danzan frente a un espejo, al son de: Maduro me quito los privilegios… Que maluco es maduro (bis)