La Revolución Bolivariana, como todo proyecto que se plateé la transformación radical de la formación social, es un proceso complejo; así como también, es un complejo de procesos. Por lo que, para lograr entender esta dualidad de funciones, es necesario asumir una visión abierta, amplia, dialéctica; y si al termino se le mira desde una perspectiva positiva, hasta ecléctica.

Por lo que, muy lejos estamos de aquellos que conciben la Revolución Bolivariana como un proceso estático; definido por un recetario de "principios" convertidos en verdades permanentes, como una nueva cruzada evangelizadora, por tanto, inmodificables, eternos. No logran entender que toda revolución, en tanto que hecho social, tiene su estar siendo y su dejar de estar siendo; que, ésta es un permanente estar haciéndose; que, allí reside, precisamente, toda su frescura; que, es allí en donde radica el carácter novedoso que una revolución tiene.

EL PUEBLO MANDA CON MADURO… ESO ES SEGURO, no es una consigna, como algunos creen, es mucho más que eso. Es la reafirmación del objetivo más caro establecido en la Constitución Bolivariana, hacer realidad el protagonismo del PUEBLO, como sujeto fundamental de la sociedad; por tanto, actor principal de la Revolución Bolivariana. Por lo que, la acción gubernamental tiene que ser colocada al servicio de, y para, el pueblo.

Si ello es así, necesario es entender, entonces, que las propuestas de redimensionamiento de la Revolución Bolivariana, que el Presidente Nicolás Maduro ha adoptado en estos últimos años, no tienen otro objetivo que no sea el de conferirle al pueblo venezolano el rol que la Constitución, le otorga. Por lo que, la democracia participativa y protagónica, se hace realidad si quien manda es el pueblo; y, quien ejerce la función de gobernante, lo hace con el pueblo.

Buscar los caminos que nos conduzcan a resolver las dificultades, que las criminales medidas coercitivas unilaterales nos han generado, es la función gubernamental más importante que tiene el gobierno revolucionario del Presidente Nicolás Maduro. Porque, con ellas quienes están siendo más golpeado son los sectores sociales menos favorecidos. El Pueblo. Por lo que, cualquier gobierno, cuyo objetivo sea edificar una formación social en donde impere la justicia social, la igualdad y la equidad, tendría que actuar de la misma manera.

Para superar, entonces, las dificultades presentes debemos avanzar hacia la constitución de una sociedad en donde reine la paz; en donde, sin hacer a un lado los principios que guían a los diversos sectores económicos y políticos, podamos construir puntos de encuentro que la hagan realidad para su buen funcionamiento.

El sentido lógico de la acción política nos dice que ese es el camino, no hay otro. De allí el acierto del llamado que el Presidente Nicolás Maduro hizo el pasado veinticinco de agosto, cuando dijo que "más allá de las preferencias partidistas y de cualquier otra diferencia que haya entre los ciudadanos, debemos trabajar en función de alcanzar consensos, para consolidar la paz, la convivencia, la tolerancia y el diálogo". Ese: "Es el llamado que nos hace la patria para construir la nueva prosperidad y el bienestar social".

Por tanto, "el rechazo a las sanciones internacionales, la necesidad de que sean levantadas; la construcción de una economía diversificada, que no dependa del petróleo y la recuperación del estado de bienestar social", son requerimientos anhelados por la mayoría de los venezolanos. La superación de los mismos nos dice que, solo por esa vía, será posible reencontrarnos con los propósitos de la Revolución Bolivariana para la construcción de la Venezuela Socialista.

Tuvo razón el Presidente-Comandante Hugo Chávez, cuando aquel 9 de diciembre del 2012, dijo que, "en caso de que concurriera alguna circunstancia que le inhabilitara para seguir su mandato, Nicolás Maduro, de acuerdo a lo establecido en la Constitución, debía concluirlo". Ya que, "mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable absoluta, total, es que en ese escenario que obligaría a convocar a elecciones presidenciales ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente". Él es, "uno de los lideres jóvenes de mayor capacidad para continuar (...) con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, …, para garantizar la marcha de la revolución bolivariana, la marcha victoriosa de esta revolución y seguir construyendo la vía venezolana al socialismo".

Y, así ha sido.