El Nazismo y el Ocultismo siempre transitaron por la misma vía.
Hitler y sus secuaces, Himmler, Rudolf Hess, Rosenberg, entre otros, practicaban todo lo que tiene que ver con las ciencias del misterio, como la Astrología, el Espiritismo y la Mitología Germánica.
Se dice que Hitler practicaba la adoración del fuego en el cual danzaba, buscando la destrucción del Cristianismo, que acusaba de contaminar el espíritu germánico.
Quería sustituir esa religión por dioses de la Mitología Germana. Actitud ahora practicada por el presidente de Ucrania, Zelenski, al atacar la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica, como lo hacían los nazis.
Era tanto el fanatismo nazi, que el alcalde de Hamburgo, llegó a decir que Hitler se comunicaba directamente con Dios.
Recordemos que el líder nazi envío a más de mil sacerdotes a los campos de concentración.
En el libro "El Retorno de los Brujos" de Louis Pauwels y Jacques dicen: El objetivo de Hitler no es la implantación de la raza de los señores, ni la conquista del mundo; esto no solo son medios de la gran obra soñada por Hitler; el fin de hacer obra de creación, obra divina, mutación biológica; el resultado de ello sería una ascensión de la humanidad todavía no igualada, "la aparición de una humanidad de héroes, de semidioses, de hombres-dioses".
La SS, Guardia Pletoriana de Hitler, practicaba el culto al Ocultismo y la Sociedad Thule que era un grupo que estudiaba las Ciencias Ocultas de la antigüedad germana eran parte de la elite de la Cruz Gamada.
Pauwels y Bergier señalan en su interesante libro que el Grupo Thule estaban convencidos que la raza fundamental de la humanidad proviene del desierto de Gobi, el tronco ario y tiene la necesidad de conquistar toda Europa Oriental, el Pamir, el Gobi, el Tibet y el Turkestan, que eran la "región corazón del mundo" y quienes lo conquistaran dominarían al mundo.
La SS era conocida como la Orden Negra, no solo por su uniforme negro, sino por sus prácticas "secretas", que supuestamente, tenían como tarea como guardias personales de Hitler, en sus inicios.
Una Orden Militar que tenían prácticas ocultistas, que se inspiraba en la antigua Orden de los Caballeros Teutonicos y en la casta guerrera Hindú.
El Jefe de las SS Himmler enviaría una expedición al Tibet, en busca de un "supuesto" mítico de la raza aria.
Esto estuvo financiado por una de las sociedades más secretas de la Orden Negra, la Sociedad de los Ancestros.
Cuando se consolida el poder nazi en Alemania en 1934, Himmler desbordó todas sus creencias medievales, en el pasado de leyenda del pueblo alemán.
Era apoyado por un consejero espiritual que decía que se comunicaba con sus ancestros arios, de nombre Karl Wiligut, que sería el que diseñará los símbolos esoterico de la SS.
Wiligut era un alcohólico, acusado de abusar sexualmente de sus hijas y Himmler creía en su discurso demente de una Orden secreta y obscura que se rebelaba contra la burguesia cristiana.
Himmler en un discurso en 1937, aseguraba que era mejor ser Pagano que Cristiano, que rendia culto a las certidumbre de la naturaleza y a los antepasados, que a la divinidad invisible y a sus supuestos representantes en la tierra.
El Jefe de las SS, se creia como fundador de una nueva Logia pagana, que sometería Europa y se mantendría por mil años.
La SS en su Orden Negra tendría insignias como la "cabeza de la muerte", una calavera con tibias cruzadas conocida como Totenkopf.
Primero en 1923 la usaron los miembros del Stosstrupp de Hitler y después las SS, con la cabeza de la muerte sonriente.
Alvaro Van de Brule en un interesante artículo asegura que en la "famosa cofradía" de la Orden Negra, tenía como meta la búsqueda de la pureza racial y afinidad por lo esoterico.
Himmler era tan arrogante, según Van de Brule, que ni siquiera los Generales del Estado Mayor, osaban discutir sus órdenes.
El periodista Lorenzo Fernández en su destacado libro "Templarios, Nazis y Objetos Sagrados", manifiesta que la sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana, visitó los cuatro confines de la tierra en la búsqueda del Shangri La, dónde moraban seres inmortales en el Himalaya, en el Arca de la Alianza en Etiopía, la espada de Longinos, el centurión que atravesó con su lanza a Jesús en la Cruz y en Argentina del Bastón de Mando Simihuinque, joya de poderes mágicos.
Este grupo de la SS fue encargada de crear una religión alemana que sustituyera al Cristianismo.
Manuel P. Villatoro cita en un artículo , que la Ahnenerbe fue creada para el estudio de las ciencias ocultas, para destruir el Cristianismo e instaurar una nueva religión nazi.
José Lesta en su libro "El Enigma Nazi" indica que Hitler al querer enfrentarse al mundo , necesitaría toda la ayuda usual y paranormal para vencer.
Contaba con la ayuda de Heinrich Himmler, Jefe de las SS, que era el más fanático creyente de "las fuerzas ocultas" .
Había sido inspirado por Herman Wirth, holandés, experto en germanismo.
El holandés creó un departamento que prestaba atención al estudio del alfabeto runico, que serviría para la simbología del nazismo, investigar el alcance territorial y el espíritu de la raza germánica.
Andrés Brisaud en un artículo dice que los trabajos de ese departamento eran asuntos secretos del III Reich.
En esa organización conocida como Ahnenerbe, se encontraba "la sesión esoterica", que estaba a cargo de Friedrich Hielscher y Wolfram Sievers, con la colaboración de Martin Buber, filósofo judío y el escritor Erns Junger.
Cuando escribimos sobre el Ocultismo en el nazismo, no podemos dejar de mencionar los asesinos de la Sociedad Thule y hay que saber que está organización "ocultista" , estaba actuando desde la primera década del siglo XX, contando con un líder que se proclamaba el precursor del anticristo, pero esto debe ser tratado en otro capítulo.