Las deficiencias orgánicas de la estructura funcional del Estado representante del Soberano, verbigracia de todos y cada uno de los venezolanos, están expuesta a diario, es público y notorio, es de todos.

La realización del ideal emancipador, independentista y propulsor de una identidad americanista fundado en América, sea este Mirandino o Bolivariano u otro, requiere aceleración en la ejecución de hechos históricos pertinentes a la actividad político-económica en los Poderes Públicos.

El re-conocimiento y actualización del orden y la justicia, sustanciado con la herencia cultural antropológica propia de estas latitudes, en el escenario social actual, así como facilitar el Soberano apoderamiento del poder político por parte del ciudadano, y no de los partidos, ni del partido, es el camino a seguir, hablando de democracia, de otra cosa no hablamos.

Mientras los dispositivos (motores) reales del Estado Bolivariano de Venezuela se optimizan, los cuales son:

1.- Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

2.- Conjunto de Leyes y Normas reguladoras del quehacer y ser ciudadano y/o privado particular, y/o ser colectivo.

3.- Educación y formación ciudadana con identidad claramente socialista fundada en las culturas ancestrales del continente Americano. No existirá propuesta no imperialista ni imperialista, que provean en Venezuela concreción social benéfica significante, esto se concluye como resultado de sus hechos históricos, no hay. Aunque la Reina Isabel haya venido al norte del continente en estos días recientes, o así Fidel hubiese marchado el 1ro de Mayo.

En Venezuela los extremos radicales de grupos políticos, promueven un conflicto que deriva en miles de decesos de ciudadanos.

Está ensangrentada nuestra Patria y quienes promueven tal guerra y se hace llamar los líderes están a bien resguardo, la gran mayoría de ellos se sacrifican por el país desde los medios de comunicación o andan disfrazados en las marchas para no ser reconocidos, algo así como usando un “camuflaje popular”.

Esto nos obliga a debatir con respecto al hombre bélico, para dar paso al hombre no-armado en el concierto político interno. (Que no es posible sino a través de las armas, eso es según las viejas estructuras ideológicas deformadoras de la realidad).

Diríamos del hombre no-armado que su apetito violento-destructivo pervive, mas su leit motiv, su rol de habitante supremo, es dirigido al acto de vivir solidaria, fraternal y terrenalmente abocado al combate por dar significado al concepto fundacional de la vida: El ser y el estar.

Años de evolución, ancestrales e históricas expresiones culturales, políticas y socio-económicas, permiten proponer un paradigma cívico nuevo.*

La vía para su edificación es inherente al individuo, y no al colectivo que es una mera abstracción conceptual practicada sin éxito en nuestras latitudes. El exacerbado individualismo perjudica por igual.

Se trata de valores y roles contrapuestos que no se anulan entre sí, en lugar de eso se complementan. Veamos:

Compromiso personal / Compromiso colectivo.

Auto-realización personal / Participación social.

Socialización Intra-personal / Socialización Inter-personal.

No es difícil pensar y actuar para re-ordenar la sociedad, el asunto esta en hacerlo, no sólo decirlo o d-escribirlo en medios comunicacionales de masas.

* Controlado por el “pueblo”, según sea la ubicación; el protagonismo en el teatro de las aldeas americanas del Sur se diseñaba y estructuraba la personalidad del líder, en torno a los poderes de sus sistemas de vida; uno representa a muchos, en tanto que, ese uno, satisface “asuntos públicos” de la comunidad aldeana íntegramente. Si a este paradigma le sumamos: “con la mayor cantidad de bienestar social”, medido con el conocimiento y con la tecnología aplicable de la actualidad, la competencia por el protagonismo político benigno aumenta y la vida se equilibra.

Un mecanismo supremo para instaurar, si pensamos en que es natural un paso más en el proceso de evolución de LA HUMANIDAD.

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