Alguna vez acaricie la idea de trabajar donde otros gozan. Era en los días en que no sabia si era mejor ser torero y crear la dinastía de los hermanos Brito, cosa que le complicaba la vida a mis viejos que se verían forzados a adoptar mas muchachos -donde medio comen tres, mal comen cuatro- , o seguir al santa senda de Isnotu y de la Facultad de Medicina. Lo cierto es que para los días en que por primera vez se me preguntó que carrera iba a tomar, contesté sin vacilación: De Plaza Venezuela a la Esquina de La Bandera. Un apuro lo
tiene cualquiera.
No se cuan peligroso puede ser un parto de pie. Creo que al que le decíamos "el jirafa" en el liceo tuvo su forcejeo para sacar la cabeza. Es mas no se si es verdad que se pueda nacer de pie. ¿Se puede? ¿Pura leyenda urbana? En todo caso un partido político puede nacer de pie, y es mas antes de sacar la cabeza -si es que la tiene-, ya puede empezar a dar patadas.
Una península de socialismo rodeada de adoradores de charreteras por todas partes menos por una. Una península de socialismo, primitivo, intuitivo, rodeada de social-demócratas por todas partes menos por una. Una península de socialismo, poco científico, teóricamente débil, rodeada de intelectuales con ego y próstata
hiperdesarrollados. Una península de solidaridad, rodeada de xenófobos por todas partes menos por una. Una península de justicia social rodeada de economistas burgueses por todas partes menos por una. Una península de esperanza, rodeada de blandengues por todas partes menos por una.
Un mar de adoradores de charreteras, de disléxicos de la historia, de social-demócratas, de intelectuales marutistas, de xenófobos, de profesionales burgueses, de blandengues. De derecha endógena.
Geografía a las patadas, que algo queda...
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