Los líderes europeos y el FMI han exigido al gobierno griego - no electo e
ilegítimo - un nuevo plan de austeridad para desbloquear la "ayuda"
de la UE, que no está destinado para el desarrollo social del que Grecia tiene
necesidad vital, sino para garantizar el pago de las deudas de los bancos
estatales griegos.
Después de tres años de austeridad, mientras que la recesión económica se ha
instalado, la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) está de vuelta y el país se encuentra bajo la supervisión
de nuevos ataques a las pensiones, la abolición del salario mínimo en el sector
privado, supresiones adicionales de empleo en el sector público... En
pocas palabras, las mismas recetas, con las mismas consecuencias de siempre.
Este es el octavo plan de austeridad que, como los siete primeros, ¿debería
resolver el problema de una vez por todas la crisis de la deuda
griega? Los siete planes han consistido en bajar los sueldos el 50%, en
privatizar los servicios públicos, en el cierre de escuelas y asfixiar los hospitales,
para en última instancia, conducir a la explosión del paro, de la precariedad
laboral y la pobreza.
Entonces, ¿cómo no entender la ira popular que se expresó en estos momentos en
Atenas y en muchas ciudades griegas? Como se suele decir "Quien
siembra la miseria cosecha la cólera".
El Partido de la Izquierda Europea apoya a los ciudadanos griegos que luchan
contra estas medidas y los parlamentarios que llevaron la palabra del pueblo en
el Parlamento Griego al votar en contra este texto peligroso tanto para Grecia como
para toda Europa.
Pedimos a los ciudadanos europeos a reunirse ante las embajadas griegas en los diferentes
países de la UE para mostrar su solidaridad con el pueblo griego. También instamos
a todos aquellos que resisten estos catastróficos planes de austeridad en toda
Europa a trabajar juntos para construir una contra-ofensiva de los pueblos de
Europa.
Peter Lawrence, presidente del Partido de la Izquierda Europea
13 de febrero 2012