He leído con gran estupor, en la prensa de hoy, la posible aprobación del Gobierno de Argentina de una base militar de EEUUAA en el Aeropuerto de Resistencia, en la Provincia Del Chaco, para que sea operada por el Comando Sur de EEUUAA. Se ha utilizado el disfraz de “ayuda humanitaria” como ”Programa Provincial de Emergencias”. De acuerdo con la vista aérea de sus instalaciones, esta está ubicada en un aeropuerto (Aporrea Org. 24/03/12). Ahora pregunto yo, por qué se ubica en un aeropuerto, no será para poder operar sus aviones asesinos o acaso no saben en Argentina que es una norma de las Fuerzas Armadas imperiales de ubicar sus bases militares en aeropuertos ya existentes o en lugares que permitan su construcción
Ahora bien, si observamos el mapa de Sur América, Resistencia está ubicada a escasos 300 kilómetros al Sur de La capital de Paraguay (La Asunción), sobre una planicie al lado del Rio Paraná, que es afluente del Rio de La Plata. Pero la coincidencia más grande es que Resistencia está ubicada en todo el vértice de la triple frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil; a ustedes no le suena que esta triple frontera ha sido desde hace muchos años un objetivo primordial del Comando Sur de EEUUAA, ya que su ubicación es inmejorable para mantener un control militar sobre estos tres Países más Uruguay, Chile y Bolivia ya que todos son equidistantes de esta triple frontera. Pero, quizás, lo más relevante es que aproximadamente a unos 500 kilómetros rio arriba por el Paraná se encuentra el acuífero más grande del Continente y uno de los más grandes del mundo, que se denomina acuífero de Iguacú, sobre los límites de Paraguay y Brasil.
El 19/06/2.003, escribí un artículo titulado EL EJE MALÉFICO DEL PACÍFICO, publicado en la misma fecha por la Página, ya no existente, denominada Espacio Autogestionario. En ese artículo, parafraseando al escritor y premio Nobel de La Paz de 1.980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel: quien decía, que los tres aspectos para la dominación de EEUUAA sobre la América Latina son: El Proyecto Puebla-Panamá, para el Norte y Centro América; el Plan Colombia, para el Norte de Sur América; y, el eje fronterizo de Brasil, Paraguay y Argentina (La Triple Frontera), para el centro y Sur de América Latina. En ese artículo explico el por qué de la importancia de esa triple frontera, destacándose, que un ataque a través de ella dividiría a la América septentrional en dos partes, pudiendo aislarse una parte de la otra y ser atacadas con mayor facilidad. Esto se está cumpliendo gracias a la posible traición de Argentina a todos nuestros ideales de unión.
Las guerras actuales se están llevando a cabo por la posesión de las reservas petrolíferas del mundo, ya que el petróleo es un elemento fundamental para la existencia de los centros de poder del mundo; pero las guerras del futuro próximo, se librarán por la posesión de las fuentes de agua. Todos sabemos, que el agua potable (para el consumo humano) está escaseando en forma abrumadora y, para un futuro cercano no se vislumbran soluciones viables; la población crece y los recursos hídricos disminuyen. El imperio tiene la vista puesta, desde hace muchos años, sobre este acuífero de Iguacú, al igual que sobre la cuenca del Amazonas y toda la amazonia, de la cual formamos parte: Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Venezuela y Guyana. Es tal la importancia, para su supervivencia futura, que le ha dado el imperio a esta zona, que en sus escuelas se les enseña a los alumnos que la Amazonia forma parte de sus pertenencias.
Ahora ven el por qué el imperio, crea bajo engaño como es su costumbre, el montaje de una base militar en Resistencia, Provincia argentina Del Chaco, disfrazada de “ayuda Humanitaria”. Para los efectos ya señalados, no hay una zona más conveniente en toda la América Septentrional, que la elegida por el Comando Sur de EEUUAA en Resistencia: con transporte fluvial asegurado a través del Rio Paraná, hacia Buenos Aires, La Asunción y el acuífero de Iguacú; con pista de aterrizaje y su correspondiente infraestructura para operar, sin problemas, sus aviones de combate y transporte de tropas; en una posición cercana al acuífero de Iguacú para poderlo tomar con suma facilidad; y, en una posición equidistante del resto de Países de la América Septentrional.
Pienso, y pido disculpas si no es así, que el Gobierno de Argentina tiene conocimiento, o al menos debe tenerlo, de la razón verdadera del imperio de EEUUAA de querer tener posesión de unas instalaciones que amenazan, no sólo la soberanía argentina, sino de toda Sur América y más allá; por eso me atrevo a decir que la posible autorización, por parte del Gobierno Argentino a dichas instalaciones, constituiría una traición a los ideales de nuestros Libertadores, fundamentalmente a San Martín y Simón Bolívar, que soñaron con una “Patria Grande”, libre e independiente de todo dominio extranjero y colonial.
La Argentina está, actualmente y desde hace mucho luchando, con la más justa razón, para que una potencia colonialista como lo es la Gran Bretaña le devuelva el territorio insular de Las Malvinas; en ese intento, ha recibido el apoyo incondicional de los Países de la región. Argentina, en ese sentido, ha justificado su demanda en que no puede haber posesión colonialista en territorio argentino, yo diría que en ningún País de América Latina,; pero incomprensiblemente estaría, posiblemente, autorizando al más perverso y mortífero imperio, como lo es el de Los Estados Unidos de Norte América, para que monte una base militar en su territorio, y no en cualquier territorio, sino en el más importante como ya se ha visto. Sabemos que cada País tiene la potestad de autorizar o no lo que se haga en su territorio, es parte de sus derechos soberanos; pero, como decía un famoso cómico venezolano: “que vaina que siempre hay un pero”, repito, pero cuando se trata de que esa decisión afecte la seguridad de otros Países, como lo somos todos los Países Latinoamericanos, incluyendo a mí amado País Venezuela, entonces, lo menos que podía imponerse era que esa nefasta, posible, decisión fuera consultada con nuestro pueblos.
Ya no podemos pensar y decidir en forma aislada, sobre todo, cuando se trata de acciones que afecten nuestra unidad, como lo es la de aceptar un coto imperial en territorio de América del Sur. UNASUR, surge como un paradigma de unidad entre nosotros; y, todos nuestros Mandatarios, actuando en nombre de nuestros pueblos, han coincidido en crear una zona de paz en nuestra Sur América; igualmente, La CELAC lo ha impuesto en sus principios fundamentales, para toda Latinoamérica. Entonces, surge la pregunta obligada, por qué se aprueba algo que viola lo que se ha decidido y aprobado en instancias supranacionales, como lo decidido en UNASUR y en La CELAC; o es que acaso no es paradójico que se hable de zona de paz, que se hable, a grito partido, de no aceptar más colonialismo en nuestra América Latina; y, por otro lado, se autorice una posesión extranjera, que no es más que una zona de colonialismo en el corazón de nuestra América. Yo particularmente no lo entiendo, pido, como dice alguien por ahí, “que me lo expliquen más despacito a ver si lo entiendo”. Podemos hacer un intento, como juego intelectual, para ver si tiene alguna justificación; por ejemplo, podríamos decir, que el imperio se burló de la buena fe del Gobierno Argentino, todo es posible, pero no olvidemos que el imperio de EEUUAA representa la sucesión del imperio del Reino Unido inglés, que pertenecen a la misma raza anglosajona, que tantos crímenes cometió en su reinado del mundo y, que ahora los sigue cometiendo con el nombre de EEUUAA; lo que ha habido es un cambio de nombre, ya que los métodos para dominar el mundo son idénticos, igualmente, se trata de la misma raza. Entonces es difícil querer hacer una distinción entre el uno y el otro; o sea, cuando está en Las Malvinas es colonialista y cuando está en Resistencia se convierte en humanitario. Juzgue usted mismo querido lector.
Podríamos decir, acaso, que fue un gazapo del Gobierno de Argentina, que no se dio cuenta del yerro inmenso cometido al firmar algo de tanta importancia a nuestra seguridad continental; sin embargo es difícil pensar que un documento de tanta importancia para Argentina no haya sido cuidadosamente revisado, hasta en el significado de sus letras pequeñas. No se trata de que se cometiera un error en una o más palabras, se trata de algo que salta a la vista: se le está dando entrada al imperio a una parte importante de Sur América, para que en un futuro cercano nos arrebate nuestros recursos y tome posesión de toda América, tal y como reza en sus planes.
Sigo insistiendo, que no se le dio el apoyo necesario a la solicitud del Presidente de Bolivia Evo Morales, cuando propuso en la plenaria fundacional de La CELAC, que debía crearse una cláusula prohibiendo las bases militares imperiales; quizás no se le dio la importancia debida por no contradecir a los Países de nuestro Continente que poseen bases militares de EEUUAA en sus territorios como lo son : Colombia Honduras, El Salvador, Costa Rica, Perú Paraguay y Guyana. Ya es hora de que se prohiban definitivamente las bases militares imperiales en Latino América; y, las ya existentes deben ser desmanteladas. Si se le hubiese hecho caso a Evo Morales, Argentina no podría autorizar esta nueva, posible, base de EEUUAA en su territorio. Piénsenlo aunque sea por un instante.
No queda otra, como dicen los chamos, que concluir que la posible traición de Argentina no tiene nombre; no se le puede justificar bajo ninguna circunstancia, ya que nos afecta a todos; y, yo como venezolano me siento traicionado e igualmente siento que nuestro Libertados Simón Bolívar ha sufrido una nueva posible traición, recordemos sus palabras en carta escrita al coronel inglés Patricio Campbell el 05 de agosto de 1.829: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad”. Por ello, hago un llamado al Gobierno Argentino de revisar nuevamente este convenio tan dañino a nuestra América.
Coronel en retiro de la Aviación Militar Bolivariana y Abogado del pueblo.
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