El Jefe del Estado Mayor del Ejército de Rusia, general Nikolai Makarov, advirtió que su país pudiera lanzar un ataque preventivo para destruir las infraestructuras de las bases antimisilísticas nucleares que la OTAN está instalando en Europa oriental.
Cohete balístico intercontinental usado para probar la efectividad del escudo antimisilístico.
1-. UNA INFORMACIÓN ALARMANTE
Para que nadie crea que la posibilidad de una guerra nuclear es una opinión personal –me refiero a la cadena de hechos que pudieran conducir, eventualmente, a una guerra nuclear--, voy a comenzar transcribiendo un cable noticioso de la AP --Associated Press--, fechado en Moscú el pasado sábado, día 5, que fue publicado por los principales diarios del mundo, incluyendo Pravda, The New York Times, Le Monde, The Times y otros:
--El Jefe del Estado Mayor de la Federación Rusa, Nikolai Makarov, amenazó con lanzar un ataque preventivo contra las instalaciones antimisilísticas de la OTAN en Europa Oriental, dirigidas por Estados Unidos, si Washington sigue adelante con su controversial plan de defensa.
--El presidente Dmitry Medvedev afirmó el año
pasado que Rusia responderá militarmente si no llega a un acuerdo
con Estados Unidos y la OTAN. Makarov fue todavía más allá.
“Se tomará una decisión de usar una fuerza destructiva preventivamente
si la situación empeora”, amenazó.
--El ministro de defensa Anatoly Serdyukov también
advirtió el jueves --3 de mayo--, que las conversaciones entre Moscú
y Washington sobre el plan de la OTAN en Europa están “cerca de un
punto muerto”.
--Moscú rechaza la afirmación de Washington de que el plan está
sólo destinado a resguardarse de cualquier
amenaza misilística de Irán y ha manifestado temores de que, a la
larga, será suficientemente poderoso como para contrarrestar el disuasivo
nuclear ruso.
--El pasado jueves, en el comienzo de una conferencia de dos días con representantes de unos 50 países, un alto funcionario de la defensa reiteró la oferta de Moscú de operar el escudo antimisilístico junto con la OTAN.
--El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, dijo
que ese sistema de defensa europeo conjunto “podría afianzar la seguridad
en todo país del continente” y “sería adecuado ante posibles amenazas
y no afectará la seguridad estratégica”.
--La OTAN ha dicho que desea cooperar con Rusia en el escudo defensivo, pero ha rechazado la propuesta de Moscú de operarlo conjuntamente.
--El Subsecretario General de la OTAN, Alexander Vershbow, dijo en la conferencia que el escudo antimisilístico “no está ni estará dirigido contra Rusia” y agregó que sus misiles balísticos intercontinentales son “demasiado veloces y avanzados” como para que los pueda interceptar el planeado sistema.
--La conferencia en Moscú es la última gran reunión ruso-estadounidense sobre cuestiones militares antes de una cumbre de la OTAN en Chicago a fines de mes. Rusia no ha dicho si enviará allí altos funcionarios. Sin un acuerdo de cooperación entre OTAN y Rusia, el Kremlin ha buscado garantías estadounidenses de que todo futuro plan antimisilístico no estará dirigido contra Rusia y ha amenazado represalias si no se negocia dicho acuerdo.
(Hasta aquí el cable de la AP)
2-. 63 AÑOS DE TERROR NUCLEAR
El mundo ha estado en peligro de una guerra nuclear desde que, a fines de los años 40, las dos superpotencias vencedoras en la guerra mundial –la Unión Soviética en Europa y Estados Unidos en Asia-- dieron inicio a una feroz carrera armamentista. Aunque el Kremlin había comenzado a fabricar sus primeras bombas cuatro años después que la Casa Blanca, ya había cierta paridad entre las dos potencias hacia mediados de la década de los 50 y, unos años después, Moscú llegó a construir bombas de hasta 100 megatones, casi 7,000 más poderosas que la que en Hiroshima asesinó a unos 100,000 seres humanos, en más de un 95% niños, mujeres y viejos.
A partir de entonces, el mundo ha estado en peligro varias veces de guerra nuclear. Cuando Douglas McArthur le propuso a Truman atacar a la República Popular China por el conflicto de Corea, la guerra hubiese sido nuclear porque la Unión Soviética habría reaccionado.
Por aquella misma época, Curtis LeMay, jefe del Comando Aéreo Estratégico, --SAC-- que tenía numerosos aviones con bombas nucleares, convenció a los jefes del Pentágono para que le exigieran a Truman un ataque nuclear contra las tropas chinas que cruzaban el Yalú para defender a Corea del Norte y recuperar, al menos, la frontera del Paralelo 38. De haber aceptado Truman, aquello pudo ser también una guerra nuclear porque la URSS hubiera tomado represalias en el propio sentido.
En la Crisis de Octubre de 1962, el mundo estuvo dos veces al borde de la guerra nuclear. La primera, cuando el Pentágono le propuso a Kennedy que destruyera con bombas convencionales las bases de cohetes nucleares soviéticas en Cuba, con un probable saldo de hasta 100,000 muertes.
Kennedy estuvo a punto de aceptar, pero en el último minuto se decidió por el bloqueo marítimo. De haberse realizado ese ataque, los comandantes soviéticos de las bases nucleares cubanas habrían atacado a Estados Unidos con bombas nucleares y, como se supo treinta años después, no les hacía falta el permiso del Kremlin para tomar esa iniciativa.
La segunda fue el 24 de octubre a las 10 de la mañana cuando los barcos rusos se acercaban a la línea del bloqueo a la que debían llegar a las 10 y 25 de la mañana. Si los barcos hubieran atravesado esa línea, el Imperio los hubiese hundido, matando a cientos de marinos. La Unión Soviética hubiera tenido que ir a la guerra y ésta hubiese sido nuclear. Pero el premier Nikita Jruschov no era un insolente como Kennedy ni un monstruo como los jefes del Pentágono, y evitó la catástrofe, salvándole la vida, al menos, a 500 millones de personas y evitando el Invierno Nuclear, en el que hubieran perecido otros cientos de millones. No ha habido nadie en la historia que le haya salvado la vida, ni remotamente, a tantos seres humanos.
La guerra nuclear pudo haber sucedido por otros motivos. Si LeMay hubiera enloquecido aun más de lo que estaba, le hubiese ordenado a varios aviones del SAC, cargados de bombas nucleares, que atacaran a la URSS y, entonces, la Casa Blanca y el Pentágono, y por supuesto el Kremlin, hubiesen tenido que ir a la guerra total.
Ese ataque pudo haberlo ordenado, aun sin la aprobación de LeMay, el jefe de una de las bases aéreas del SAC, un escenario similar al de la película Doctor Strangelove. Ante el hecho consumado y las primeras bombas haciendo explosión sobre una base nuclear en territorio soviético, el Kremlin habría ordenado una respuesta, y la Casa Blanca otra, y ése hubiese sido, por supuesto, el inicio de la guerra nuclear.
La guerra pudo haber sido consecuencia, además, de un accidente o el mal funcionamiento de una computadora, y una falta de comunicación entre el Kremlin y la Casa Blanca, o por otros motivos que están más allá de nuestra imaginación.
3-. EL PELIGRO LATENTE
Hoy el peligro de guerra sigue siendo real y ya no son dos potencias las que poseen bombas nucleares, sino nueve países –o catorce, si incluimos aquéllos a los que la OTAN les ha dado capacidad nuclear--. Veamos unos simples datos sobre el poderío nuclear de las naciones:
RUSIA: 2,430 bombas activas; 12,000 en total (tiene de 100 megatones)
ESTADOS UNIDOS: 1,950/9,500 (tiene de 50 megatones)
FRANCIA: 290/300.
CHINA: 180/240.
INGLATERRA: 160/225.
ISRAEL: 80/200 –se cree que pueda tener 400 en total--.
PAKISTÁN: 90/110.
INDIA: 80/100
COREA DEL NORTE: unas 10 en total, o tal vez más.
De acuerdo al plan de Armas Nucleares Compartidas de la OTAN (NATO’S Nuclear Weapons Sharing) los siguientes países tienen en sus territorios armas nucleares y bases de cohetes, controladas por el Pentágono a través de la pantalla de la OTAN: Turquía, Alemania, Bélgica, Italia y Holanda.
Mientras la Casa Blanca ha expandido el peligro nuclear, convirtiendo a un Estado tan conflictivo como Israel en la probable tercera potencia nuclear y estableciendo bases atómicas en otros cinco países, el Kremlin hizo, exactamente, lo opuesto al desaparecer la Unión Soviética en diciembre de 1991, cuando decidió concentrar bajo su poder las armas nucleares que existían en otras repúblicas soviéticas.
En 1996, Ucrania ya le había entregado a Rusia todas sus armas nucleares que eran unas 5,000, las que habían convertido a ese país en la tercera potencia nuclear. Kazajtán le entregó a Rusia 1,400 armas nucleares, o sea era la cuarta potencia nuclear del mundo. Belarús tenía sólo 80 bombas nucleares y, también, se las entregó a Rusia.
Esto demuestra, una vez más, que el gobierno de Estados Unidos es el mayor terrorista de la historia, y que el gobierno de Rusia ha hecho todo lo posible por evitar el terror… pero lo del escudo antimisilístico de la OTAN en Europa oriental cambia la relación de fuerzas y obliga al Kremlin a una respuesta que tenga la misma fuerza que la amenaza.
Ahora vemos que ayer, jueves día 10, el presidente Valdimir Putin suspendió una visita que tenía proyectada hacer a Estados Unidos para asistir a la cumbre económica del G-8, integrado por las ocho naciones más industrializadas, que se iba a celebrar en Chicago, a mediados de este mes, y Obama la trasladó a Camp David. Es primera vez que un Jefe de Estado ruso se niega a asistir a una reunión del G-8.
Un vocero del Kremlin declaró que el motivo de esa decisión es que el presidente Putin, que tomó posesión hace sólo unos días, tiene mucho trabajo para elegir a su nuevo gabinete de gobierno; pero se puede colegir que la actitud del Presidente es un rechazo total a la política desafiante del Imperio y la OTAN al establecer el escudo antimisilístico que puede amenazar la seguridad nacional de Rusia.
El Imperio terrorista y sus cómplices desafían al mundo con su poderosa fuerza bestial y lo pueden conducir a una guerra apocalíptica en que podría desaparecer nuestra civilización.
carlos.rivero@att.net