Lamento la distancia de mis escritos, no puedo ocultar por tanto tiempo la Luna Llena que ilumina mi duelo. Tu partida enmudeció mis entrañas, estrechando aquellas desoladas sensaciones, que desde mi Chile neoliberal, elevan un grito ante la injusticia de la vida y sus cauces misteriosos.
No tengo la fortaleza moral de mis hermanos venezolanos, mi lamentable educación neoliberal ha caducado mi capacidad de reacción, la valentía es un proceso en el cual trabajo día a día, solo hace unos días concluí que mi amada Venezuela es gobernada por el Gato Mayor, mano derecha del Comandante Eterno, Nicolás Maduro Moros.
La consigna fue derrotar la contraofensiva oligarca, no existían dudas que la burguesía apátrida ocuparía todos los resquicios para desprestigiar la elección presidencial, buscando en los medios de comunicación y sus aliados internacionales invalidar el proceso democrático y popular, gracias a lo ajustado de los resultados.
El duopolio Pinochetista (Alianza – Concertación) también solidarizó con la MUD, exigiendo “transparencia y probidad” en las elecciones, entregándose como ejemplo de transición a la democracia, ilustrando constantemente a Chávez como un “caudillo y dictador”, mientras Pinochet aún vive en el modelo económico, con niveles de desigualdad aberrantes, similares a un país africano.
Chile quiere despertar… necesita despertar, aún bosteza ante los guiños del FMI y los grandes oligarcas que manejan los medios de producción y comunicación que adulteran la realidad. Este es un año clave para nuestro pueblo, se llevarán a cabo elecciones presidenciales, y la única candidatura que apunta a los cambios que necesitamos es la emprendida por el candidato humanista Marcel Claude, quién en innumerables ocasiones ha defendido la Revolución Bolivariana y sus cauces en la región.
Con sus planteamientos hemos recuperado el sueño de Allende, incentivando la recuperación de nuestros recursos naturales, sostener mediante lo anterior, salud y educación pública, gratuita y de calidad, garantizada por una nueva Constitución, nacida de una Asamblea Constituyente popular y democrática.
Por esto Chávez ya no descansa en el Cuartel de La Montaña, vive en la resurrección de los pueblos que se rebelan al yugo imperial capitalista. Chile despertará, como decía Salvador Allende “más temprano que tarde” y sin reversa, ya que los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez, como Allende… como Chávez!!!
Viviremos y venceremos!!!
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