No quiero, con este título, alarmar al mundo libre (mundo libre es igual a los que no somos ni lacayos ni colonias del imperio), es una realidad que está a centímetros de nuestras narices. Como dijo Jesús El Cristo: el que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea. Me estoy refiriendo al modo como se está desenvolviendo la situación en Siria. El imperio y sus lacayos han desarrollado un formato para invadir y tomar posesión de este País mediterráneo, sin embargo, su desenvolvimiento llegó a un punto muerto debido a que China y Rusia se han negado a apoyar al imperio y sus lacayos y colonias europeos en la creación de una zona de prohibición de vuelos para los aviones de combate sirios y de sus aliados, e, igualmente libre de vuelos para los aviones imperiales, europeos e israelíes (ver el caso de Libia y donde quedaron). A pesar de ello, el imperio en su errónea creencia de que son los amos del mundo, han seguido revolviéndose en el charco de sangre que han derramado del valiente pueblo sirio; de esta forma han entrenado a los terroristas sirios (creados y armados por ellos), en el uso de armas químicas letales, para de esa manera tener una excusa para, pretender barrer al legítimo Gobierno de Siria, haciéndole ver al mundo a través de pérfidas mentiras, que hay que intervenir militarmente en ese digno País porque dicho Gobierno está utilizando tales armas para eliminar a la “resistencia” que lucha por restablecer la “democracia” y los “derechos humanos”. Cuando todo el mundo sabe que estos terroristas son pagados por el imperio para desestabilizar al Gobierno sirio y crear las bases para la invasión imperial. Se acaba de demostrar que dichas armas químicas vienen de EEUU, de Arabia Saudita y de algunos países europeos y llevadas a territorio sirio a través de otro lacayo del imperio como lo es Turquía; por eso los terroristas sirios atacaron a tiros a la sede de la ONU en Siria para darles un motivo de que este se retire de la investigación sobre dichas armas, como así sucedió, ya que la ONU tendría que concluir que dichas armas estaban en manos de tales terroristas.
Siria, ya lo hemos dicho en otros artículos de este servidor, representa una posición estratégica para ambos bandos, para el imperio porque colocaría sus aviones de ataque mucho más cerca de Moscú; y para Rusia porque alargaría su defensa aérea fuera de sus zonas neurálgicas fundamentalmente su sede de gobierno, Moscú; para Israel, porque pondría sus aviones de caza mucho más cerca de Irán, además de poder utilizar el petróleo sirio, recurso este que Israel no posee y que le es indispensable para sus operaciones militares de supervivencia y de apoyo a las invasiones imperiales. No olvidemos que son los sionistas internacionales los verdaderos amos del capital mundial y, por consiguiente, controlan no solo al gobierno imperial (Países de la OTAN), sino al de Israel y a los de los países colonias de dicho imperio.
Ahora bien, por qué hago un llamado urgente a Rusia, a China y al resto del mundo libre a evitar que el fin de los tiempos se nos monte encima; muy sencillo, porque Rusia y China son los únicos Países con el poderío suficiente como para frenar las insaciables ansias de ir cercando a estos dos Países, negándoles el uso de los territorios periféricos, que son, de hecho, muy útiles (como ya hemos dicho)para extender su defensa a sitios lejanos a sus centros de poder. De tal manera, que si Rusia y China no ponen un fin drástico, como todos esperamos que hagan, a los infames avances del imperio, entonces, aparte de cometer el más grande error en sus historias, estarían colocándose a sus pies. En ambos casos, se desataría una guerra de nefastas consecuencias para el mundo; me explico, si Rusia y China emiten una declaración conjunta, que ya deberían estar haciendo, en la que expresen que cualquier ataque militar a Siria sería considerado como un ataque a ambos Países y por tanto tendrían que actuar en consecuencia; lo que significaría que la retaliación Ruso-China sería severa y de muy grandes resultados, porque estaríamos dando inicio a una conflagración que pondría fin a la vida en la tierra. Pero, si no lo hacen, entonces tendrían, igualmente, que iniciar una guerra de proporciones similares, con la consecuencia de iniciarla con la desventaja de haber perdido el territorio que les permitiría alejar la efectividad de los ataques enemigos y que a la vez les proporcionará los recursos energéticos de Siria. El triunfalismo sería útil para el imperio y les daría una preeminencia inicial.
El primer escenario, tiene la ventaja de la iniciativa Ruso-China, por aquello de que el que da el primer golpe tiene todas las de ganar; además de sorprender la defensa imperial anti-misilística, lo que conllevaría a que muchas cabezas nucleares Ruso-Chinas lleguen con más facilidad a sus objetivos, estarían, también, cumpliendo con dos principios fundamentales de toda guerra; a saber: la libertad de acción y la seguridad. Esta es una guerra que no tendrá ganadores porque la destrucción será pareja por ambos lados y los que sobrevivan quedarán en muy precarias condiciones. Habrá que comenzar de nuevo, si hay con qué, que lo dudo mucho.
Por qué digo que estamos en alerta máxima, lo digo nada más y nada menos porque ya el propio Presidente de EEUUAA ha dicho que va a salir del Gobierno del Presidente de Siria por el medio que sea, ellos están acostumbrados a destruir e invadir a cualquier País que se oponga a sus designios; además, el Gobierno lacayo de Inglaterra ha manifestado hoy, que no va a esperar la decisión de la ONU para atacar a Siria; Francia ha dicho otro tanto; y, estos, no son otra cosa que indicios válidos, de que la decisión del ataque e invasión a Siria, por parte del imperio, ya está tomada y que podría tener lugar en cuestión de horas. Ahora bien, valdría la pena pensar, por un instante, que pasaría con los países del tercer mundo, o sea los que no son potencias nucleares; bueno, yo diría, que para el único escenario en que podría reflexionarse sobre nuestro futuro es en el segundo escenario; o sea, que Rusia y China se duerman, se acobarden o arruguen, nuestro futuro se verá muy comprometido, porque si estas dos potencias no actúan en algo tan vital como lo es la cercanía de los acontecimientos a un territorio que les es vital; entonces menos van a actuar para defender a un país que esté a muchos Kilómetros de distancia como serían los Países de América Latina o África. En cuanto a Latinoamérica, esto nos obliga a crear un organismo de defensa lo suficientemente fuerte como para disuadir cualquier locura imperial, sobre todo, porque poseemos la primera reserva de petróleo del mundo, la cuarta reserva mundial de gas, la primera reserva de recursos hídricos; además de grandes reservas de hierro, bauxita, uranio, grafeno y otros minerales considerados, por su importancia como estratégicos.
No creo, como ha dicho alguien por allí, que debemos crear dicho organismo de defensa en el seno de La ALBA, debido a que esto podría considerarse como que algunos países tienen pretensiones de mantener una hegemonía sobre otros, lo que redundaría en una carrera armamentista de grandes proporciones y sumamente peligrosa, por aquello de que el pez grande se come al más chiquito. Pero pienso, que si lo intentamos en el marco de UNASUR, todos los países que lo integran estarán en iguales condiciones de poderío, ya que este sería manejado por un Consejo de Defensa de UNASUR. Este organismo debe crearse con prioridad a otros, debido a que nuestras soberanías, como acabamos de ver, estarían en peligro cierto de desaparecer. Ese llamado de alerta urgente tiene tanta valides para nosotros como para los países directamente involucrados en los escenarios analizados ut-supra; por tanto la creación de ese organismo de defensa debe decretarse de inmediato, máxime que para adquirir el armamento necesario se requiere de un tiempo más o menos largo, ya que el imperio y sus lacayos, por razones obvias, nos van negar su adquisición y Rusia o China tienen que construirlo para vendérnoslo.
Independencia y Patria Grande y Socialista.


Coronel en Retiro de la Aviación Militar Bolivariana y Abogado del Pueblo.