Mientras en toda Latinoamérica y más allá, hombres y mujeres de todas las latitudes, lamentamos de corazón la muerte del insigne escritor colombiano de nacimiento, pero universal de pensamiento, los apátridas venezolanos se refieren al Gabo, aparentando reconocerle méritos intelectuales y académicos, claro, sabiendo que está bien muerto; esto se presenta solo por el hecho de no querer aparecer más aislados de lo que están ahora internacionalmente, situación que tienen a raíz de la rastrera sumisión a los lineamientos imperiales de los gringos, en su conspiración contra el gobierno del Presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el intento de derrocarlo.
La hipocresía de estos desalmados, está en que nunca perdonaron ni lo harán, el gesto político de García Márquez, al ser un sincero amigo no solo del pueblo cubano y su revolución, sino muy particularmente del Comandante Fidel Castro, a quien la burguesía desnacionalizada en Venezuela, se la tiene jurada desde el mismo momento del triunfo revolucionario en la Isla, demostrado con creces cuando apoyaron incondicionalmente su expulsión de la OEA, en 1960 auspiciada esta por USA.
Tampoco le perdonaron Gabriel García Márquez, el hecho de ser amigo del Comandante Hugo Chávez, a quien igual odiaron y siguen odiando, entre otras sin razones, por haberse acercado en hermandad al Comandante Fidel. Tanto es el odio contra los Comandantes, que esta burguesía se llena la bocata para fustigar a los cubanos revolucionarios, tal como lo demostraron el 12 de abril 2002, en el acecho de su embajada; todo esto en medio de una profunda alucinación que les da por definir a Cuba y su gobierno como imperialistas e interventores en asuntos internos de los países apoyados, cuando no se dan cuenta que el hecho solidario de llevar salud y medicina, educación, alimentos, deportes y más beneficios a los pueblos del mundo, fue lo que más resaltó el Gabo para afianzar la amistad con Fidel Castro; mientras tanto en Venezuela, la burguesía dueña de medios de TV, nunca presentaron programas, por insignificante que pudieran haber considerado, donde reseñaran alguna obra literaria, cine, teatro, conferencia de las tantas que produjo el intelectual colombiano.