No hablemos de doble moral, hablemos de la hipocresía e inmoralidad del gobierno norteamericano. Hablemos de un presidente con una oferta electoral desaliñada y en franco desprestigio con sus hermanos de raza. Se trata de un gobierno que al mismo tiempo que habla de signos de apertura hacia Cuba, hace lo imposible para que Palestina no sea reconocido como Estado y anuncia “sanciones” para funcionarios del gobierno venezolano.
Es el gobierno y país que en la reciente votación de la ONU para dar fin al ilegal y antihistórico bloqueo a Cuba, por más de 50 años, recibe el contundente respuesta negativa de más de 180 países y se queda arrinconada con su socia guerrerista, Israel. Los mismos que no pudieron evitar que Venezuela ingresara con 183 votos al Consejo de Seguridad de ese organismo, del cual a cada rato burlan sus decisiones.
Claro que los arrepentimientos, golpes de pecho y lagrimeos son propios de quienes durante toda una vida y muchos años han cometido atrocidades, como es el caso de los EE.UU. Para luego decir que cometieron errores (horrores) y quieren presentarse como si no han roto un plato.
Toda esta América Latina ha sido laboratorio de la criminalidad de quienes valiéndose de gobiernos alcahuetes y dóciles, permitieron golpes de estado, invasiones, instalación de bases militares y masacres de pueblos enteros. No hay un país de nuestramérica que no haya sentido el impacto desestabilizador, la intromisión continuada y la bestial masacre de los gobiernos norteamericanos.
Cuba es uno de los tantos ejemplos. Desde el mismo momento en que Fidel anuncia las medidas de nacionalización y declara el carácter socialista de la Revolución, comenzaron los ataques de los EE.UU mediante invasiones, espionaje, atentados terroristas, apoyo a grupos disidentes y la puesta en práctica del bloqueo con repercusión en varios aspectos de la vida cubana. El desmembramiento de la Unión Soviética y leyes como la llamada Helms-Burton se convirtieron en instrumentos para darle continuidad a una economía de sobrevivencia, que ha sabido sortear el gobierno cubano.
Bueno, después de tanta maldad, cuyo saldo es el luto y la desolación, el recuerdo que queda es el de un país y gobierno agresivo y belicoso. Recuérdese la voladura del avión cubano y la beligerancia con un criminal confeso como Posada Carriles y sus secuaces. Prohibido olvidar el golpe a Chile en 1973, la invasión a República Dominicana y Jamaica, y la continuada agresión a la Revolución Bolivariana con el golpe de estado del 2002, paros, guarimbas, asesinatos selectivos, guerra económica y mediática para mellar las bases de nuestra Revolución.
En fin, quien quiera creer que crea en un gobierno de los EE.UU, genéticamente hostil, guerrerista y criminal. El mismo que protege a terroristas de todo bagaje y calaña. Nos contentamos por la liberación los cinco héroes antiterroristas cubanos. Y si la apertura y el diálogo que ahora anuncian es de respeto, bienvenido sea.