El 18 de junio del año en curso ex candidato presidencial y senador brasileño Aécio Neves del Partido de la Social Democracia Brasileña y otros funcionarios llegaron a Venezuela invitado por la oposición venezolana con la finalidad de visitar a los políticos presos Leopoldo López, Daniel Ceballos y Antonio Ledezma, por realizar llamados a la violencia durante protestas opositoras contra el Gobierno de Nicolás Maduro, las cuales provocaron 43 muertes en las llamadas guarimbas (cierre arbitrario y violento de calles y avenidas) constituyendo esto un acto de intromisión a los asuntos internos de Venezuela considerado así por la misma Presidenta de la República Federativa del Brasil Dilma Rousseff.
La oposición venezolana y los medios de comunicación privados de derecha nacional e internacional hicieron un show mediático publicando que estas personas fueron agredidas y además impedidas de cumplir con el objetivo de la visita a Venezuela, sin embargo una nota emitida por la propia Cancillería brasileña indicó que el Gobierno venezolano cumplió con la garantía de custodia policial para la delegación durante su estadía en el país. Es importante destacar que el propio embajador de Brasil en Venezuela recibió la comisión a su llegada al aeropuerto de Maiquetía, donde los senadores y demás integrantes de la delegación fueron trasladados en el vehículo blindado que suministro la Embajada, quedando, ambos vehículos retenidos en el camino debido a un volcamiento de una gandola cargada de azúcar, causando esto retraso en el cumplimiento del cronograma de la visita de los funcionarios. Muchos opositores de manera irresponsable denunciaron que esto fue parte de un plan para impedir el cumplimiento de la agenda de estos ex senadores en el país.
Es de destacar, que el viaje de estos funcionarios brasileños se da poco tiempo después de la visita que realizó al país Felipe González, quien también manifestó su apoyo a los responsables de las guarimbas. Este tipo de visitas de políticos de otros países unidos a los sectores de derecha han sido denunciados por el Gobierno venezolano por representar injerencia en los asuntos internos del país, dado que están orientados a presionar para obtener impunidad para los responsables de muertes de venezolanos durante las protestas violentas de 2014.
Es importante recordar que la ex diputada María Corina Machado se presentó el pasado 2 de abril ante el Senado de Brasil para buscar apoyo entre los legisladores de derecha de ese país, para que acusaran al gobierno del presidente Nicolás Maduro alegando que mantiene un régimen dictatorial, siendo confrontada por la senadora Vanessa Grazziotin, quien rechazó frontalmente las acusaciones de la venezolana, y mostró cómo militantes de Javu, aliados de Machado, portan en las protestas carteles que dicen "Venezuela necesita de ti. Mata a un chavista".
Con este tipo de acciones siguen los intentos en desprestigiar el Gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro, usando la supuesta defensa de los derechos humanos como arma de manipulación para defender a personajes que han estados inmersos en hechos de violencia apoyados por ex mandatarios o ex senadores como el caso de Brasil, los cuales han sido cuestionados en sus países por sus gestiones estar inmersas en hechos de corrupción y de violación comprobada de derechos humanos. Estos actos buscan generar un escenarios de caos con la finalidad de desestabilizar el gobierno bolivariano y así tener pretensiones de instaurar gobiernos de derecha con características represivas y excluyentes, ayudados por las grandes corporaciones privadas de medios quienes se han convertido en unos laboratorios de mentiras y guerras psicológicas.