Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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Los sirios se reúnen en su capital Damasco para celebrar. Existe un sentimiento en el sentido que el año nuevo traerá en cierta medida la paz –es la primera vez que se siente tal esperanza luego de cinco años de guerra en el país.

La intervención militar de parte de Rusia con el objeto de ayudar a su aliado árabe a fines de septiembre pasado ha sido el evento trascendental del año. Luego de tres meses de sostenidas operaciones aéreas rusas en apoyo al Ejército Árabe Sirio contra una diversidad de agrupaciones mercenarias apoyadas desde el extranjero, existe la inconfundible sensación que "la columna vertebral terrorista ha sido rota", así lo expresó recientemente el Presidente de Rusia, Vladimir Putin.

En semanas recientes se han implementado a través de Siria varias treguas con el objeto de evacuar militantes de poblaciones que ellos mantenían bajo asedio armado. La población civil de estas localidades ha sido mantenida secuestrada de manera efectiva y como escudo humano por los militantes y de este modo impedir --hasta ahora-- los avances del ejército sirio. Medios de prensa occidentales tales como la emisora de propiedad del gobierno norteamericano, La Voz de América, invirtieron la realidad alegando que son los mercenarios mismos los que han estado bajo el asedio del ejército sirio sin mencionar el hecho que los mercenarios han mantenido a la población civil como rehenes, como fue el caso del asedio anterior en Homs, el cual eventualmente fue quebrado.

Lo que ha cambiado de manera dramática es la llegada del poderío aéreo ruso –más de cinco mil incursiones durante tres meses—lo cual le ha permitido al ejército sirio barrer con las bases militantes, el contrabando petrolero y las rutas de suministro de armamento en el norte de Siria a lo largo de la frontera con Turquía. Esto ha dejado a los militantes al interior fulminados debido al corte de las líneas vitales de suministro. De ahí entonces, la disposición de ahora de aceptar treguas y acuerdos de evacuación bajo los auspicios de Naciones Unidas y del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Miles de insurgentes contra el gobierno sirio están siendo trasladados en autobuses desde localidades en torno a Damasco, incluyendo Zabadani, al Qadam, Hajar al Awad y Yarmouk.

Se informa que durante un ataque aéreo ruso murió el comandante de la agrupación militante Jaish "al-Islam, Zahran Alloush, en el suburbio de Damasco denominado Ghuta Oriental, lo cual significó un golpe devastador para la moral de los supuestos yijadistas. Se informó que Alloush resultó muerto junto a varios otros comandantes. Este ataque se traduce como "el juego avanza".

Lo que resulta interesante es cómo la prensa occidental está cubriendo todo esto. En su cobertura sobre las treguas y las evacuaciones, se esmera por minimizar el contexto de estos eventos. La BBC típicamente lo titula así: "La evacuación de combatientes desde Zabadani ‘en proceso’ ".

La emisora estatal británica cuenta que cientos de "combatientes"están siendo reubicados desde la localidad de Zabadani como si tal desarrollo se materializara mágicamente como si fuera un regalo traído por Santa Claus. Lo que la BBC no informa es que esta tregua, como varias otras que se han materializado en los alrededores de Damasco, a raíz de la estratégica intervención militar de Rusia en Siria que ha asestado aplastantes golpes a las redes militantes. Los medios occidentales se han preocupado a cambio de las quejas del Departamento de Estado que dice que las operaciones militares de Rusia o están fortaleciendo al "régimen de Assad" o supuestamente están atacando a civiles y "rebeldes moderados".

Los falsos relatos occidentales o dicho de manera más prosaica "su propaganda" crea en cambio un problema cuando las extensas treguas y evacuaciones están siendo implementadas. Este obviamente positivo desarrollo que apunta hacia el fin del conflicto gracias a la intervención militar de Rusia, lo dejan sin explicación o sencillamente los medios occidentales no lo reconocen y además niegan todas las anteriores y peyorativas narraciones sobre Rusia y el gobierno de Assad.

Por otra parte, los medios occidentales están obligados a ser evasivos acerca de la exacta identidad de los "combatientes" que están siendo evacuados. Como se indicó anteriormente, los militantes son descritos variadamente por la prensa occidental con términos saneados tales como "combatientes" o "rebeldes". Pero fuentes informativas locales o regionales como "Al Manar" de El Líbano, identifican a las brigadas como pertenecientes a la agrupación Estado Islámico vinculada con al-Kaida y el Frente Al-Nusra. Estas son agrupaciones terroristas, incluso clasificadas así por Washington y la Unión Europea. De este modo, los medios occidentales tienen la necesidad de auto censurarse y no mencionar la verdad voceando medias verdades o ladinas omisiones.

El Ejército del Islam (Jaish al-Islam), cuyo comandante resultó muerto, está también integrado a la red terrorista de al-Kaida. Esta organización es financiada y armada por Arabia Saudita y Catar y sirve como conducto de las armas de la CIA norteamericana hacia grupos terroristas más conocidos. De manera notoria, La Voz de América se refirió al comandante terrorista Zahran Alloush empleando el eufemismo sanitizado de "el dirigente rebelde".

Las treguas y la liquidación de los asedios precipitados por la intervención demuestran que la parte occidental de Siria, desde Daraa en el sur atravesando Damasco y hasta la parte norte de la costa del Mediterráneo en torno a Aleppo y Latakia, están infestadas de brigadas terroristas del EI y al-Nusra más una extensa gama de ramificaciones.

Los medios occidentales repetidamente acusan a Rusia de realizar ataques aéreos contra "rebeldes moderados" y no contra las brigadas del EI, que ellos sostienen que estaban concentradas al oriente de Siria. Lo cierto es que el EI está fuertemente instalado en ciudades orientales tales como Raqqa y Deir Ezzor desde donde se montan sus operaciones de contrabando de petrolero.

Rusia ha acelerado sus ataques aéreos contra las vías del contrabando del EI al este de Siria con resultados devastadores. Pero, conjuntamente con las operaciones aéreas está el corte de las vías del suministro de armamento en el noroeste para los insurgentes a lo largo de todo el flanco occidental incluyendo las cercanías de Damasco.

La rendición de varias brigadas de mercenarios y la ruptura del asedio en torno a Damasco justifican las tácticas militares de Rusia como también su historia acerca del carácter de todo el conflicto en Siria.

La noción occidental de "rebeldes moderados" y "extremistas", está siendo reconocida como la tontería que es. De tal modo que los medios occidentales se han visto obligados a eliminar cualquier contexto significativo en su cobertura de los recientes eventos en Siria.

El embajador sirio en Rusia, Riad Haddad, relató la estricta verdad en días recientes cuando señaló que "Estamos en un punto de inflexión de las operaciones del ejército sirio contra los terroristas, es decir, estamos transitando desde la defensa hacia el ataque… (debido ha) las efectivas operaciones de la fuerza aérea rusa en Siria." Pero los comentarios del embajador fueron escasamente, si acaso, publicados en los medios occidentales. Sencillamente porque sus palabras justifican la intervención militar rusa y su política general hacia Siria.

También es ignorada o minimizada en la cobertura de la prensa occidental sobre las treguas a través de Siria la cuestión de hacia dónde son evacuados los mercenarios que se rinden. Estos no son transportados en autobuses hacia otros lugares dentro de Siria. Esto indica que no existe un apoyo popular para aquellos insurgentes. A pesar de lo copioso de las elaboraciones en la cobertura de los medios occidentales en el sentido que el conflicto sirio es una especie de "guerra civil" entre un régimen despótico y un levantamiento popular pro democracia, el hecho es que los militantes que se rinden no tienen lugar alguno donde ir en Siria lo cual de manera patente demuestra que estos insurgentes carecen de base social popular.

En otras palabras, se trata de una guerra contra Siria con apoyo extranjero. Una guerra encubierta de agresión contra un país soberano empleando ejércitos terroristas delegados.

De tal modo que ¿hacia dónde estaba siendo embarcado el resto de los terroristas? Según algunos informes, los extremistas estaban recibiendo un salvoconducto hacia Turquía, donde recibirían asilo y arreglo de parte del presidente Recep Tayyip Erdogan, quien también sin duda alguna, será subsidiado por la Unión Europea con 3,5 mil millones de euros en ayuda para Ankara para que se "haga cargo de los refugiados."

Una vez más, se trata de otra acusación por sus vínculos de terrorismo de estado contra un miembro de la OTAN, Turquía, a quien la Unión Europea recientemente le presta una especial atención para que ingrese al bloque.

Rusia no solo está justificada en Siria. Los gobiernos occidentales, sus medios de prensa y sus regímenes clientelares regionales están siendo "evacuados" al igual que los bandidos del territorio de Siria.

Si el proceso de paz patrocinado por la ONU próximo a iniciarse en la ciudad de Nueva York tiene éxito en acabar con el conflicto in Siria, se deberá en gran medida a la campaña militar de Rusia la que ha barrido a los terroristas delegados que trabajan a favor de la criminal empresa occidental de cambio de régimen en aquel país.

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