Han transcurrido apenas unos pocos días desde que el diario alemán Zeitung, la Sexta Cadena de Televisión Española y otros cien medios de información, hicieron público la existencia de una mega-filtración de documentos relacionados con las operaciones de dudosa legalidad realizadas por empresarios, gobernantes y entornos de importantes personajes del mundo, para que ya se comience a percibir que lo que mediáticamente se identificó como los Panama Papers, no es más que una operación geopolítica y financiera del factores financieros de los Estados Unidos de América en contra de pequeños países y territorios coloniales que rivalizan con Suiza, La City Londinense, Wall Street y los Estados de Nevada, Dakota del Sur y Wimoing de los Estados Unidos, en la captación de billonarias cantidades de divisas en condiciones de opacidad y reserva que impiden o limitan la identificación de sus propietarios.
Los Panamá Papers identifica una cantidad cercana a 11 millones de documentos recabados durante los últimos 40 años, pertenecientes a los archivos electrónicos del Escritorio Financiero Internacional Mossack Fonseca, con sede principal en la ciudad de Panamá y sucursales en catorce (14) países del planeta, cuyo contenido fue filtrado, hace un año, por una fuente desconocida, desde los encriptados archivos de la mencionada empresa hasta el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, CIPI, - con el supuesto propósito de develar la corrupción que involucra a importantes personajes del mundo y a los bancos y gobiernos participantes de tales operaciones financieras, especialmente en las zona del Caribe y el Pacífico Sur.
Pretendiendo emular la operación de filtración de miles de correos y otros documentos diplomáticos del Departamento de Estado de los Estados Unidos, realizado por la soldada Chelsea Manning al portal de transparencia global Wikileak, (hecgho por el cual Julian Assange tiene 3 años asilñado en la Embajada de la Rpública del Ecuador en el Reino Unido), los autores de la operación de los Panama Papers, después de tener un año con esa enorme cantidad de documentos comprometedores, solo hicieron público ciento cuarenta (140) de tales documentos, seleccionados, ex profeso, con el fin de obtener un impacto mediático importante pero limitado a sus objetivos políticos, al exponer a connotados personajes como el Presidente de Argentina Mauricio Macri, el Primer Ministro de Islandia, el Rey Al Saud, de Arabia Saudita, la tia paterna del Rey de España, el escritor Alvaro Vargas Llosa, el padre del Primer Ministro David Cameron del Reino Unido, el cineasta Pedro Almodóvar y la estrella del futbol Leonel Messi y, de paso, sobre destacar, aunque poco o ninguna relación tuviera con tales papeles, personajes como el Presidente Yim Xi Min de China, Vladimir Putin, de Rusia y la infaltable mención a Venezuela y a su Revolución Bolivariana a la que le atribuyen 240 mil alusiones, omitiendo sobre que o quienes y en que años realizaron tales operaciones ilegales.
Sin embargo, aunque la objetividad e independencia del CIPI y sus aliados mediáticos globales podría exigir exponer al cono9cimiento del publico global todos quienes estuvieran mencionados en tales documentos, extrañamente las primeras informaciones sobre el contenido de los documentos de la Operación Panama Papers solo hacen especial mención de conocidos fiscales como las Islas Seychelles, la cuasi-colonia británica en el Caribe Bahamas y por supuesto a Panamá; centro financiero mundial en expansión en nuestra América; obviando de nombrar al antiquísimo Paraíso Fiscal de Suiza y los pequeños Estados y territorios de Andorra, Malta, Gibraltar, Luxemburgo, la Isla Witt, las posesiones británicas caribeñas de las Islas Vírgenes, Islas de Caico y Tortuga y otras de esa región en la que se han ido a refugiar los dineros de la evasión de impuesto, la corrupción política, la droga y los mercaderes de la muerte del mundo y donde también los grandes personajes del mundo del Capital y la Corrupción esconden sus fortunas para eludir la mirada de las agencias tributarias de sus países.
Pero el elemento más resaltante de esta bulliciosa operación mediática lo constituye el hecho de que, en ninguna de los papeles inicialmente publicados aparecen la fortuna de los miles de ciudadanos y empresas nacionales y extranjeras de los Estados Unidos que, pese a la prohibición expresa y penalizada, siguen enviando a estos paraísos fiscales importantes cantidades de dinero, muy lejos de los cobradores de impuestos, beneficiándose de una arquitectura jurídica y un bien defendido Secreto Bancario que blinda a los depositantes de una investigación que no solo puede suponer la incautación de lo evadido y la imposición de multas confiscatorias sino también de penas de prisión de la dureza igual a un crimen de sangre.
Todos los elementos que concurren en esta operación mediática no puede tener otro origen que una planificada acción geopolítica global por parte del gobierno de los Estados Unidos y sus agencias de inteligencia – aunque no ha suscrito el Acuerdo Sobre Transparencia de Capitales de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico, OCDE – dirigida a presionar a los gobiernos de los países y territorios coloniales y semi-coloniales que mantienen Paraísos Fiscales en el mundo y constituyen, a más de una competencia con los Paraísos Fiscales de los Estados de Nevada, Dakota del Sur y Wimoing, un impedimento a la intención del gobierno de los Estados Unidos de reforzar su papel de centro financiero global, en momentos en que su signo monetario – el dólar – debe enfrentar la lucha por la hegemonía del yuan, el rublo, el yen y el euro, como moneda dominante en las transacciones económicas mundiales; único recurso que puede disponer la otrora potencia industrial y financiera del mundo pos-bélico que hoy se ve obligada a vivir de las rentas que aún le depara tener la máquina impresora de la moneda global: el dólar de los Estados Unidos de América.
Las inusuales declaraciones del Presidente Obama sobre esta nueva chapuza de sus agencias de espía es, para decirlo como Walter Martínez, una intervención de Control de daño" dado que la credibilidad de la operación requería de una credibilidad que solo podría darla la mención de algunos personajes ligados a sus estrategias regionales y globales, causándole daño político que la canalla mediática global y los agentes políticos internos se encargaran de relativizar y desaparecer en muy poco tiempo, como los crímenes de guerra de Afganistán e Irak, puestos al descubiertos por los Papeles Diplomáticos filtrados a Wikileak por la hoy soldada del Ejército de los Estados Unidos Chelsea Manning y publicados la web y en diarios importantes del mundo.