Por las últimas dos experiencias vividas, pareciera que el Premio Nobel de la Paz, atiza los sueños guerreristas de quienes lo reciben y de una les da por poner en práctica sus fantasías. Tenemos por ejemplo el caso de Barack Hussein Obama, Premio Nobel de la Paz, no le tembló el pulso para acabar con Libia, para llevarla de ser el país con el mejor estandar de vida en el continente africano al peor infierno, donde la violencia y el hambre azotan a esa indefensa población, que cayó en las provocaciones de la OTAN, para luego ser objeto de la intervención "humanitaria" de esta organización la mayor mafia criminal, creada y sustentada por Estados Unidos y Europa Occidental en 1948, con el pretexto de evitar la amenaza de la expansión en el m mundo del comunismo representado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y ahora "redentora" de los pueblos víctimas de tiranos y carentes de democracia y libertad, como Libia, Irak y Siria, que hasta ahora le ha resultado un intento fallido. Tan pacifista resultó este premio nobel, que en su último periodo arrojó mas de veinte mil bombas sobre indefensos pueblos y no ha tenido empacho alguno en reconocer que su gobierno utilizó a DAES o Estado Islámico para intentar derrocar al presidente Bashard Al Assad.
Ahora el mas reciente distinguido con esa medalla y sus correspondientes dólares, es el presidente colombiano Juan Manuel Santos, que tampoco quiere ser menos que su par Obama y por eso para demostrar que no es cuento de caminos, su vocación guerrerista y servil, como los taparrabos europeos ha anunciado su resolución de poner el territorio neogranadino, no solo como asiento de siete bases militares, como ya lo es, sino, sede en Suramérica de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que le faltaba a la infeliz república hermana, para consagrarse como el Israel del continente.
La justificación para este servicio a los planes del imperio norteamericano, a coto plazo contra la República Bolivariana de Venezuela, Ecuador y Bolívia y a largo plazo contera Brasil, es que "Colombia tiene legítimo derecho a aspirar a ser grande no solo en América, sino en el mundo".
Grande como lo es Turquía allá en su región, como los países bálticos que luego de ser devastados por los "bombardeos humanitarios" de esta organización criminal, ahora son punta de lanza del proyecto de agresión a la Federación Rusa.
La OTAN, tras la caída de la URSS, pareciera que ya no tenía vigencia por cuanto la "amenaza comunista" había caído junto al muro de Berlín, pero su mentor Estados Unidos de Norteamérica, le asignó un nuevo rol, la lucha contra el terrorismo. Un terrorismo que ella misma como organización terrorista, se encargaría de fomentar y expandir en los países que serían seleccionados como paraíso de esas actividades.
La primera lección humanitaria, que dió la OTAN, fue en la guerra de los balcanes, donde de manera inmisericorde bombardeo a Bosnia y otras zonas, para prevenir la amenaza de la "limpieza étnica" que supuestamente surgió luego de la desaparición del bloque soviético. Su segunda gran demostración de humanismo y sembradora de libertad y democracia, fue el arrase de Libia y el linchamiento del Coronel Mohamar Al Ghadafi, que al igual que Sadam Hussein con las facciones religiosas en Irak, había hecho el milagro de poner a vivir en paz a las diversas tribus originarias de ese país del norte de Äfrica.
Ahora m ismo la OTAN está tomando posiciones, a través de Alemania Oriental, en las fronteras con Rusia, bajo la excusa de salvaguardar la soberanía y seguridad de sus miembros, frente a la amenaza "expansionista de Rusia".
La verdad es que la OTAN tiene como objetivo con la complicidad de las testas coronadas del golfo pérsico, es acabar con Siria y luego con Irán, tarea que se le ha hecho difícil por la oposición de Rusia, que ahora también cuenta con el apoyo de China. Irán y Siria, con gobiernos anti imperialistas, son el candado de seguridad de Rusia y China, por eso la obsesión de occidente con el país persa y el vecino árabe. La OTAN; hoy por hoy es el brazo armado del proyecto hegemónico mundial que adelanta el imperialismo por eso no descuida ningún espacio y ahora con el gobierno títere de Juan Manuel Santos se le facilita más la penetración de una zona de paz, como Suramérica y el Caribe para continuar con sus planes.
Con este proyecto el águila imperial clava cada día más sus garras en el "Patio trasero". Con la activación luego de 50 años fuera, de la IV Flota, sus siete bases militares y la OTAN en Colombia, que seguramente pasará a llamarse Organización del Tratado del Atlántico Sur,(OTAS) la nueva base militar que va instalar en Argentina, gracias al títeres Mauricio Macri y el sistema Echetom, que mantiene en la paradisíaca isla Ascensión, en el Atlántico, Estados Unidos afianza su proyecto de reconquista de Suramérica y el Caribe. Según la revista Brasilera Istoe, Estados Unidos desde la base Lunar Uno en Ascensión, espía las comunicaciones de Brasil, Venezuela, Colombia, Uruguay y Argentina. Con este panorama y el acuerdo que orgullosamente se dispone a firmar con la organización criminal, el presidente Santos, solo nos queda pensar que 2017 será el año de OTAS.
