Febrero de 2017 presenta un suceso llamativo a escala global: en Argentina miles de mujeres marchan en un evento llamado "el tetazo" reclamando su derecho a mostrar sus tetas como un acto de soberanía femenina sobre su propio cuerpo y en protesta contra amenazas de cárcel provenientes del gobierno misógino, machista y fascista de Mauricio Macri.
La misma mentalidad dictatorial que reprime las tetas argentinas es la que en Venezuela algunos infiltrados han querido imponer para silenciar la crítica revolucionaria pero han fracasado en sus depravadas acciones de "asesinato mediático" porque el chavismo de a pie hoy es más fuerte que nunca centro de la batalla comunicacional contra los enemigo de la patria. Es la victoria del talento popular contra la mediocridad y mezquindad burocrocrática.
Ahora bien, como abogado feminista apoyo radicalmente el tetazo de las argentinas y de todas las mujeres del mundo que desarrollan luchas semejantes por su libertad femenina.
Ya desde Venezuela yo he explicado que lo verdaderamente revolucionario es defender el libre desenvolvimiento de la personalidad como lo establece la Constitución Bolivariana en su artículo 20: "Toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones que las que derivan del derecho de las demás y del orden público y social".
Como de costumbre, yo digo abiertamente lo que muchos de mis hermanos chavistas sienten pero callan. Escribo estas líneas porque para mí como constitucionalista es un propósito fundamental derrotar todas las falsas creencias que reprimen a los seres humanos. El socialismo debe ser siempre liberador o no será socialismo. Tiempo atrás cierto grupo del burocratismo comunicacional (el mismo que espanta a los televidentes y le resta millones de votos al gobierno) me lanzó duras críticas por defender a una televisora oficial que respeta la libertad estética de las mujeres. Dicen ellos que mi postura es capitalista y pitiyanqui porque justifica una programación basada en mucho sexo, mujeres con tetas plásticas y contenidos similares a los de la extinta RCTV. Contra semejante estupidez, procedo a responder.
En el siguiente video una conocida artista venezolana muestra sus tetas por una noble causa nacional y su desnudez no viola la Constitución.
Ver video en Youtube: Chica Playboy habla de terminar polarización en Venezuela https://youtu.be/IKI
En realidad hay mujeres bellas con tetas naturales. Otras son bellas con tetas artificiales. La belleza de la mujer depende de factores intelectuales, espirituales y físicos que conforman una totalidad. Definitivamente: Una mujer es mucho más que sus tetas.
Puedo saber a primera vista si unas tetas son naturales o producto de la mágica cirugía estética. Eso me ha permitido detectar una realidad contradictoria en personas que se dicen chavistas y en nombre del socialismo califican la cirugía estética como una cosa "capitalista" pero al mismo tiempo andan muy relacionadas con tetas de silicón.
Ese nexo del Chavismo y grandes tetas implantadas se extiende a otras operaciones que modifican el estado natural de la mujer como agrandamiento de nalgas, rinoplastia (cirugía de la nariz), inyección de botox en labios u otras partes de la cara, tinte de cabello, etc.
Con frecuencia he visto famosos hombres chavistas hacerse acompañar sólo por mujeres con grandes tetas fabricadas. También he visto famosas mujeres chavistas luciendo con orgullo sus puntiagudas tetas artificiales
Entonces si el culto o gusto hacia las tetas maximizadas ha invadido izquierdas y derechas en el siglo XXI ¿por qué satanizar las tetas artificiales en nombre de una ideología?
No me parece sincero que en nombre de un mal interpretado socialismo prohibitivo o represivo, alguna gente se queje de contra publicidad promotora de tetas agrandadas. La verdad es que: No hay tetas socialistas ni tetas capitalistas. No toda mujer con tetas naturales es una revolucionaria ni toda mujer con tetas de silicón es una opositora.
Tal vez el poder publicitario de las tetas pudiera ser usado para fines nobles. ¿Qué tal una campaña de tetas contra la guerra económica?
Pues desde 1998 hasta el presente, hay cada vez más mujeres chavistas poniéndose grandes tetas de silicón. No por sus nuevas tetas esas mujeres han cambiado sus ideas políticas ni han saltado la talanquera. Es un mito que las tetas artificiales sean imperialistas o capitalistas. Todo eso forma parte de doble moral.
Basta de desprestigiar al socialismo convirtiéndolo en un ideario aburrido y castrador que espanta a la juventud inquieta y a las mujeres coquetas. Bienvenida sea la libre escogencia de tetas. Que cada mujer tenga las tetas que prefiera, sin más limitaciones que el control de su salud en manos de un experto de la medicina.
En mi largo peregrinaje por la política y los medios de comunicación, he visto cientos de tetas de silicón en la televisión tanto en la tv privada como la tv chavista, especialmente VTV y Telesur, vale decir, una tv que cada vez es más farandulera y fashionista. Hay tetas maduras pero grandes y fuertes como una roca en la Asamblea Nacional. Y la lista continúa.
En cualquier caso el significado político o cultural de ponerse tetas más grandes o no hacerlo, es un hecho que corresponde a la soberanía corporal de las mujeres, es decir, es el derecho de ellas a gobernar sobre su cuerpo. Serán ellas quienes discutan y fijen posición sobre el valor y el mensaje que proyectan sus tetas modificadas.
Mientras vivamos en democracia, unas mujeres podrán declararse a favor de las tetas de silicón y otras a favor de las tetasnaturales pero en ningún caso seremos los hombres quienes resolveremos este dilema ni seremos dignos de juzgar a las damas.
Es incorrecto promover discriminación contra las mujeres que soberanamente deciden ser tetonas con apoyo de la cirugía. Es también injusto menospreciar a las damas que eligen conservar sus tetas naturales y pequeñas.
Viva la creatividad revolucionaria, nada ni nadie la podrá borrar de la pantalla...