Es posible que las reflexiones vertidas en estos espacio resulten reiterativas y hasta fastidiosas para muchos camaradas, que prefieren despachar la compleja situación actual en Venezuela, con la simplista afirmación de que el problema es Maduro y su grupo, que no quiere abrir espacios para la democracia y el avance de la revolución.
Podemos tener discrepancias con las ejecutorias del presidente Nicolás Maduro, podemos incluso no compartir sus poses a veces con sabor a petulancia o los sesgos en la política económica, que en cierto modo ha abonado el terreno para enriquecer las raíces de la guerra económica, que ha acogotado al pueblo, con la criminal especulación y acaparamiento, que los voceros del capitalismo y sus cómplices, por ignorancia o por odio, justifican, con el ritornelo, porque la revolución bolivariana ha "destrozado la producción nacional (¿?) para ponernos a depender de las importaciones". Todo eso es tolerable, porque en la diversidad, como dice el adagio criollo, "cada cabeza es un mundo".
Pero una cosa es que tengamos discrepancias con el gobierno revolucionario y otra muy distinta es que justifiquemos la traición a la patria y colocarnos al lado del crimen organizado, que aupado por el Pentágono y la Casa Blanca, pretende arrasar con la institucionalidad venezolana, para colocar esta bella patria, como un objeto útil a todos los planes del gobierno corporativo, que pisotea y sojuzga al pueblo norteamericano. Un gobierno con Donald Tromp como fachada o como gerente del lobby petrolero, que es quien a través de la Exxon Mobil, domina la política que para el mundo irradia la Casa Blanca, a través del Departamento de Estado de Estados Unidos de Norteamérica, que no hace falta ser un avezado analista para llegar a esta conclusión, basta con saber, quien es el Secretario de Estado.
Es por eso que también estuvimos en desacuerdo con las ilusiones de nuestro gobierno, respeto a la llegada al poder del "Camarada Trump", a quien dicho sea de paso le regalamos a través de CITGO, medio m millón de dólares, para contribuir con el "Sarao", para su toma de posesión· Igual que lo hicimos con Obama, cuando escribimos un artículo bajo el título de "No podemos pedir peras a Obama". Porque son peones de un ajedrez, que lo maneja el Complejo militar, industrial y comunicacional, creación y propiedad del sionismo global. En este caso Tromp, fiel creyente de la supremacía blanca, machista y narcisista, es el criado mas idóneo, del complejo para ejecutar las políticas guerreristas, racistas y de dominación sobre el resto de la humanidad.
En esta línea, tenemos que en Venezuela, una secta apátrida, cipaya al servicio de la oligarquía parasitaria, agente de la entente internacional contra nuestro país, que no se puede ni siquiera calificar de oposición, porque sería insultar a los adversarios dignos y pensantes, solo cumple un libreto que le viene del norte para ser leído, interpretado y ejecutado al píe de la letra, a cambio de los mendrugos que les proporciona el imperialismo, mientras lamen la bota que amenaza a esta tierra de libertadores.
Por eso insistimos, se impone reflexionar, digerir la carga mediática, que trata de desconectarnos de nuestras raíces históricas, principios éticos y morales, para convertirnos en "maquinas" al servicio de la injerencia internacional, con operadores basura como Luis Almagro en la OEA y los sicario de USA en la ONU, quienes no pueden abrir la boca para oponerse a los designios del Pentágono, porque se les escapan los billetes verdes, con que les han sellado la libertad.
Es hora de rectificaciones y mejorar rumbos, con la unidad, la lealtad y el amor a la patria, que es la que está en peligro, quienes desde diferentes trincheras atentan contra la integridad del territorio nacional y su pueblo, no son venezolanos, que quieren cambiar nada. Solo son marionetas humanas, manipuladas desde el norte como "drones" para torpedear la capa nacionalista y patriótica que con su prédica construyó en los corazones de la patria, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Pensemos en eso y preguntémonos, si Venezuela, como nuestra madre común, merece tamaña traición. Dejemos a un lado las rabias y los odios personales. Pensemos más con la mente y menos con el estómago y razonemos para llegar a la conclusión, que la amenaza que desde la Casa Blanca se prepara contra
Venezuela, con el apoyo de la rancia Europa y de las coronas del Medio Oriente, con la complicidad de las huestes "Malinche" en territorio nacional, no es un simple golpe de Estado para cambiar gobierno, es el plan para esclavizarnos de nuevo. Por eso hagámonos un examen a lo interno y si somos venezolanos de raíces y valores, llegaremos a la conclusión que la arremetida de la MUD y del fascismo venezolano, con apoyo internacional no es contra Maduro y su grupo, sino por la subasta de la patria.