No hay duda que la mano criminal de la CIA, por instrucciones de la Casa Blanca y el Complejo Militar, Industrial y Comunicacional, está detrás de todo cuanto ocurre en la República Bolivariana de Venezuela, donde los mercenarios externos e internos trabajan arduamente azuzando a "Los Cachorros del Pentágono" nucleádos en la (Coordinadora Democrática-Mesa de la Unidad Democrática), para que profundicen el libreto aplicado en Ucrania y la ruta del odio colectivo para enfrentar pueblo contra pueblo, como ya lo hicieron en Ruanda, república africana, los agentes imperiales de Estados Unidos de Norteamérica y de la Unión Europea, alianza satánica que intenta colonizar al mundo.
Desafortunadamente el gobierno bolivariano, desestimó la capacidad de caotizar al país, por parte del crimen organizado que desde la Asamblea Nacional, gobiernos regionales y locales, dirige acciones no solo al interior de la patria, sino allende las fronteras para tratar de hacer todo el daño posible incluyendo la posibilidad de la eliminación física de los representantes diplomáticos, culturales, intelectuales o de cualquier colectivo que se identifique con el proceso bolivariano.
Para esta tarea los flamantes "diputados" , alcaldes y demás funcionarios de la derecha en funciones de gobierno, cuentan con los recursos que el estado venezolano, por obligación constitucional tiene que aportar a esas instancias. Los presupuestos que los venezolanos aportamos para el funcionamiento de instituciones gubernamentales en manos de la derecha son utilizados para costear viajes y estadías de los traidores en el exterior, especialmente en Washington y Nueva York, haciendo lobby, para que se ordene la invasión militar a nuestra querida patria.
Diariamente vemos como los operadores de esa mafia violenta en nombre de los "partidos", Primero Justicia y Voluntad Popular, dan su parte de guerra en los medios televisivos del país y tras contabilizar con todo el morbo posible, la cantidad de víctimas fatales y heridos, durante las delictivas guarimbas, desafiando abiertamente al Estado, anuncian nuevos proyectos de violencia. Ahora no conforme con las criminales actividades durante el día, anuncian las nocturnas al mas clásico estilo del Ku Klux Klan en el sur de Estados Unidos, cuando salían a realizar limpieza étnica linchando a cuanto afroamericano o aborigen encontraban a su paso o si no los sacaban de sus casas, las cuales eran incendiadas incluso con las familias dentro.
Un delincuente habitual, que pareciera contar con un Ángel de la Guarda en el Ministerio Público, envalentonado, porque los doce muertos que ocasionó con el llamado a "Drenar esa arrechera", contra el pueblo chavista, entre ellos una niña y un niño de 13 y 14 años, se quedaron en el olvido, ahora tomó la batuta de nuevo, en la campaña de sacrificio de inocentes y todos los días sale en las cámaras de la TV venezolana, sembrando odio contra la Policía y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, contra quienes ejercen funciones de gobierno y contra el pueblo chavista y revolucionario.
En su retorcida mente producto quizás del excesivo consumo de presuntos alucinógenos, cada día crea una nueva infamia, contra quienes arriesgan su vida preservando el orden público y contra los venezolanos que ejerciendo su legítimo derecho se organizan en comunidades para hacer frente a la guerra que en contra del pueblo han declarado y sostienen la CD-MUD, con sus aliados de las federaciones mafiosas que controlan la distribución de alimentos en el país.
Organizaciones como los CLAP y demás órganos del poder popular, que trabajan en función de potenciar la producción de alimentos son satanizadas por estos criminales que día tras día salen en cámaras denunciando que los "Colectivos armados", están matando a inocentes, cuando la realidad es que son los sicarios internos que participan en las guarimbas, quienes ejecutan asesinatos selectivos, para generar falsos positivos endosándolos a las fuerzas del orden público, que enfrentan las arremetidas terroristas, sin más armas que agua y gas lacrimógeno.
Ese odio visceral que de manera permanente lanzan estos llamados líderes de la oposición,es amplificado por la canalla mediática que invade nuestros hogares y llena de angustia y contamina con su veneno a la familia venezolana, donde los mas vulnerables son niñas, niños y adolescentes, cuyo psique es bombardeado con esa bazofia comunicacional que nadie controla y que actúa en nombre de la democracia y la libertad de expresión.
El odio que está llevando a jóvenes disociados a asesinar a sus propios compañeros de guarimbas para acusar al gobierno nacional y de esa manera complacer a sus jefes políticos, se está extrapolando más allá de las fronteras, donde los centros de poder imperial, pagan mercenarios para atacar a venezolanos que sirven a la patria en diferentes áreas, como el caso del Viceministro Víctor Cano y la hija del Alcalde Jorge Rodríguez, perseguida por Deborah Goldberg Somolovic, amiga de Lilian Tintori, en Australia; el ataque a la embajada de Venezuela en España, al personal de la sede permanente de Venezuela en la ONU, Mary Pili Hernández, acosada en un restaurant en Madrid, por un grupo de la MUD, y otros tantos espectáculos tristes protagonizados por "venezolanos", mercenarios del imperialismo, que deambulan por el mundo.
Pero más preocupante es lo que se está generando en el país,donde los brotes neonazis están enseñando los dientes. Un caso patente y patético es el de la ministra Iris Varela, que a la salida de una entrevista en Venevisión, un grupo de trabajadores de ese canal privado la agredió y hasta ahora no hemos visto la posición oficial de esa empresa comunicacional sobre el caso. Valga decir que mantiene campañas como la de Buen Ciudadano y Con violencia no hay paraíso, que son totalmente opuesta a la conducta de esos ciudadanos, frente a la funcionaria. ¿Será que así es como los venezolanos somos lo que queremos?.
Ese reflejo también lo advertimos cuando estamos en las colas que provocan a ex profeso en los bancos, los dueños de panaderías, supermercados y demás operadores montados en la desestabilización, o en el transporte colectivo, donde compatriotas que causan pena ajena, hablan de linchar chavistas. Recientemente en el recinto de un banco unos ciudadanos atormentados por el odio, precisamente, recreaban lo que pudiera ser la "caída de Maduro". Todos tienen que pagar -decía el mas exaltado-, hasta la fiscal que saltó la talanquera, porque piensa que se va a salvar. Ya es demasiado tarde mi amor, remató. Cuando oímos estos diálogos y las convocatorias a marchas nocturnas con antorchas y arengas contra los cuerpos de seguridad, llegamos a la conclusión, que el Estado pone mano dura al crimen organizado o la debacle nos arrastrará, porque el libreto de Kiev y la ruta de Ruanda están en desarrollo.