Pereciera que el magnate de la industria inmobiliaria, con su ignorancia supina a cerca de lo que significa desempeñarse como estadista, conducirá a la súper potencia del mundo a una tragedia sin vuelta atrás. El discurso agresivo, racista, supremacista y la diplomacia del Twitter cada día tienen consecuencias negativas para la sociedad norteamericana y hasta para la política de dominación, que Obama con su estilo del garrote y la zanahoria había posicionado de manera progresiva y muy subliminal tanto a lo interno como a lo externo.
Bajo la presidencia de Obama fueron limadas algunas asperezas que había sembrado su antecesor, un psicópata que como el actual, pensaba que todo lo podía con sus amenazantes discursos y su política de agresiones militares abiertamente al resto del mundo que no se le arrodillara a rendirla pleitesía. El afrodescendiente tuercebrazos, con su filosofía de Tío Tom, pero con el "Garrote" y la "Zanahoria", para dorar la píldora logró a medias lavar parte de la ensangrentada cara del imperio y de alguna manera engañar incluso a sus partidarios que votaron por "El cambio" y aun viendo que era más de lo mismo lo despidieron con la duda, de si habría sido rehén de la ultra derecha que no le permitió mayores libertades.
En cambio el actual inquilino de la Casa Blanca, desde que llegó allí no ha hecho otra cosa que aumentar las tensiones internas e internacionales. Los grupos racistas, como el Ku Klux Klan, se han venido desbordando al sentirse con el poder desde la Casa Blanca, lo cual ha exacerbado la violencia armada y como muestra está fresca en el ambiente la matanza de Nevada, cometida por un blanco que tenía en su poder más de 40 armas de diferentes modelos y que mediante un acto terrorista bien planificado arremetió contra un concierto de música Country al cual se suponía que asistirían millares de personas y no precisamente militantes de la supremacía blanca.
La arremetida contra los inmigrantes residentes en EE UU, incluyendo a quienes llegaron allí en edades desde cero años hasta los quince, que de alguna manera no han conocido otra patria que a la que les llevaron sus padres, cuando todavía no podían decidir por sus vidas. Esta población está siendo criminalizada para alimentar la industria de la esclavitud legalizada a través de la justicia, que forma parte de la economía norteamericana, con la privatización de las cárceles, donde millones de seres humanos son sometidos al trabajo esclavo por los capitalistas que adquieren como si se tratara de bestias de carga, el producto depositado por las cortes federales en los penales, devenidos en mercados de esclavos, en el país cuyo gobierno se autoproclama ante el mundo, como "Paladín de la libertad y los derechos humanos", con derecho a intervenir hasta con la fuerza militar para devolver "la democracia y la libertad" a los pueblos gobernados por "tiranos".
Esta política la está acentuando cada día Donald Trump, quien a propósito de la desgracia del pueblo borinqueño, desolado por el mas terrible huracán de las últimas décadas, luego casi un mes de la tragedia fue a visitar a la colonizada isla, durante cinco horas, en las cuales se dedicó a insultar a sus golpeados moradores y como democrática respuesta a la solicitud de ayuda de las autoridades del Estado Asociado, de manera despectiva les arrojó papel sanitario, lo cual ha despertado la ira del pueblo puertorriqueño, donde hasta ahora buena parte creía en su "hermano mayor" y ha votado contra los referéndum independentistas. Habrá que ver si luego de esta caricia de Míster Trump, seguirán pensando igual.
A lo interno, latinos, afro y blancos pobres, cada día que pasa adquieren mayor consciencia sobre su situación que es peor, en un país por el cual han ido a diferentes frentes de batalla en el mundo, a defender una causa que en nada les ha favorecido. El sentimiento mexicano que subyace en el extenso territorio que el imperio norteño le robó a la patria de Pancho Villa y Emiliano Zapata, en una agresión sin precedentes, sigue agitándose alimentado por el grosero discurso racista, anti latino del "Güero" de la Casa Blanca.
La sociedad norteamericana que a través de la historia ha sido sometida por la fuerza del capitalismo, que la ha castrado, convirtiéndola en la más analfabeta políticamente del mundo y en consecuencia desmovilizada, frente a las agresiones de la oligarquía mafiosa que históricamente ha gobernado al país, en los últimos tiempos ha dado muestras de rebeldía. Todavía está fresco el grito contestatario de Panteras Negras, del Black Power y mas reciente del movimiento "Las vidas negras también importan", que de alguna manera son muestras de consciencia de clase. Otro hito importante es el sentimiento que despertó el candidato Bernnie Sanders, que en cualquier país democrático del mundo con elección directa y secreta, sin intervención de mafias, sería hoy día el presidente de la república. Todo esto convierte a la orgullosa Unión, en una palmera seca luego del incendio de la pampa, que el fuego aparentemente no daña su madera, pero por dentro la va horadando hasta que la coraza cede y brota la llama.
La implosión de Estados Unidos de Norteamérica, va a ser mayor que la ocurrida en la URSS y surgirán decenas de repúblicas con identidad y cultura propia, que hoy están siendo sometidas por la bota imperial, que mediante la industria de la cultura les mantiene alienadas sin derecho a elegir ni siquiera el plato de comida que van a ingerir. Este escenario que no es nada nuevo, sino que en el tiempo ha venido flexibilizándose producto de las contradicciones del capitalismo, ya no resiste mas y lo que viene es la agudización de la crisis que la está precipitando Donald Trump, con sus modales de capataz negrero, que ya no tienen cabida en un mundo cambiante, donde los pueblos de la tierra han aprendido que la unidad y la solidaridad, son más poderosas que cualquier imperio. Evidentemente que el señor Trump, que le está abriendo frentes negativos a Estados Unidos en el mundo, incluyendo con antiguos aliados, no está contribuyendo en nada a la paz mundial y de paso agudiza las contradicciones imperialistas, que pudieran llevarlo a figurar en la historia como el acelerador de la secesión de la Unión y la caída del imperio.