(Mundo de gatos caza ratones)

Los chinos: Revolución, comercio y mercado

Los chinos han tenido una vieja presencia en nuestro país, les conocimos en diversos oficios, y hasta chistes se hacían a costa de estos asiáticos, incluso, se corría el rumor que los chinos no se morían y a continuación te hacían la pregunta: ¿Ud. ha visto un entierro de chino?, los perversos agregaban que morían y se los comían, o los servían en sus restaurantes; los más racionales argumentaban que los fallecidos los enterraban clandestinamente para que fuese suplantado por otro recién importado.

Aparte de ese imaginario popular, lo cierto es, que llegó un momento en que las calles de nuestras grandes ciudades, particularmente Caracas se pobló de buhoneros que en cualquier lugar transitado extendían un trapo o periódicos y los llenaban de objetos “Made in Taiwán”, donde el viandante podía adquirir desde un cortaúñas hasta cualquier bisutería. Pero los tiempos fueron cambiando, en Caracas y otras ciudades, los asiáticos dieron un salto, instalando restaurantes como aquel ubicado en Bello Monte donde servían un excelente “Pato Laqueado”.
A finales del XX y comienzos del XXI, las grandes tiendas del mundo, fueron surtidas por la ola comercial de la nueva China, gran productora de bienes con la instalación de “zonas especiales” y las asociaciones con capitales foráneos, ya no solamente se trataba de bisutería, sino de otras variedades y calidades de productos. Esa alucinante abundancia objetual consumista lo refleja la artista portuguesa Joana Vasconcelos en su exposición “Soy tu espejo” en el Guggenheim en Bilbao, (ver: “Javier Tellez en el Guggenheim, Bilbao” en Aporrea), O cualquiera lo puede constatar en los mercados europeos y mundiales.

Apresuradamente quedó atrás, la China feudal, de señores de la guerra, del nacionalismo de Sun Yat- Sen y, de la organización del Kuomintang, de la Guerra Prolongada y de Liberación Nacional anti-japonesa, de la derrota de la contrarrevolución liderada por Chiang Kai-Shek reduciéndolo a Taiwán, O la de los árboles sin corteza que Mao vio en su juventud revolucionaria, que le recordaba a los campesinos pobres que en su infancia se alimentaban de esas cortezas, O la guerra de Corea y, de la injerencia soviética, de las luchas político-ideológicas en el Partido Comunista chino y la Revolución Cultural, poderosa inflexión en el rumbo histórico de China.

Otra China se fue gestando, viejos y nuevos actores, nuevas visiones, “no importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones es un buen gato” frase que se le atribuye a Den Xiaoping, líder fundamental que después de la Muerte de Mao Tse Tung en 1976, influenció profundamente la vida política y económica de China.
La habilidad felina, en la frase de Deng recogía la esencia de la política económica que se conoce como el Socialismo de Mercado; tema que no puede despacharse ligeramente, por mucho que el analista se sienta muy informado, pues son muchas las aristas y enfoques que concurren en los setenta años del establecimiento de la República Popular de China, agregándoles además las luchas políticas revolucionarias emprendidas por ese pueblo en la primera mitad del siglo XX. Sin obviar además, que en el haber de las sociedades son muy reiteradas las historias imperiales, y, donde el Capitalismo y el Socialismo, expresiones centrales de la contradicción Humanidad O Barbarie, no se pueden reducir a manuales, ni la política solo a emociones y consignas, masas y aplausos inducidos.

La tarea de los venezolanos hoy, es complicada, sin embargo, por aquí, allá y acullá, hay mucho pasado del que aprender; ciertamente tenemos una nación de mucha potencialidad, abundancia de recursos, pero fatalmente rica en cultura faramallera, pues corremos el riesgo de confundirnos con frases altisonantes como el de “país potencia”, que nos retrotrae a la “leyenda del dorado”, a la “Gran Venezuela” y a otros estribillos sin conexión con lo tangible en cuanto a las esencias e integralidades productivas, que son claves en las reales Soberanías. Hoy, con un mapa económico- político mundial más claro y delineado, donde nos toca convivir entre gatos muy hábiles, nos corresponde hacernos una pregunta ¿qué hacer para evitar una vez más ser: ratones?

LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL


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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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