La cola menea al perro...observador de medios acusa a Rusia de sesgo

La ironía fenece cuando los controladores estatales británicos acusan a los medios rusos RT (Russia Today) y Sputnik de "desequilibrio" por sus coberturas del supuesto envenenamiento en el caso Skripal.

La semana pasada el controlador de medios británico condenó a siete programas publicados…

https://www.bbc.com/news/entertainment-arts-46633082

…durante los meses de abril y mayo de este año luego del supuesto envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal en la localidad de Salisbury. Los voceros rusos podrían ser multados o negárseles el derecho futuro a operar en Gran Bretaña. Esto último sugiere en qué consiste la ulterior agenda.

Sigue estando en el misterio lo que realmente le sucedió a Skripal y a su hija cuando se informó que se habían enfermado el día 4 de marzo en la famosa ciudad catedralicia al sur de Inglaterra. Ni Sergei ni Julia han sido vistos en público desde entonces, excepto por una breve y cuidadosamente controlada entrevista dada por Julia a la agencia Reuters hace unos meses, aparentemente habiéndose recuperado de su afectada condición. Las autoridades británicas han negado el acceso a Julia a los servicios consulares rusos a pesar que ella es ciudadana rusa.

Lo turbio del asunto, la flagrante ofuscación de las autoridades británicas y su violación de las normas diplomáticas describen una intriga estatal británica que apunta a provocar recriminaciones internacionales contra Rusia. Es tan escandalosa y evidente la trampa de parte del estado británico, que se puede decir por lo tanto que resultaría muy apropiado que la cobertura de los medios sea crítica sobre el incidente y también sobre la consiguiente falsedad de Londres.

Sin embargo, en una abrumadora inversión de la realidad, los supervisores de prensa británicos se quejan que los medios rusos han quebrantado las "normas de imparcialidad" en su cobertura de lo que de hecho es la grotesca desaparición de una ciudadana rusa y de su padre en custodia de las autoridades británicas. Los protagonistas se hallan más allá de la crítica; sus poco convincentes acusaciones deberían ser tratadas como una razonable versión de los eventos.

A pocos días del incidente de Salisbury, altos funcionarios británicos, incluyendo a la Primera Ministra Theresa May, acusaron a Rusia de intento de asesinato contra los Skripal supuestamente empleando un gas nervioso de la época soviética.

La narrativa de Londres culpando al Kremlin y al presidente Vladimir Putin, continúa a pesar de la vehemente negativa de parte de Rusia de estar involucrada y a pesar de la falta de evidencias independientemente verificadas.

Esta semana, en su saludo navideño la Premier May…

https://www.bbc.com/news/uk-politics-46667891

… una vez más repitió la condenación del "ataque con gas nervioso en Salisbury" y elogió a las fuerzas armadas británicas por su "protección de las aguas y los cielos británicos de la intrusión rusa".

De este modo, los medios rusos son castigados por su "parcialidad" pero a los medios británicos evidentemente se les permite informar y difundir las afirmaciones oficiales británicas las cuales carecen de pruebas y son desbocadamente sensacionalistas y hasta equivalentes a fomentar un conflicto internacional. ¿En verdad, quién es el que está quebrantando las normas periodísticas?

Entre los medios de prensa que publicaron las palabras de May estaba la BBC. El difusor británico de propiedad estatal de manera rutinaria e insidiosa se refiere a las publicaciones rusas RT and Sputnik como "respaldadas por el Kremlin", como si la BBC respaldada por el gobierno no tuviera nada que ver con la difusión de propaganda del gobierno británico.

Las afirmaciones de la May en su discurso navideño, acusando a Rusia de llevar a cabo un supuesto asesinato y amenazar de invadir Gran Bretaña, no fueron discutidas por la BBC. Tampoco lo fueron sus otras acusaciones acerca del armamento químico que estaría siendo utilizado por las fuerzas del gobierno sirio contra la población civil.

Respecto de Siria, la May se refirió a un incidente ocurrido cerca de Damasco en el mes de abril de este año cuando supuestamente se empleó cloro tóxico durante un asalto contra civiles. En ese entonces el primer ministro británico en unión con el presidente Trump y el presidente Macron de Francia ordenaron ataques aéreos contra Siria supuestamente en represalia por el uso de armamento químico por parte del ejército sirio. Pero, prontamente trascendió que el incidente fue una provocación montada por militantes yijadistas y sus operativos de prensa, los denominados Cascos Blancos. En otras palabras, los ingleses, los norteamericanos y los franceses llevaron a cabo un criminal acto de agresión contra Siria bajo falsas premisas.

Además, la May y su solemne y ensayado discurso navideño a la nación esta semana, la prensa británica le permitió repetir sus descaradas mentiras contra Siria y evadir desvergonzadamente el problema de la justicia que enfrenta su gobierno respecto de los ilegales ataques aéreos contra Siria, como también calumniar a Rusia por el turbio caso Skripal.

La arrogante hipocresía de los medios británicos y del organismo regulador es asombrosa. Los ciudadanos británicos están obligados por ley a pagar una licencia tarifada anual de 150 libras (190 dólares) por familia al tener un televisor. Quien no pague puede sufrir una sentencia de cárcel. La tarifa por televisión recolectada por el estado británico es transferida a la BBC. De tal modo que aquí tenemos un canal de propiedad del estado que es financiado de manera obligatoria por los todos los ciudadanos y sin embargo, este mismo canal transmite de manera voluntaria propaganda del gobierno británico que denigra a Rusia y encubre los crímenes de guerra cometidos por los británicos en Siria. Si esto suena orwelliano, es porque lo es.

La publicidad corporativa de la BBC sostiene que es el "líder en el mundo en las noticias de última hora". También le asegura a sus lectores y espectadores que produce noticias "en las que ellos pueden confiar".

Existen incontables casos en que la pomposa presuntuosidad de la BBC puede ser descubierta revelando así un propósito totalmente perverso. Uno de los casos más notorios fue su complicidad orquestando el golpe de estado en Irán el año 1953 llevado a cabo por la CIA norteamericana y el MI6 británico. En su libro titulado "La Red del Engaño" el historiador británico Mark Curtiss describe el crucial rol desempeñado por la BBC y sus servicios iraníes contribuyendo a fomentar…

http://markcurtis.info/2007/02/01/web-of-deceit/

… el golpe de estado contra el elegido Premier Mohammad Mosaddegh.

Más recientemente, la cobertura de la guerra en Siria por parte de la BBC durante los últimos ocho años ha sido un incesante asalto contra el gobierno del presidente Bashar al Assad. No se trata solo de omisiones o distorsión discriminatoria. La BBC ha sido atrapada en realidad fabricando noticias falsas sobre Siria, tales como el caso de cuando acusó al ejército sirio de usar napalm contra civiles cerca de Aleppo el año 2013. Posteriormente esos informes fueron denunciados como deliberadas fabricaciones.

https://off-guardian.org/2017/06/14/even-more-evidence-of-fakery-in-bbc-saving-syrias-children-doc/

Generalmente, en torno a Siria, la BBC y otros órganos de prensa occidentales funcionan como facilitadores de los criminales objetivos de cambio de régimen de sus gobiernos. A las grotescas falsedades de la May reiteradas esta semana –de remate en un discurso navideño—acerca de armamento químico, se les brinda respetabilidad y aparentemente credibilidad por la vía de la BBC y otras publicaciones británicas que meticulosamente reproducen sus palabras sin calificarlas y mucho menos criticarlas.

Se trata de una medida de cuán distorsionado está el ambiente periodístico británico, cuando los canales noticiosos alternativos que plantean algunos puntos de vista críticos y percepciones sobre narraciones propagandísticas, son entonces acusados de ser "desequilibrados" y que quebrantan "las normas de la radiodifusión".

En respuesta al censor Ofcom británico, que condena a RT y Sputnik de Rusia, Moscú ahora sostiene que su propio regulador estatal está considerando acusar a la BBC y cómo opera en Rusia.

Dado el hecho que la BBC trató de acusar a Rusia de instigar las protestas de los Chalecos Amarillos en Francia y que hace poco publicó un artículo acusando al Kremlin de "convertir la sátira en arma", habría más credibilidad para los reclamos rusos en torno al "órgano de prensa británico respaldado por el estado" que está infringiendo las normas del periodismo.

En el trasfondo más amplio de cómo la BBC sirve a la propaganda del estado británico, de hecho su enfoque es panorámico. Así es la hipocresía oficial británica. Las autoridades atacan a los órganos de prensa que incurren en denunciar sus servicios propagandísticos que posan de ser "noticias que Ud. puede confiar".

¿Libertad de expresión en Gran Bretaña? Solo si Ud. opina libremente al servicio de la propaganda estatal británica.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

www.strategic-culture.org

Traducción desde el inglés por

Strategic Culture Foundation Sergio R. Anacona



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Finian Cunningham

Analista internacional


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