Quinto malo

¿Podría caer Guaidó como las Torres Gemelas?

Sin dudas. Guardando las distancias, por supuesto. Aunque, en realidad, no hay ninguna en los procedimientos terroristas y autodestructivos que es capaz de aplicar un traficante y vendedor de armas como Donald Trump y el imperialismo al que, desde el Gobierno estadounidense, hoy representa en el mundo.

Para el capitalismo toda relación social lo es entre mercancías. No existen personas sino cosas. Por lo que no hay sentimientos ni subjetividades sino «decisiones» que sirvan para preservar el dominio del capital.

Para producir, bajo relaciones de explotación capitalista, los sin nada, productores verdaderos, debemos vender nuestra fuerza de trabajo que es la única mercancía que poseemos.

Para ser presidente de un Estado, dentro de un esquema de relaciones de dominación capitalista, hace falta cosificarse, hacerse mercancía de intercambio y estar dispuesto a defender los interese del amo, del patrón, del explorador que allí, eventualmente, le coloca para que cumpla esa tarea.

Quien no cumple con esos requisitos, podrá llegar a la Presidencia por mecanismos auténticamente democráticos en los que quienes lo eligen son protagonistas y auténtico poder de mando, que ejercerán, de manera participativa, a través de su elegido. Es lo que ocurre en Venezuela desde la primera victoria electoral de la Revolución Bolivariana, en 1998, al elegir a Hugo Chávez Frías como presidente para un Estado de nuevo tipo -no capitalista- y lo que sigue sucediendo hoy con un presidente obrero, como Nicolás Maduro, construyendo la V República.

En resumen. Quien no reúne el perfil de mercancía, de objeto, de «ficha» alienada al servicio de los intereses del capital, se convierte en enemigo de éste y -por tanto- debe ser depuesto por cualquier vía, generalmente violenta y anticonstitucional, como se pretende hacer hoy con el Presidente democrático en la República Bolivariana y Chavista de Venezuela.

Para lograr eso, el capitalismo -el imperialismo yanqui como gestor político, económico, ideológico y militar de ese- escoge a una figura en extremo alienada, cosificada y sumisa como Juan Guaidó en la Venezuela presente, que cumpla a cabalidad su papel de ficha, tan reemplazable cuando fuese necesario como ocurrió con otro objeto símbolo del capital financiero del mundo, como el Word Trade Center en Nueva York.

Sobre La República Bolivariana de Venezuela, el gran capital y la voz del imperialismo yanqui, en este momento representada por Donald Trump, están desplegando una operación de cerco y exterminio que comienza por hacer posible un Golpe de Estado contra el presidente Constitucional y Democrático de la República, Nicolás Maduro Moros.

Es la Patria, su decisión soberana y democrática de ser libre, independiente y socialista, lo que se ataca y quiere destruir. En el guión de exterminio se incorporó la figura de ese muchacho de pensamiento alienado y proimperialista, llamado Guaidó. Una cosa, un objeto,una mercancía, una ficha que fácilmente va a derrumbarse cuando sus propios amos lo decidan.

Quizás hasta lo implosionen… total ya lo hicieron con unas torres muchísimo más pesadas y costosas, justo cuando el Imperio necesitaba demostrarle al mundo que seguían teniendo la fuerza militar y armamentista más grande del planeta.

 

 

 



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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