(Refugiados verdadera solidaridad humana y otras muy extrañas)

Lejanas guerras y…no tanto

Venezuela ha sido un país receptor de refugiados y desplazados por guerras y conflictos sociales de todas partes del mundo. A finales de la década del 40 y comienzos de la siguiente del pasado siglo, se establecieron en un parcelamiento entre Barcelona y Naricual, unos rusos, cuya horticultura contribuyó a enriquecer la mesa oriental…aparecieron nuevas ensaladas. Y los catiritos hijos de aquellos desplazados europeos fueron nuestros condiscípulos en el Grupo Escolar Anzoátegui.

Los españoles republicanos huyendo del franco-fascismo, que impuso el terror y el odio en la década del 30; en nuestros predios se asentaron y construyeron familias y nación; al igual que italianos y portugueses, destacadísimos unos en la construcción y otros en la agricultura aventados por las guerras y la pobreza europea, con ellos creció la ciudad vertical con sus edificaciones de cerámicas y azulejos; y por otra parte los alrededores de Caracas se volvieron vergeles y, los caraqueños en los atiborrados mercados de hortalizas se acostumbraron al "muito obrigado". Igualmente argentinos, chilenos y uruguayos y de otros países del Sur acosados por las dictaduras fascistas militares aquí fueron acogidos, unos cuantos se incorporaron a tareas universitarias. En cuanto a los más cercanos refugiados, los colombianos, es un largo tema, pues largo y doloroso es el drama de nuestros vecinos, antiguos compañeros de vicisitudes históricas en la gesta independentista suramericana.

Los venezolanos después de las guerras civiles del siglo XIX, y los golpes de estado y rebeliones militares del siglo XX, incluyendo los escarceos guerrilleros de la década del 60 han estado bien lejos de las guerras. De ellas sabemos por la TV, el cine y lecturas, que millones de seres humanos soldados y población civil han perecido, ciudades enteras han sido destruidas, países devastados, y uno se pregunta ¿ Cuán lejanas han estado esas contiendas de nosotros? .

Realmente tan lejanas no han estado, si lo humano nos importa; y esa interrogante debe llevarnos a precisiones históricas para ser justos, y tal como arriba lo indicamos a valorar esas presencias de refugiados en nuestro territorio, y los aportes culturales de gran significación en la construcción de nuestra Nación.

La actual guerra Rusia-Ucrania, causa dolor y preocupación en muchas conciencias, no solamente por lo que las guerras han significado y significan, sino por la complejidad de esta, que no está reducida a esas naciones que integraron a la antigua Unión Soviética. Este es un conflicto contra hegemónico enfrentado a varias décadas de ejercicio unipolar imperial. Allí en Ucrania, por razones diversas, coliden visiones e intereses del mundo capitalista y posiblemente derive en la construcción de un Nuevo Orden Mundial. Tales eventos las Ciencias Sociales la han calificado de acción Geo-política, que nos recuerda, en otra dimensión, a la Real Politik de Bismarck.(¿ fin de un imperio y comienzo de otro?)

EEUU es una innegable potencia mundial, en todos los órdenes: posee territorios en ultramar (Colonialismo)y centenares de bases militares diseminadas en todo el planeta, tiene una industria militar de alto tenor; en Bretton Woods, armó una estructura económico-jurídico-financiera que impuso al mundo: el dólar oro como referente y después el dólar simple papel, icono monetario, verdadero ariete que se ha desplazado con la mayor altivez y sin recato por todos los rincones del mundo, incluyéndo a la economía venezolana donde le hemos glorificado. En cuanto a la ciencia y la técnica, no hay conocimiento e invento cuya patente no esté registrada en sus haberes jurídicos ; y, sin lugar a dudas, la industria cultural ha sido una pócima que ha penetrado hasta los tuétanos a la sociedad mundial. Los imperios no son simples eslogan, son existencias reales, construcciones históricas, con largos desarrollos tentaculares que no desaparecen con retóricas y discursillos de ocasión.

La humanidad ha tenido numerosos imperios entre ellos: el macedónico, romano, persa, otomano, español, ruso, británico, japonés, francés, alemán, mexicano, y todos en su momento entraron en procesos de decadencia y desaparición. De todos ellos quien ganó el Palmarés fue EEUU, pues creyó ser el Atlante que Zeus condenó a cargar la bóveda celeste; y no por casualidad es el hegemón de la OTAN, de cuya afiliación ha derivado el apelativo de los "Atlantistas".

Y son precisamente algunos atlantistas los que hemos visto en los medios europeos condenando con la mayor contundencia la confrontación bélica entre Rusia y Ucrania y su secuela de muerte y destrucción, mientras miles de personas buscan refugios en países vecinos. Tal actitud solidaria es coherente con una humanidad amante de la paz con la cual coincidimos. Lo que cuesta entender es el abierto apoyo gubernamental y de ciertos sectores de la ciudadanía y de los medios, con el envío de armas entre ellas letales, al gobierno ucraniano…¿Esta solidaridad bélica será pertinente en esta situación? ¿Es un apoyo consciente al más débil? ¿Será conveniente que Europa se incorpore al hecho bélico, en vez ser un activo militante de la Paz?.

Ucrania tiene una superficie de 600.000 K2 y 41.millones de habitantes, y es un gran productor de alimentos ¿Que pasaría si se prolonga esta guerra, donde las armas letales que se están empleando destruyen sin compasión vidas e infraestructura, que al final dejará un país devastado? ¿Cuál será el destino de sus pobladores?. La emigración es una consecuencia, y se está sintiendo, miles de ucranianos buscan refugio en los países vecinos ¿Qué ocurrirá con esos refugiados?. Europa tiene experiencia en las guerras coloniales e imperiales, significativos protagonistas han sido, incluyendo el periodo atlantista y saben muy bien las gravosas consecuencias que de ellas derivan.

Durante varios años hemos visto a oleadas de migrantes de antiguas colonias europeas huyendo desesperados de las guerras, del hambre y la pobreza, ahogándose en el mediterráneo, en su intento por llegar a la "civilización", familias enteras se hundían en desvencijadas embarcaciones, mientras tanto el occidente de la Democracia, la Libertad, y los Derechos Humanos, permanecían impasibles y muchas veces, acudían a subterfugios diversos para evitar su ingreso o proceder a su rescate.

Es posible cierta cortedad en la memoria histórica europea, por cuanto en esos procesos migratorios tanto los derivados del coloniaje y sus búsquedas hacia las metrópolis, o los conflictos internos del continente europeo que ha llevado a miles de sus ciudadanos a diversos lugares del mundo, entre ellos a Venezuela, como lo hemos indicado, merece una reflexión densa, autocrítica, que nos llevará a una consideración equilibrada e integral de los desplazados.

Las desintegraciones y devastaciones de Yugoeslavia, Irak, Afganistán, Libia, Siria…¿acaso no fueron realizadas con aviones y misiles de última generación? ¿De que bases militares partieron estos instrumentos de destrucción y muerte? ¿Cuántos Atlantistas participaron en estas jornadas? ¿Quiénes son los proveedores fabricantes y vendedores de las armas?. ¿Quiénes pagan los artefactos bélicos devasta-países generadores de migraciones?... Si, hay una cuota que pagan los socios de la OTAN, que sale de los presupuestos nacionales, es decir del bolsillo de los ciudadanos, o sea menos inversión social, cuyas consecuencias inciden negativamente en el bienestar de esos pueblos.

Mientras se matan soldados rusos y ucranianos y caen los civiles como daños colaterales; los estrategas norteamericanos observan atentamente, y, han manifestado que no enviarán sus tropas a combatir…mucha razón tienen, no hay necesidad, pues allí están los ucranianos que tienen tradición histórica en defensa territorial… y cuando sean cuasi-exterminados, ¿es que acaso no quedan las tropas de los aliados atlantistas europeos para que los sustituyan?...pues es posible, piensan algunos analistas, que se trate de crear un Irak, Una Libia, Siria o Afganistán, una larga guerra convencional que atenderá a una estrategia geopolítica, que contempla el desgaste y degradación de Rusia, un avanzado competidor en la poderosa industria de armamentos e igualmente, un cercano y seguro proveedor de gas, petróleo y otros rubros para el significativo mercado europeo y mundial.

El liderazgo norteamericano sabe muy bien, que Rusia es una potencia económico-energética, con 17 millones de K2, y con una población de 150 millones de habitantes, con una experiencia histórica, política y bélica, que no debe subestimarse; añadiéndose a ello el buen relacionamiento con ese inmenso mundo de producción y consumo que es China. Algunos analistas han llegado a pensar que este país asiático, es el "verdadero objetivo" en esta "crisis", y que Rusia, en la estrategia imperial debe ser neutralizada, evitando la confrontación directa, por razones de su poderío nuclear; se trata de "comerse el maíz por las orillitas"; y con esta jugada geopolítica extremarán y prolongarán la guerra convencional en Ucrania, para victimizarla, haciendo de ella un dramático símbolo, que alimentará el aparato de la guerra mediática. En las estrategias incorporan recursos mítico- bíblicos de David y Goliat, para construir los héroes y los demonios. Seguramente anda en el ambiente la reconstrucción de los bloques políticos de la Guerra Fría, y de nuevo el regreso a la unipolaridad.

La cosa es gruesa, no se trata de adivinar o establecer conjeturas, lo que se plantea es intentar caracterizar la situación, acudir a la memoria histórica; los griegos lo hacían y quizás algo aprendieron. Pero sabemos que interpretar el presente es una aventura teórica que tiene sus complicaciones, solo que no hay que obviar la experiencia humana del pasado, pues de lo humano se trata, independientemente de generaciones y tiempos históricos.

En estos momentos en Ucrania se está dirimiendo una crucial incógnita geo-política, una nueva visión del Orden Mundial capitalista en el marco del declive del imperio norteamericano. La asfixia que la conducción económica, social, política y humana, ha impuesto el capitalismo y su fase superior El Imperialismo (cuyo mayor exponente hoy es EEUU) ha generado históricamente anomalías en el vivir humano planetario verdaderamente insostenible. No se trata de aspirar vivir en unas sociedades de ángeles sino de corregir hasta donde sea posible, los severos entuertos derivados al parecer, del extravío y animalización de la razón humana en la jungla capitalista. Construir repúblicas con ciudadanos, pasa por formar ciudadanos, y esa antigua recomendación del Sócrates de Caracas, vale para todos los seres del planeta…esa es la tarea.

La mayor solidaridad con los desplazados, además de la atención inmediata que requieren, sería necesario una mayor actitud vigilante y militante de los ciudadanos del mundo, por la Paz y contra la guerra, en: Rusia, Ucrania, Europa, EEUU, América Latina y de todos los pueblos que hemos sido utilizados a través de la historia, para satisfacer la codicia de algunos poderosos del dinero y manipuladores de la política. Alentar a Europa en la guerra y estimular el odio étnico es llevarla a un caos genocida, con consecuencias globales aunque no se activen los dispositivos nucleares.

Rafael Castro

LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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