"Lo que finalmente sé con mayor certeza respecto a la moral y a las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol". La frase es de Albert Camus, el primero de los intelectuales en acercarse al deporte rey y reivindicarlo frente a la sociedad.
A su estela llegaron otros que ayudaron a elevar el fútbol a la categoría de arte. Desde esta perspectiva, la final del mundial en Catar, entre Argentina y Francia, fue arte y poesía escrita sobre el césped por los poetas del balompié argentino y francés. Este mundial dará mucho de que hablar y escribir. Sin lugar a dudas fue una final electrizante.
Las dunas del desierto catarí, el domingo 18 de diciembre de 2022, se detuvieron ante el aluvión de derroche, de exquisito fútbol en la final de la Copa Mundo 2022.
Veintidós futbolistas dirigidos con traje de frack por los maestros Kylian Mbappé, de Francia, y el argentino Leonel Messi, hicieron que el fútbol se viera como toda una sinfonía de Beethoven en el estadio Lusail...
Aquellos jugadores dejaron sus fuerzas en el sol del desierto catarí. Con sus piernas se aferraron al balón, corriendo de punta a punta, de izquierda a derecha...
Hoy, el planeta tierra le rinde tributo al más grande y genio del fútbol mundial, Leonel Messi. Fueron ciento veinte minutos de tensión; momentos de alegría. También espacios de angustia.
La final entre Francia y Argentina fue todo un espectáculo de cabezazos, saques de meta, atajadas, pases y jugadas de calidad.
La adversidad acotó cada alma de los noventa mil espectadores del estadio Lusail, corriendo el escrúpulo tras el balón de arco a arco.
Los jugadores de ambos seleccionados se comportaron como auténticos jugadores. En el campo exhibiendo su talento con entereza, colmados por su pasión hermosa de sus tricolores.
Fue un partido donde el águila ataca la serpiente, y viceversa... Fueron todos unos gladiadores en la arena, ambos equipos fueron ágiles y dinámicos peleando con ilusión, ansias y deseo.
Pero el trofeo macizo de la pierna dorada, fue para un solo equipo, ¡Sí. Argentina!, la tierra que parió el tango, la misma que vió nacer al revolucionario más grande de América Latina, Ernesto el Ché Guevara, la del más exquisito rock en español, también la tierra de dos grandes titanes de las letras hispanoamericanas, Borges y Cortázar; la cuna del único Papa latinoamericano. Ese mismo pueblo salió a celebrar con rabia el tercer mundial de fútbol, ya Messi está a la diestra de los dioses de la pecosa: Diestéfano, Garrincha, Pelé, Kempes y Maradona; ellos también se rinden a sus pies....
Como no recordar este pequeño verso de aquel tango de Edmundo Rivero:
"Los once leones del cuadro argentino
Ya están en la cancha midiendo al rival.
Ya suena el silbato, ya el arco enemigo
De miedo en sus redes parece temblar.
La esférica danza su loca pirueta,
La hinchada delira caldeándose al sol.
Y a músculo y nervio sedientos de meta,
van cinco saetas en busca del gol".
Messi, el ,¡galáctico!; tus magistrales quiebres de cintura seguirán siendo eternos como la partitura, en nota magistral de la gran pirueta, escondiendo la pecosa hasta el final de la locura; con fina filigrana bordando el césped. Con linda gambeta, te recordamos para siempre en este planeta.