Traducción desde inglés por Sergio R. Anacona
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*/Esta guerra en Ucrania es la macabra personificación del capitalismo occidental, escribe Finian Cunninghm./*
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Está lenta y a regañadientes despertando entre los funcionarios occidentales y sus serviles medios de prensa, la sensación que la contraofensiva de Ucrania está fracasando, sino en verdad, todo el conflicto: Ucrania no tiene ninguna posibilidad de prevalecer en el conflicto contra las superiores fuerzas de Rusia.
Aun así, la violencia y la mortandad continúan. No hay diplomacia, paz, ni sensatez. ¿Por qué?
Hace un par de meses, los medios de prensa occidentales estaban llenos de bravuconería alegando que el armamento y el entrenamiento de Estados Unidos y la OTAN producirían una "sorprendente victoria" contra Rusia. Actualmente esos mismos medios de prensa tímidamente informan sobre una "contraofensiva que no asume riesgos" (Washington Post, New York Times, CNN) y "fallidas expectativas" (London Times).
¿Cómo explicar el deslumbrante acertijo? Estados Unidos y sus aliados europeos de la OTAN han suministrado al régimen de Kiev alrededor de cien mil millones de dólares en armamento durante el año pasado, cosa que va desde tanques de guerra a misiles Patriot. Y los obsequios militares siguen llegando con el gobierno de Biden solicitando la semana pasada otros doce mil millones para Ucrania. En los meses venideros Estados Unidos y sus aliados están planificando el suministro de cazas F-16.
Y aun así, esta enloquecedora largueza no causará ninguna diferencia en el resultado de una eventual victoria rusa. Decenas de miles de soldados ucranianos perderán su vida y una mayor y más amplia guerra nuclear total con Rusia resultaría un riesgo censurable. Pero ¿por qué la locura continúa? ¿Por qué los políticos occidentales y los medios de prensa no exploran alternativas diplomáticas a la incesante matanza?
Una razón fundamental que explica esta debacle y su escándalo final es el inherente vicio militar de Estados Unidos. El militarismo norteamericano y el de otros estados capitalistas occidentales, no gira en torno al entendido convencional que "lo militar" y "la defensa" tienen el propósito de defender la nación o en realidad para ganar guerras. El propósito principal del militarismo norteamericano y occidental es producir ganancias para las corporaciones privadas, el complejo militar-industrial.
Típicamente las armas son excesivamente encarecidas, demasiado propagandizadas y diseñadas para un uso perpetuo. Por ejemplo, el sistema antiaéreo Patriot o el tanque Abrams o el caza F-35. Independientemente de lo que digan los analistas militares, estos sistemas son chatarra sobrevalorada que no produce los resultados que se esperan de ella. Las fuerzas rusas han estado barriendo los Patriot y tanques occidentales con relativa facilidad empleando un superior armamento hipersónico.
El respetado comentarista geopolítico, Michael Hudson y autor del libro titulado "El Superimperilismo" lo señala cuando comenta que el militarismo norteamericano no es básicamente para defender esa nación y a sus aliados –todo se trata de las ganancias corporativas. El armamento creado por el complejo militar-industrial norteamericano no está diseñado según la definición convencional del desempeño militar, es decir derrotar al enemigo y ganar batallas.
"Las armas sirven para la producción de grandes ganancias para el complejo militar-industrial de Estados Unidos" comentó Hudson recientemente durante una entrevista….
https://www.informationclearinghouse.info/57727.htm
con Steven Grumbine.
En el caso de Ucrania, agregó él, las armas de Estados Unidos y de la OTAN están para ser adquiridas, para ser entregadas a los ucranianos y que Rusia las destruya.
Ellas no son para combatir. No son para ganar una guerra. Son para ser consumidas de tal modo que sean reemplazadas ahora mediante nuevas compras."
El conflicto en Ucrania está revelando una vieja hype and charade asociada al armamento norteamericano y de la OTAN. Está siendo brutalmente expuesto como un tigre de papel.
En efecto, lo que Hudson está describiendo es bombo y pantomima de la guerra por encargo dirigida por Estados Unidos en Ucrania contra Rusia. Está al mismo nivel de la farsa estilo Catch-22. Se trata de un negociado para lucrar por parte de Estados Unidos y las industrias militares occidentales. Todo pagado por los contribuyentes en Occidente y con la sangre de los ucranianos volados en pedazos o lisiados de por vida.
Fundamentalmente, se trata del capitalismo occidental y de Estados Unidos.
El sistema económico para el elitesco lucro privado está dirigido por el capitalismo y sus exportaciones globales de armamento. Hace mucho tiempo que el capitalismo abandonó la producción industrial con fines civiles y luego de las pocas y últimas décadas este ha sido dominado por el complejo militar-industrial que es dueño de los políticos, los medios de prensa y los legisladores para realizar sus licitaciones.
La guerra en Ucrania fue instigada por el expansionismo de la OTAN y la estratégica amenaza contra Rusia a través de muchos años. Las advertencias de Moscú fueron sistemáticamente ignoradas. Eso era parte del enfrentamiento exigido por Estados Unidos, ejecutivo del Imperialismo Occidental, para subyugar a Rusia como rival geopolítico, de la misma manera también como es China asediada. Pero, además vino el último fraude para introducir armamentos en Ucrania. No solo eso, los lacayos europeos ahora estarán obligados a reabastecer sus agotados arsenales durante las décadas venideras comprándole a la Raytheon, Lockheed Martin, Boeing y demás. Se trata de un sistema perfectamente manipulado.
En contraste, el militarismo en Rusia está diseñado para en realidad defender a su país. El armamento ruso está superando a la chatarra de la OTAN en Ucrania porque el ruso no se fabrica para el lucro privado ni para los inversionistas de Wall Street sino con el propósito de en realidad ganar guerras.
Es por eso que Ucrania está perdiendo en el conflicto de manera desastrosa y despreciable.
El armamento enviado hacia el régimen de Kiev nunca fue con la intención de "defender al país de la agresión rusa." Eso fue solo el risible bombo de relaciones públicas para vender el caro armamento financiado por los contribuyentes occidentales.
Por supuesto que el régimen nazi de Kiev ha ordeñado a la lechera financiera con corrupción pero el problema mayor es el fraude de la guerra en el podrido corazón del capitalismo norteamericano y su complejo militar-industrial.
El títere presidente ucraniano Vladimir Zelensky llora por más armamento. Por supuesto también el corrupto régimen de Kiev. Biden y los políticos occidentales piden más armamento, muy cierto que lo están haciendo. Su financiamiento político depende de los cabilderos de los fabricantes de armas. Los medios de prensa occidentales distorsionan la grosería como "contraofensiva que no asume riesgos". Por supuesto que lo hacen porque ellos están cogidos para su propia conveniencia en las mentiras acerca de la guerra en Ucrania.
El corrupto régimen de Kiev detiene a civiles para ser enviados al matadero mientras las grandes corporaciones de Estados Unidos y Wall Street celebran sus ganancias.
Por otro lado, los trabajadores occidentales están anémicos de tanta austeridad. La guerra de Ucrania es la morbosa personificación del capitalismo Occidental.
Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en