En el presente cuatrimestre se realizaron varias cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno signadas por el tema de la crisis financiera. En todas hubo propuestas de soluciones que van del “ojalá”, al “hagámoslo ya”. Por un lado los países del Sur buscándose incesantemente, aún sin dar con la clave definitiva para hacer juntos sin la incidencia del Norte. Por otro, los del Norte, aferrados a sus principios liberales, que por más daño que hagan los mantienen extrañamente unidos en su naufragio.
Los africanos celebraron la habitual cumbre semestral de la Unión Africana en Addis Abeba. La gran noticia fue la elección de Mohamar Kadafi como presidente pro témpore de ese poderoso organismo regional. La Unión Africana insiste en un gobierno africano único para afrontar las crisis y salir de la pobreza. Esta motivación da tanto miedo a los del Norte, que han adelantado una estrategia de desestabilización general en África, para distraerla de los sueños de unidad. De pronto, surgen los problemas políticos, salpicados de violencia en Kenia, Madagascar, Guinea Conakry, Mauritania, Guinea Bissau, y se azuzan mediáticamente Somalia y Sudán. Coincidencialmente, aparece la cuestionada solicitud de arresto al Presidente de Sudán, justo en el momento cuando las partes en conflicto están a punto de alcanzar acuerdos permanentes de paz.
Por aquí, los países de Abya Yala, se encontraron en Brasilia en la Cumbre de América Latina, la primera sin participación de EEUU y Canadá. En ese mismo tiempo, el Grupo de Río, anunció que Cuba se integraba como miembro pleno de ese organismo. La UNASUR, mecanismo en crecimiento de América del Sur, celebró, también en Brasilia, una cumbre extraordinaria. UNASUR viene haciendo importantes ejercicios de encuentros de Jefes de Estado, en las cuales despiertan iniciativas o se retoman caminos abandonados por la entrega al capitalismo que en mala hora hizo la región en el siglo pasado. La Alternativa Bolivariana para Nuestra América (ALBA), que reúne a varios países de América del Sur, Caribe y Centroamérica es otro de los esfuerzos que el Sur realiza en la búsqueda de rutas propias de desarrollo. Por su parte los asiáticos, mediante la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), viene desde los años 1990 marcando pauta en integración en el continente más grande del planeta. Para conjugarse, suramericanos y árabes se dieron cita en Qatar en una segunda cumbre. Si bien no llegaron a conclusiones macro en lo económico, si concretaron un encuentro que se había diferido por un año, y que desde el norte apostaban a que sería un fracaso. La cumbre Árabe Suramericana, comenzada en Brasilia en 2005, es el primer gran esfuerzo pro cooperación multisectorial del Sur a escala birregional, el segundo es la cumbre África Suramérica. Estas cumbres podrían dar nueva vida y acción a mecanismos como el G77 y los No Alineados, que necesitan con urgencia retomar los principios de los años 1970 a favor del Sur. Estas reuniones cimeras dieron un claro mensaje al mundo, los del Sur buscan respuestas en si mismos.
Pero el imperio contra ataca. Apenas se destapó la crisis económica, los gerentes del FMI se fueron de gira por la Península Arábica, para pedir a los árabes préstamos para el otrora gran prestamista. Obama envía a su Cancillera Hilary Clinton de gira de sensibilización por Asia.
El capitalismo prepara su batería de cumbres. Calienta motores resucitando en Chile a la llamada “Progresista” (creada por Clinton en 1999). Allí invitan a Argentina, México, Brasil, Uruguay, Chile, Sudáfrica, el Banco de Desarrollo Africano, India. Aquí “progreso” no es igual a “izquierda” sino a desarrollismo. No se confundan. Lo que allí se revisó fue la agenda para la Cumbre del G 20, donde por América quedarían Argentina, Brasil y México, por el Norte la mayoría de los países de la Europa Occidental y EEUU, junto a Japón y China. Una cumbre para inyectar plasma al viejo esquema de Bretton Woods, que tenía como pilares al Fondo Monetario, al Banco Mundial y a los bancos regionales de los continentes. La única diferencia es que ahora los gemelos podrán ser dirigidos por países distintos a Europa y FMI. Claro, con la condición de que los del Sur pongan dinero para llegar al billón de dólares. Luego, en una advertencia al mundo, se reúne la OTAN, ahora no defensiva sino con capacidad de agresión para meter en cintura a los desertores, en especial a los emergentes del Sur. Para concluir, Obama parte a reunirse con sus socios naturales de la Unión Europea, sin testigos asiáticos, oceánicos, ni americanos y mucho menos africanos, para dorar bien la píldora y decirnos “esta es la instancia superior de la economía mundial”.
No cerremos los ojos, el neoliberalismo se reorganiza velozmente. Continúa viendo al Sur como fuente de recursos, con un discurso de “inclusión”, de “somos iguales, así que dame de beber y comer”. Pragmatismo y utilitarismo del más puro. Por tanto, los del Sur, tenemos, antes de que sea tarde, empezar el camino de las acciones o quedaremos tapiados en los discursos. Voy que corto.
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