Carta Abierta al Presidente Barack Obama
Sr. Barack Obama
Presidente
Estados Unidos de América
El Comité de Familiares de los Caídos del 20 de Diciembre de 1989 aprovecha su presencia en la VII Cumbre de las Américas para hacerle llegar directamente nuestras demandas históricas, dada su calidad de jefe de gobierno de Estados Unidos de América:
1. Es un hecho público que el 20 de Diciembre de 1989 el gobierno de su país lanzó contra Panamá una invasión militar de graves consecuencias políticas, económicas y humanas. Sea cual sea la excusa utilizada entonces para tratar de justificar dicha acción, es evidente que constituyó un claro acto violatorio de la soberanía nacional panameña.
2. En su momento, la invasión norteamericana contra Panamá de 1989, fue condenada por todos los organismos internacionales, incluyendo las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, entre otros, pues constituyó un atentado al derecho internacional.
3. Lo más importante, desde el punto de vista de nuestro Comité, es que esa invasión tuvo un alto costo de vidas humanas, con centenares de muertos y miles de heridos, no solo de militares panameños que dignamente lucharon por defender a nuestra nación agredida, sino de centenares de civiles inocentes que cayeron víctimas de bombardeos indiscriminados en El Chorrillo y Colón, o de retenes donde militares de Estados Unidos disparaban sin razones justificadas.
4. A todo lo cual hay que agregar la pérdida de sus hogares por cerca de 20 mil habitantes de El Chorrillo, y otras áreas de la ciudad de Panamá afectadas por los bombardeos; y los cientos de millones de dólares en pérdidas materiales del sector público y privado panameño.
Por las razones expuestas, Sr. Presidente Obama, el Comité de Familiares de los Caídos del 20 de Diciembre de 1989, demanda de usted:
1. Que su gobierno realice un examen de conciencia frente a lo sucedido durante dicha invasión y pida disculpas históricas al pueblo panameño por los abusos cometidos y las violaciones a los derechos humanos cometidas por sus tropas, en particular a los familiares de los muertos de la invasión, civiles y militares.
2. Que la reparación moral que esas disculpas implicaría, debe ir acompañada con la debida reparación económica por las afectaciones producidas por su ejército y de las que nunca se hicieron responsables, en particular para el caso de quines perdieron sus familiares y sus hogares.
Trinidad Ayola
Presidenta
Comité de Familiares de los Caídos del 20 de Diciembre de 1989