Caracas, enero 21 - El dirigente revolucionario Vladimir Lenin, a 94 años de su muerte que se cumplen este domingo, es recordado como uno de los líderes políticos y pensadores revolucionarios más importantes del siglo pasado.
El político y estadista ruso es reconocido por su trayectoria como líder de la Revolución Rusa, fundador del Partido Comunista ruso y arquitecto del Estado Soviético.
Vladimir Ilich Ulianov nació el 22 de abril de 1870 en Simbirsk, Rusia, en el seno de una familia de clase media.
En 1887, fue ejecutado su hermano mayor, Alexander, acusado de conspiración contra el zar; hecho que exacerbó su animadversión contra el régimen zarista.
Ese mismo año, inició sus estudios superiores en la Facultad de Derecho de la Universidad de Kazán, de la que fue expulsado por participar en asambleas ilegales contra la gestión educativa del gobierno, reseña su perfil biográfico publicado en el portal mcnbiografias.com.
Continuó con su formación en la Universidad de San Petersburgo, de la que se graduó con honores en 1891 y dos años después, se instaló como abogado en dicha institución.
Ahí, conoció a diversos intelectuales marxistas y dirigió el círculo revolucionario Stariki (Los Mayores). A partir de entonces, intervino en los círculos clandestinos de la capital y se convirtió en un revolucionario cada vez más influyente.
Además, redactó el folleto Qué son los Amigos del Pueblo y cómo luchan contra los socialdemócratas (1894), en el que se desmarcó de las tácticas terroristas de los populistas.
En 1895, viajó por Europa para entrar en contacto con los exiliados rusos, en especial con los líderes revolucionarios Gueorgui Plejánov (1857-1918) y Pavel Axelrod (1850-1928). También conoció a Paul Lafarge (1842- 1911), yerno de Karl Marx (1818-1883).
Dos años después, fue detenido y deportado a Siberia, donde se dedicó al estudio sistemático de las obras de Marx y Friedrich Engels (1820-1895), apunta el sitio electrónico biografiasyvidas.com.
Durante su estancia en la Rusia oriental, conoció a Nadezhda Krupskaya (1869-1939), con quien contrajo matrimonio el 22 de julio de 1898.
Fundó, junto con el revolucionario socialista Yuri Martov (1873-1923), la Unión para la Lucha por la Liberación de la Clase Trabajadora, en 1895; además, participó en el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), creado en 1898.
En esa época, escribió sus primera obras: Las tareas de los socialdemócratas rusos (1897), en la que plasmó los principios básicos que más tarde retomó el partido bolchevique, y El desarrollo del capitalismo en Rusia (1899), obra que versa sobre la aplicación del pensamiento marxista en un país atrasado como el suyo.
También fue fundador del periódico Iskra (La Chispa), en colaboración con Plejánov, y participó en la revista teórica Zarya (El Alba).
Después de ser liberado en 1900, partió al exilio, adoptó el seudónimo de Lenin y comenzó a trabajar en el ensayo ¿Qué hacer? (1902), inspirado en la novela homónima del filósofo ruso Nikolai Chernichevski (1828-1889).
En esta obra, que condensó toda su filosofía revolucionaria, defendió la necesidad de una organización conformada por revolucionarios de vanguardia, profesionales decididos y organizados como un ejército, capaces de introducir una conciencia revolucionaria en el proletariado.
En 1905 volvió a San Petersburgo para participar en la Revolución rusa, evento que consideró como un ensayo general de la revolución socialista. No obstante, tras el fracasado del movimiento, se exilió nuevamente.
En la Primera Guerra Mundial (1914-1918) Lenin vio una oportunidad de lanzar la revolución socialista en su país y en 1917, tras el golpe de Estado dirigido por León Trotski (1877-1940), regresó para presidir el nuevo gobierno.
Como líder del Partido Comunista dirigió la edificación del primer Estado socialista de la historia y articuló el territorio a través de la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a la que dotó de organización formal con la Constitución de 1923.
A causa de una hemiplejía, el dirigente ruso se retiró paulatinamente de la política y en 1923 sufrió su tercer ataque, tras el que perdió el habla.
Finalmente, la vida de Vladimir Lenin terminó el 21 de enero de 1924, a consecuencia de una arterioesclerosis cerebral.
Antes de su fallecimiento el líder revolucionario expresó su preocupación por la creciente burocratización del Partido y del Estado, así como por la disputa de sucesión que iniciaron sus colaboradores, en especial Trotski y Stalin (1879-1953), quien lo sucedió, desvirtuando la herencia política del fundador del Estado soviético.
Su legado, se extendió por todo el mundo con el movimiento comunista, basado en la ideología marxista-leninista, inspirando revoluciones y regímenes políticos tan importantes como los implantados en Europa central y oriental, China, Cuba y Vietnam.
A decir de la crítica especializada, la figura de Lenin fue objeto de un culto semirreligioso bajo el régimen soviético: su cuerpo embalsamado fue expuesto en un mausoleo en la Plaza Roja de Moscú; su ciudad natal fue rebautizada en su honor como Ulianovsk y la capital en la que desarrolló su lucha política cambió su nombre por Leningrado.
Entre sus obras figuran, también, El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916), El Estado y la Revolución (1917) y La revolución proletaria y el renegado Kautsky (1918).