24 de julio de 2024.- El presidente estadunidense, Joe Biden, declaró que Massey "debería estar viva hoy" y que su familia «merece justicia».
Policías del estado de Illinois mataron a tiros el pasado 6 de julio a Sonya Massey, una afrodescendiente desarmada, quien se encontraba en su casa y había llamado al 911 para informar de la presencia de un posible intruso.
Las grabaciones de las cámaras corporales de uno de los agentes, difundidas por la policía del territorio, muestran al ayudante del sheriff Sean Grayson y a su compañero hablando tranquilamente con Massey.
En un momento, le piden a la mujer su identificación para completar un informe antes de irse. Entonces, Grayson señaló una olla que estaba sobre una llama en la cocina.
Después de recibir el permiso del agente, Massey se acercó a su cocina, tomó la vasija con agua hirviendo y le preguntó: “¿A dónde van?”. A los que Grayson respondió: “Lejos del agua caliente y humeante”.
Ella responde con calma: “Te reprendo en el nombre de Jesús”, lo que hace que un ayudante del sheriff conteste: “Más te vale que no. Te juro por Dios que dispararé a tu puta cara”, y desenfunda su arma.
La víctima se disculpa y se agacha mientras los agentes gritan suelta la puta olla. Luego le disparan.
Grayson, de 30 años, fue acusado la semana pasada de tres cargos de asesinato en primer grado y un cargo de agresión agravada con un arma de fuego y mala conducta oficial. A esto se ha declarado inocente y se le ha denegado la libertad provisional.
Al respecto, en una carta dada a conocer este lunes, el presidente estadunidense, Joe Biden, declaró que Massey "debería estar viva hoy" y que su familia «merece justicia».
«Tengo el corazón roto por sus hijos y por toda su familia mientras afrontan esta pérdida impensable y sin sentido. Jill y yo estamos de luto con el resto del país y nuestras oraciones están con la familia de Sonya, sus seres queridos y la comunidad durante este momento devastador», expresó el mandatario.
